MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01D806CD.8A339BD0" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como archivo de almacenamiento web. Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos, como Windows® Internet Explorer®. ------=_NextPart_01D806CD.8A339BD0 Content-Location: file:///C:/6ACA611A/07Buitrago&Henriquez.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
Retos y desafíos del teletrabajo en una é=
poca
de cambio: aforismos críticos desde la abstracción del pensamiento contempo=
ráneo
venezolano
Challenges and challenge=
s of
teleworking in a time of change: critical aphorisms from the abstraction of
contemporary Venezuelan thought
Carlos Daniel
Henríquez Jiménez1, * & Ramiro Aurelio Buitrago Acuña2, *=
1Universidad
Privada Dr. Rafael Belloso Chacín
2Alcaldía
Bolivariana del Municipio Miranda
=
* Autor por correspondencia: Ramiro Aurelio Buitrago
Acuña, dr.buitrago86@gmail.com¸Carlos Daniel Henríqu=
ez
Jiménez: carlosdhenriquez@gmail.com
Recibido: 6 de septiembre de 2021
Aceptado: 13 de octubre de 202=
1
Resumen
Con el presente extenso, se tuvo el propó=
sito
de elevar algunos laudos epistémicos, relacionados con los retos y desafíos=
que
enfrenta el teletrabajo, generando así una nueva perspectiva sobre este, de=
slastrándole
de las arcaicas acepciones con las que ha sido discriminado hasta entonces.=
En
su elaboración se aplicó el diseño bibliográfico y método bibliográfico; la
documentación fue la técnica aprovechada, donde la matriz bibliográfica y la
matriz analítica de contenido, fueron los instrumentos utilizados. Se logró
reconocer al teletrabajo, como un fenómeno multidimensional de interés
transdisciplinario, con consecuencias plurifactoriales, contextualizado en
organizaciones aliadas al sector público venezolano, frente al desafío que
implica la informatización de los procesos y procedimientos que en ello
encuentran lugar, aunado al reto de conservar en sus filas, al trabajador q=
ue
hasta entonces haya contratado, adiestrado, capacitado. Finalmente, pudo concluirse que, al interior de las organizaci=
ones
públicas venezolanas, se transita una realidad controvertida; por un lado, =
esta
aspira concretar acciones orientadas a la automatización de sus operaciones;
por el otro, se propone posicionar al talento humano como su acervo de mayor
valía. Así las cosas, el éxito recaerá en la arquitectura tecnológica sobre=
la
cual apoye su gestión del talento humano, robusteciendo la dinámica laboral=
y
eludiendo así el ausentismo laboral, abandono de cargos y la inminente fuga=
de
cerebros.
Palabras clave: Teletrabajo, TIC, Gestión Pública, Talento
Humano y Venezuela.
Clasific=
ación
JEL: M12, M14, M19
Abstract
With the present extended, the purpose was to raise some epistemic
awards, related to the challenges that teleworking faces, thus generating a=
new
perspective on it, de-ballasting it from the archaic meanings with which it=
has
been discriminated until then. In its preparation, the bibliographic design=
and
bibliographic method were applied; Documentation was the technique used, wh=
ere
the bibliographic matrix and the content analytical matrix were the instrum=
ents
used. Teleworking was recognized as a multidimensional phenomenon of
transdisciplinary interest, with multifactorial consequences, contextualize=
d in
organizations allied to the Venezuelan public sector, facing the challenge =
that
the computerization of the processes and procedures that find place in it
implies, coupled with the challenge of conserving in their ranks, the worker
who until then has hired, trained, trained. Finally, it could be concluded =
that
within the Venezuelan public organizations, there is a controversial realit=
y;
On the one hand, it aims to carry out actions aimed at automating its
operations; on the other, it aims to position human talent as its most valu=
able
asset. Thus, success will fall on the technological architecture on which it
supports its management of human talent, strengthening the labor dynamics a=
nd
thus avoiding work absenteeism, abandonment of positions and the imminent b=
rain
drain.
Keywords: Telework, ICT, Public Management, Human Talent and Venezuela.
JEL Classification: M12, M14, M19. <= o:p>
Introducción
En el proceso de abstracción, encuen=
tra
lugar el desarrollo del pensamiento complejo, el cual no se limita en la
relativización, de las características o cualidades del fenómeno que se
contemple o de cualquier otra cuestión que haya sido percibida por los sent=
idos,
procurando reconocer los nexos que, sin ser evidentes, resulten de interés
empírico. Para nadie es un secreto que la contemporaneidad, es el escenario
infinito donde encuentra lugar, el quiebre de los esquemas clásicos del
comportamiento humano y supuestos preestablecidos, así como la mezcla de
tradiciones y el ejercicio pleno de libertades, la informalidad de los proc=
esos
orgánicos, la apertura de todos los estamentos humanos y la abstracción
artística.
En tal sentido, resulta válido decir=
que en
la abstracción del pensamiento contemporáneo, se reconoce relevancia e
importancia a todo aquello que sucede en el tiempo presente; sí, y con luga=
r en
el período histórico más cercano al momento actual, recordando que todo aqu=
ello
que es actual, a su vez es contemporáneo, siempre que haya sucedido con
posterioridad a la Revolución Francesa en el año 1789; así pues, advirtiendo
los parámetros históricos, se considera contemporáneo a cualquier evento con
lugar en dicho período; mismo que se caracteriza por los constantes adelant=
os
tecnológicos, las transformaciones sociales, intelectuales, ideológicas, cu=
lturales,
políticas, la migración transcontinental, la firme divergencia entre el
capitalismo y el socialismo, el
irreversible e inconmensurable intercambio intercontinental y el fenómeno
reconocido como globalización, que aunado al multiculturalismo, dieron=
fin
a la Edad Moderna, dando paso a la Edad Contemporánea que transcurre aún al=
día
de hoy.
Con base a lo antes descrito, puede =
muy
bien decirse que en el discurso de este artículo, se plantea la idea de abo=
rdar
al teletrabajo, desde la abstracción del pensamiento contemporáneo, context=
ualizándole
en la realidad venezolana de los últimos años, es decir un periodo que va d=
el
año 2015 al 2021, reconociéndole como categoría investigativa y a la vez co=
mo
fenómeno de interés transdisciplinario; pues no debe ignorarse, ni olvidarse
que este surgió como respuesta, a una consecución de eventos económicos y
políticos con lugar en los Estados Unidos de América durante el año 1973, es
decir en la contemporaneidad de los últimos 50 años; y aún hasta entonces, =
se
advierte que continúa desarrollándose y compartiendo escenarios con otros
tantos fenómenos sociales, quizás de data más reciente, pero que de igual
manera y con apoyo a las tecnologías de la información y comunicación, han
logrado potencialidad, robustecimiento, sostenibilidad y longevidad.
En consecuencia, puede entenderse co=
mo
contemporáneo, a todo evento que sucede en el presente y que pertenece al
período histórico de tiempo más cercano a la actualidad, tal es el caso
del teletrabajo, fenómeno que toma lugar aún entonces, como parte de una
realidad convulsa, informatizada, crítica, compleja, y que por su naturalez=
a multidimensional
con consecuencias plurifactoriales, se contrapone per se, a todos los
demás procesos que vinculados al ejercicio laboral, tuvieron lugar en otros=
tiempos
por los que haya transitado la humanidad. En este sentido, resulta válido a=
dvertir
que la contemporaneidad, suele ser descrita como un momento fructífero dond=
e los
avances tecnológicos están cada día más presentes, sobre todo la
tecnología celular y virtual, generada en los últimos 15 años, lo
cual ha permitido al orbe deconstruir los esquemas sociales clásicos.
Conforme a las ideas
expuestas, en el desarrollo del presente estudio, los investigadores se
decantaron por abordar al teletrabajo desde un enfoque crítico, con la
aspiración de generar un constructo epistémico lo suficientemente robusto, =
como
para lograr elevarle de mera mod=
alidad
de trabajo a fenómeno de interés universal, sin dejar de reconocer e=
n él
su carácter contemporáneo y el impacto que gracias a las tecnologías de la
información y comunicación, ha logrado con relación a los procesos de traba=
jo,
que hoy día se suceden al interior de las organizaciones públicas venezolan=
as. Al
respecto, conviene tener en cuenta los hallazgos generados algunos años atr=
ás,
con el trabajo investigativo de autores como Escalante, Cendrós y Urdaneta
(2006), quienes han referido que: “En el Estado Zulia - Venezuela, el teletrabaj=
o se
ha extendido lentamente, y fundamentalmente en determinados sectores, tales
como: banca, seguros, servicios públicos entre otros; siendo aprovechado en
numerosas funciones: contabilidad, secretaría, gestión de los sistemas
informáticos” (p. 237).
Igualmente, es preciso reconocer que=
el
teletrabajo ha sido una temática estudiada tan sólo por algunos profesional=
es,
expertos y académicos venezolanos, motivados por el interés de generar
contenidos autóctonos relativos a este, confrontados a una realidad social =
plagada
de dificultades y limitaciones tecnológicas, más aún en los últimos 6 años,=
lo
cual no ha sido mella para que los estudiosos del comportamiento humano y
organizacional, profundicen en el aprovechamiento de este fenómeno tan comp=
lejo
como translógico. Así también, tal como en 2006 los autores referidos en el
párrafo anterior, tuvieron oportunidad de completar su investigación sobre =
las
implicaciones legales del teletrabajo, en la región zuliana del país surame=
ricano;
tiempo después se llevó a cabo otra indagatoria con abordaje al mismo; cont=
extualizado
en la región central del Estado Venezolano, la cual, al ser finalizada le
permitió a la investigadora Bolívar (2011), definir al teletrabajo de la
siguiente forma:
El teletrabajo, reviste una manera de realizar el
trabajo que omite la presencia física del trabajador en la infraestructura =
de
la organización, y que se ejecuta con la ayuda de medios tecnológicos y un
conocimiento previo en el área telemática. Este ha sido estudiado por diver=
sos
especialistas en el tema, enmarcado dentro de las fórmulas laborales flexib=
les,
donde los conceptos básicos del horario y productividad adquieren nuevas
dimensiones. (p. 18)
Ahora bien, es fundamental exponer q=
ue para
lograr contextualizar verdaderamente al teletrabajo en la realidad comparti=
da
por los venezolanos, resulta irrenunciable traer a colación la crisis
sociopolítica por la que atraviesa el país suramericano, misma que ha
transformado el devenir diario del ciudadano común; pues aún cuando desde h=
ace algún
tiempo se hablaba de teletrabajo en Venezuela, no fue sino hasta los último=
s 6
años que su aprovechamiento se ha ido masificando; esto sin lugar a dudas, =
como
consecuencia a la escasez de combustibles fósiles al interior de la repúbli=
ca, que entre el año 2015 y el 2021, ha logr=
ado
robustecer la crisis energética en Venezuela, lo que ha tenido efectos
desfavorables en el funcionamiento de los servicios más elementales: agua
potable, gas doméstico, energía eléctrica, internet, transporte público y
colectivo, telefonía móvil y fija, entre otros; dicho argumento no aspira e=
n lo
absoluto, dramatizar los hechos que en la contemporaneidad han encontrado
lugar, ni menos aún politizar el discurso del presente artículo; sino
simplemente dejar claro y sin cortapisas que la complejidad del contexto
esbozado, forzó a muchas organizaciones y en consecuencia a sus trabajadore=
s, a
optar por cumplir con sus responsabilidades y compromisos laborales desde la
telepresencia.
Del mismo modo, cabe mencionar que la
situación descrita en el párrafo anterior, guarda mucha relación con el
aprovechamiento masivo del teletrabajo en Venezuela, ya que cuando se dific=
ulta
la posibilidad de cumplir con las responsabilidades, compromisos y obligaci=
ones
laborales de manera presencial, no queda otra opción más que la telepresenc=
ial,
en ello estriba el interés de los investigadores por reiterar en el discurso
del presente artículo, la referida crisis sociopolítica por la que atraviesa
Venezuela hoy día y que sin lugar a dudas es el origen de la fuga de cerebr=
os
en el país suramericano. Es un hecho públi=
co y
notorio que la escasez de combustible en Venezuela, ha agravado, profu=
ndizado
y potencializado la crisis social en general[1], lo que como mínimo ha
dificultado la movilización vehicular o automotriz de los ciudadanos
venezolanos y de cualquiera que aun sin serlo, haga vida en el referido paí=
s. Lo
anterior se suma al hecho que, desde hace algún tiempo, estas personas ya e=
staban
experimentando dificultades para trasladarse de un lugar a otro, como resul=
tado
al desabastecimiento de repuestos o refacciones automotrices, bienes que, en
los últimos 5 años, apenas algunos actores económicos han logrado producir e
importar (ACNUDH, 2021).
Entre tanto, todo lo que hasta este
momento se ha expuesto, es apenas una pálida idea de lo que diariamente deb=
en
confrontar los profesionales y trabajadores venezolanos, para quienes ejerc=
er
sus obligaciones y compromisos laborales desde la telepresencia, pudiera
resultar beneficioso e incluso un alivio, ante la pesadilla que diariamente=
representa
procurar y conseguir algún medio de transporte, para poder llegar hasta su
sitio de trabajo en el horario establecido, tal y como podían hacerlo hasta
hace algún tiempo. Con respecto a esto, la misma autora venezolana, Bolívar
(2011), ha señalado lo siguiente: “La idea del trabajo a distancia se consi=
dera
como una nueva oportunidad para las personas (…), tanto en virtud de la
creciente flexibilidad de los convenios laborales como de la eliminación de=
la
necesidad de desplazarse para ir a trabajar” (p. 18).
En tal sentido, continua con su
planteamiento la misma Bolívar (2011), quien ha señalado lo siguiente: “La
actuación de las personas, generalmente limitada a un espacio determinado y=
a ha
dejado de ser una barrera, se abre ahora, a través de las tecnologías digit=
ales
de comunicación, la intervención de espacios más globales” (p. 24). Ante una
realidad social contemporánea, como la que atraviesan las organizaciones
venezolanas aliadas al sector público, ha sido preciso tomar determinacione=
s efectivas,
que favorecieran a corto plazo la transición entre el ejercicio laboral
presencial y el telepresencial. Por su parte, con el desarrollo de la
investigación académica, contextualizada en el Estado Aragua, ubicado en la
región central del país suramericano, la autora Bello (2016), ha expuesto q=
ue:
“El trabajo asalariado, ha sufrido una modificación en los últimos años, da=
ndo
lugar a múltiples formas de ejercicio laboral; pero no todos los países han
efectuado su adecuación legal y estructural para su implementación y regula=
ción”
(p. 134).
Así pues, resultó preciso tener en c=
uenta
otras posturas investigativas, que con relación
al teletrabajo en Venezuela, fueron expuestas desde la episteme, pro=
curando
más allá de concretar o reunir diversos antecedentes, enriquecer la data
informativa, con la que se logró exhibir de que manera este ha sido tratado=
por
los científicos y expertos criollos, abordándole en la realidad venezolana,=
y
al mismo tiempo sirvieron de sustento y justificación al desarrollo de nuev=
as
iniciativas investigativas, tal como el presente artículo; que le conciban =
como
algo más que un simple formato de gestión operativa, modalidad de trabajo o=
una
cuestión procedural, al advertir las diversas y numerosas consecuencias, que
este ha tenido en el comportamiento humano y organizacional, transformando =
los
esquemas clásicos de la gestión estratégica, administrativa, técnica y
operativa con lugar en la Venezuela contemporánea. Con la completación de su
indagatoria, fueron los autores Contreras y Lago (2018), quienes lograron
concluir lo siguiente:
El teletrabajo en Venezuela es una condición lab=
oral
que ha sido poco abordada y cuyos resultados en el presente estudio, permit=
en
afirmar que los participantes poseen niveles de exposición mayoritariamente
favorables para la salud, frente a otras poblaciones estudiadas en el mismo
período de tiempo, lo cual puede sugerir que el teletrabajo, es una alterna=
tiva
recomendable a nivel de salud, adquiriendo así una mayor relevancia para el
área de la salud ocupacional nacional. (p. 88).
Igualmente, se debe esclarecer que, =
en el
discurso de este artículo, no se persigue desarrollar un conglomerado de
elucubraciones injustificadas, ni menos aún una serie de apologías tendenci=
osas
que terminen por confundir aún más, a quienes estén interesados en entender=
y
comprender el comportamiento del fenómeno; abordado desde las bases concret=
as
que sostienen la realidad social venezolana. En pos de ello, durante el
desarrollo del presente estudio, los investigadores visualizaron que, en la
profundización de los contenidos, relativos a algunos retos y desafíos que
afronta el teletrabajo, se podría elaborar un constructo epistémico que
sirviera de sustento, para la elaboración de nuevas investigaciones, que
conciban desde el inicio al teletrabajo, ya no como una simple y llana
modalidad de trabajo, sino como un evento de mayor trascendencia. Pa=
ra
puntualizar estos aspectos, se ha tomado en cuenta la propuesta investigati=
va
de Ramírez, Tapia, Vega y Villagómez (2021), quienes han señalado lo siguie=
nte:
Uno de los desafíos que dificultan el
aprovechamiento del teletrabajo en Sudamérica, es la falta de regulación
jurídica; tal es el caso de Venezuela, donde esto compete a las normas
previstas en la legislación laboral y la figura que más se asemeja al
teletrabajo es el trabajo a domicilio. (p. 669)
Finalmente, conviene aclarar que este
artículo fue elaborado a los fines de socializar los hallazgos logrados, tr=
as
la completación de un procedimiento sistematizado, donde se aprovechó un
componente metodal, que, en opinión de los investigadores, resultó de gran
utilidad; teniendo en cuenta la batería documental concretada y la naturale=
za postpositivista
del estudio en cuestión, del cual se desprende el presente extenso, donde se
eleva al teletrabajo como un fenómeno de interés científico. Igualmente, se
tuvo el propósito de reconocer en el teletrabajo, elementos diferentes a los
referidos por otras investigaciones; para lo cual, se precisó la concatenac=
ión
y confrontación de contenidos, que no sólo fueron generados en Venezuela, s=
ino
también en otros países del continente suramericano, lo cual permitió ofrec=
er laudos
epistémicos propios, originales y autóctonos; dando lugar a una investigaci=
ón
cualitativa totalmente diferente y de carácter innovador.
=
Materiales y métodos
Método
En la elaboración del pr=
esente
artículo, fue seleccionado desde un principio el método bibliográfico, mismo
que consiste en la revisión sistemática del material bibliográfico relacion=
ado
al tema abordado; con este se logra condensar y aplicar una secuencia de
técnicas y estrategias que permiten localizar, identificar y acceder a los =
documentos
necesarios para concretación del estudio. En opinión de los investigadores, el mét=
odo
bibliográfico, fue considerado el más indicado, no sólo por el tipo de
investigación de la cual el presente artículo se desprende, también, por la
naturaleza de los contenidos auscultados en el momento hermenéutico, y al m=
ismo
tiempo, porque este congrega un conjunto de técnicas especiales, que result=
an
de utilidad para ubicar y aprovechar los archivos pertinentes a la indagaci=
ón
en cuestión.
Igualmente, es importante
reiterar que el método bibliográfico, ostenta un conglomerado de elementos
técnicos específicos, que le cohesionan de forma fructífera con el diseño
bibliográfico, así como con la técnica reconocida como documentación; recur=
sos
metodológicos que también fueron seleccionados por los investigadores, para
concretar el componente metodológico de este estudio, con apoyo a su
experiencia en este tipo de investigaciones. En lo que a ello respecta, Lóp=
ez (2002),
ha dejado claro que: “Para realizar un trabajo de investigación, es necesar=
io
llevar a cabo un desarrollo metódico, que permita la consecución de los obj=
etivos
propuestos, la formulación clara, concreta, precisa del problema y la
metodología de investigación rigurosa y adecuada” (p. 167).
Así pues, se deja claro =
que en
este estudio se hizo uso del método bibliográfico, teniendo en cuenta la
naturaleza de la investigación documental, donde se procura obtener,
seleccionar, compilar, organizar, analizar e interpretar contenidos,
relacionados al fenómeno abordado de fuentes documentales, así también el periodo contemporáneo que
fuera abarcado, por los archivos documentales seleccionados como unidades de
análisis y el propósito fundamental de elevar algunos laudos epistémicos,
relacionados con los retos y desafíos que aún entonces enfrenta el teletrab=
ajo
en Venezuela, mismo que se sostuvo en todo momento. En ese orden de ideas, =
vale
tener presente lo que implica el método bibliográfico, sobre el que =
Barbosa y Urrea (2018), han explicado lo
siguiente: “Este, consiste en indagar, recolectar, organizar, analizar e
interpretar información o datos relacionados a alguna temática. Éste es
conducente a la construcción de conocimientos, así mismo sistematiza de for=
ma
objetiva y metódica los estudios empíricos publicados sobre un determinado =
tema
de investigación” (p. 145).
Diseño
Desde su experiencia, Ló=
pez (2002),
ha planteado lo siguiente: “Para acometer científicamente el problema metod=
ológico,
se debe analizar qué modelo o enfoque conceptual resulta más adecuado para
afrontar eficazmente la Investigación” (p. 168). Partiendo de allí, los
investigadores se decantaron por el diseño bibliográfico, como columna
vertebral, para el desarrollo integral del componente metodal que enmarcó e=
ste
estudio; tomando en cuenta que el propósito del artículo, fue lograr generar
laudos epistémicos originales e innovadores, que en la narrativa de sus aut=
ores,
brindasen un enfoque humanístico del teletrabajo como fenómeno, desde el
pensamiento complejo, más allá del=
espectro
tecnológico que le arropa, sin dejar de lado que al tratarse de una
investigación documental, este diseño bibliográfico se ajusta como ningún o=
tro.
Al elaborar una investigación de este tipo, es fundamental tener en cuenta,=
aquello
que en su momento Gómez, Galeano y Jaramillo (2015), han expuesto:
Los textos
enfocados en la comprensión, no buscan necesariamente recuperar el conocimi=
ento
acumulado. Sí, revisan la literatura, en ocasiones bastante extensa, pero no
exponen balances o inventarios puesto que sus objetivos están enfocados en =
la
hermenéutica, la reflexión, la crítica y finalmente la comprensión.
Técnicas e Instrumentos
Técnicas
En este estudio, fue apl=
icada
la documentación como técnica investigativa, para la intervención de los
escritos donde reposaban contenidos de interés, de acuerdo con el criterio =
de
los investigadores, a los fines de conducir una investigación apoyada en el
método científico, hacia el aprovechamiento máximo de los archivos
seleccionados para tal fin. Por su parte Rojas (2011), expuso que: “En
particular, un documento está constituido por dos partes: el soporte
documental, que es el material físico en que se presenta el documento; y, p=
or
otro lado, la información contenida en el documento” (p. 281); esto, a mane=
ra
de tener en cuenta, como estuvo conformada la data documental aprovechada, =
para
la elaboración del presente artículo.
Con relación a la técnic=
a de
revisión documental, también llamada documentación, autores como Martín y
Lafuente (2017), explicaron que: “Este proceso es conocido como búsqueda
documental, revisión de antecedentes, investigación bibliográfica o documen=
tal”
(p. 152). Al mismo tiempo, otros autores como Rojas (2011), han expuesto lo
siguiente: “La documentación, comprende una serie secuencial de procedimien=
tos
orientados a la aproximación al, procesamiento y recuperación de información
contenida en documentos, independientemente del soporte documental en que se
hallen” (p. 279). Es preciso tener en cuenta, que para el estudio de donde =
emerge
el presente extenso, conviene reconocer que la documentación fue la técnica
aplicada por los investigadores, la cual favoreció su dinámica indagativa, =
desde
el inicio del procedimiento propiamente dicho, con relación a ello, Martín y
Lafuente (2017), plantearon que:
El investigador=
, a
medida que avanza en su proyecto, debe ir documentando cada una de las fuen=
tes
de información utilizadas. Determinar la cantidad óptima de citas, el tipo =
de
documentos a citar o las formas de citación dentro del texto son algunos de=
los
aspectos más frecuentes que debe enfrentar todo investigador. (p. 153)
Entre tanto, no conviene=
dejar
de lado que la técnica documental =
aprovechada
en este estudio, puede tener lugar en cualquier momento de la indagatoria, =
excluyendo
-obviamente- aquel en don=
de se revelan
los hallazgos finales, pues, ciertamente tanto al inicio, como en el desarr=
ollo
y prolongación de la investigación; los investigadores tuvieron la oportuni=
dad
de refrescar la batería documental en la que se apoyaron, tanto para la
concertación del marco teórico, como para el entendimiento y comprensión del
fenómeno auscultado. Esta, fue descrita por Rojas (2011), de la siguiente
manera: “Como ejemplos de documentación pueden contarse las técnicas de
lectura, aproximación al documento, la reseña, el resumen, entre otras form=
as
de sistematizar los contenidos, para lograr con ello la recopilación de la
información” (p. 279).
Instrumentos
Es importante tener en c=
uenta
que en toda investigación y sobre todo en las de corte documental,
bibliográfico, y muy especialmente en los estados del arte, no se deben
confundir jamás a las técnicas con los instrumentos investigativos. Aquellos
interesados, en llevar a cabo labores investigativas de corte científico y
académico, están exhortados a comprender que las técnicas como tal, compren=
den un
conjunto de procedimientos específicos, que, seguidos en toda regla, favore=
cen
el alcance de diversos logros, entre los que puede contarse la determinació=
n de
vínculos entre las variables/categorías/fenómenos con el o los sujetos de
la investigación, y al mismo tiempo con el contexto donde este se
desenvuelve. Básicamente hablando, las técnicas de investigación, describen=
los
pasos que debe cumplir el investigador, para concretar la data informativa =
de
la que apoyarse en el desarrollo de su estudio.
Por otro lado, los
instrumentos de investigación corresponden a los mecanismos, de los que el
investigador se vale, para la recopilación o recogida de la data propiamente
dicha; entre los cuales pudiera contarse a las fichas de todo tipo, el cuad=
erno
de notas, las notas sobre notas, los formularios, pruebas, test, escalas de opinión y listas de chequeo, la grabadora digi=
tal,
la cámara de vídeo e incluso la cámara fotográfica, entre otros tantos; mis=
mos
que serán escogidos con apoyo al tipo de investigación, en la que se procure
aprovecharles y por supuesto al propósito que el interesado aspire concreta=
r. Demás
está decir, que el instrumento en su naturaleza y constitución, es algo tan=
gible,
sólido, palpable. Ahora bien, entre los instrumentos aplicados para el pres=
ente
estudio, puede contarse a la matriz bibliográfica, sobre la que Gómez, Gale=
ano
y Jaramillo (2015), han planteado lo siguiente:
La matriz
bibliográfica comprende un instrumento diseñado en Excel, donde se
inventariaron todos los textos que conformaron el universo y sobre el cual =
se
aplicaron los filtros de selección. También cumplió la función de reseñar l=
os
textos, y lo hizo de forma práctica y asequible. (p. 426)
Al mismo tiempo, en este
estudio ha sido aprovechado otro instrumento, tal es el caso de la matriz de
análisis de contenido, la que, desde su experiencia, Andréu (2002), ha desc=
rito
así: “Esta se basa en la lectura textual o visual, como instrumento de reco=
gida
de información, lectura que, a diferencia de la lectura común, debe realiza=
rse
siguiendo el método científico, es decir, debe ser, sistemática, objetiva,
replicable, válida” (p. 02). Igualmente, se precisa tener en cuenta la opin=
ión
de Díaz (2018), quien, con relación a la matriz de análisis de contenido, ha
señalado lo siguiente: “En ella la idea es desarrollar la perspectiva
interpretativa de los textos, profundizando más allá de del contenido
manifiesto, también al contexto y contenido latente desde donde se expresa =
el
mensaje” (p. 126). Por su parte, G=
ómez,
Galeano y Jaramillo (2015), ha explicado que:
La matriz analí=
tica
de contenido comprende un instrumento diseñado en Excel donde se relacionar=
on
los textos de la muestra, escritos en vertical, con las categorías de análi=
sis,
escritas en horizontal. De cada texto se extrajeron todos los párrafos o fr=
ases
donde se desarrolló un tema relacionado con alguna de las categorías y se u=
bicó
en la escuadra. También contó con la bibliografía y las observaciones de ca=
da
texto de una forma organizada que facilitó la lectura lineal y transversal.=
(p.
426)
Documentos revisados
En la elaboración del es=
tudio en
cuestión, fueron seleccionados como unidades de análisis un conglomerado de
artículos científicos; donde reposaron los resultados o hallazgos de divers=
as
investigaciones originales, que con abordaje al teletrabajo, dieron cuenta =
del
fenómeno como categoría de interés
científico, desde las ciencias humanas, sociales y administrativas; así pues
este compendio de escritos documentales, de tipo físico y digital, conforma=
ron
las unidades de análisis iniciales y finales. Por su parte, Cáceres (2003),=
ha
expuesto lo siguiente: “En la investigación documental, las unidades de
análisis corresponden a los contenidos, sobre los cuales se elaboran los
análisis investigativos, hacia la consecución de los hallazgos finales. Est=
os,
representan el alimento informativo principal para procesar, pero ajustándo=
lo a
los requerimientos de quien devorará dicha información” (p. 60). En ese
sentido, adquiere relevancia lo que Fernández (2002), ha explicado:
Desde el moment=
o en
que no todos los fenómenos sociales son susceptibles de ser observados en el
tiempo de su ocurrencia y, dadas las dificultades actuales para su completa=
y
correcta transmisión por la vía oral, cobran importancia los documentos
escritos por su capacidad de convertirse en registros históricos a los que =
se
puede acudir con relativa facilidad para la investigación de determinados
aspectos de la sociedad. (p. 35)
Entre tanto, autoras como
Martín y Lafuente (2017), plantean lo siguiente: “La revisión bibliográfica=
constituye
una etapa esencial en el desarrollo de un trabajo científico y académico.
Implica consultar distintas fuentes de información, catálogos, bases de dat=
os,
buscadores, repositorios; y recuperar documentos en distintos formatos” (p.
152). Por ello, el estudio en cuestión se considera una investigación docum=
ental,
pues reviste muchas de las características esenciales, de este tipo de
abordajes científicos y académicos. Por su parte, Vizcaíno, Serrano, Jiméne=
z y
Pastor (2016), han señalado que:
Durante las
revisiones bibliográficas se identifican, analizan y categorizan todos los
artículos de acuerdo a las características de las investigaciones en las que
pudieran ser aprovechados. Después, se revisan las notas preliminares y se
lleva a cabo una discusión sobre los patrones que emergieron con respecto a=
las
temáticas de investigación, la especificidad de los conceptos con relación =
al o
los propósitos de la investigación. (p. 488)
Así pues, en la elaborac=
ión de
un estudio documental como este, conviene llevar a cabo un procedimiento
acucioso de búsqueda, selección y discriminación de fuentes, decantándose p=
or
aquellas de naturaleza original e indubitada, para con ello sustentar de fo=
rma
fehaciente los hallazgos que finalmente serían revelados. Con relación a el=
lo,
autoras como Martín y Lafuente (2017), han planteado lo siguiente: “A parti=
r de
esa revisión bibliográfica, el investigador va construyendo el marco teóric=
o,
documentando antecedentes y elaborando la bibliografía que se incluye al fi=
nal
de un trabajo científico o académico” (p. 153). Del mismo modo, conviene te=
ner
en cuenta que este tipo de revisión a fuentes bibliográficas, es aplicado de
forma frecuente en investigaciones de corte documental. Respecto a lo anter=
ior,
Cáceres (2003), ha explicado que: “En la investigación documental, se recon=
ocen
como unidades de análisis, a aquéllas que son de base gramatical, es decir,
propias de la comunicación verbal o escrita” (p. 61). Por su parte, autoras como Ma=
rtín
y Lafuente (2017), plantearon que:
La bibliografía de un trabajo permite, en muchos casos, obtener un
estado del arte sobre un tema, razón por la cual una correcta y minucio=
sa
evaluación de la misma en un trabajo de investigación no sólo garantiza que=
el
investigador se haya documentado bien, sino que le otorga mayor rigurosidad=
al
trabajo. (p. 162)
Procedimientos
Con relación al
procedimiento cumplido en el tratamiento de las fuentes documentales, convi=
ene
tener presente desde el primer momento a Martín y Lafuente (2017), quienes =
han señalado
lo siguiente: “La bibliografía, si bien constituye el último ítem de un tra=
bajo
de investigación, se comienza a elaborar apenas se define el tema y se empi=
eza
a buscar documentación” (p. 153). Cabe dejar claro que en el desarrollo de =
este
estudio, se llevó a cabo la recopilación de archivos documentales, de tipo
digital y físico, donde se logró reconocer el contenido necesario, no sólo =
para
la elaboración del artículo, sino también para la concertación de un constr=
ucto
teórico denso, que diera cuenta del fenómeno abordado, y que igualmen=
te
se vincula con la investigación original de la cual se desprende, sin llega=
r a
la repetición de fuentes bibliográficas, para con ello generar un extenso q=
ue
fuese más allá, de lo ya labrado con la referida obra académica.
Así también, es importan=
te
esclarecer que durante el proceso heurístico, no se tomaron en cuenta archi=
vos
documentales, que abordasen al fenómeno desde un enfoque técnico e informat=
izado,
salvo que incorporaran una perspectiva humanista, donde se hiciera
referencia al teletrabajo desde la mirada del otro, es decir, con una
perspectiva social y humana, ya que el interés de los autores del presente
manuscrito, se enfocó esencialmente en reconocer que, amén del trasfondo
tecnológico que permea al mismo, no puede invisibilizarse el gran impacto q=
ue
este fenómeno ha ejercido, sobre el talento humano en su desenvolvimiento
profesional, durante más de 47 años, cuando en 1973, ante la crisis petrole=
ra
que en aquella época atravesaba EE.UU., Jack Nilles, pensando en alguna man=
era
de reducir el consumo de combustibles fósiles, consideró necesario generar
alternativas de gestión resolutoria a corto plazo, que permitiesen a los
trabajadores cumplir con sus compromisos y obligaciones laborales, sin la necesidad de traslada=
rse
hasta el sitio de su oficina y luego de vuelta a su lugar de residencia.
Igualmente, cabe reconocer que tal búsqueda =
de
documentos y posibles fuentes de información, susceptibles de ser aprovecha=
das
por los investigadores, se le reconoce como el momento heurístico de la
investigación. Vale decir, que en dicha búsqueda no se incluyeron ponencias=
de
congresos, ni capítulos de libros; pues los autores de este extenso conside=
raron
que las fuentes del conocimiento original, estaban conformadas exclusivamen=
te
por artículos de revistas indizadas, ya que desde hace algún tiempo,
investigando juntos, han observado que es en estos, donde se socializa el
verdadero conocimiento de primera mano, como resultado o hallazgo de
investigaciones formales, elaboradas con anterioridad, y que por demás, die=
ron
cuenta del fenómeno desde la óptica académica y científica propiamente dich=
a.
En ese orden de ideas, los autores del
manuscrito tienen claro que los artículos científicos, conforman la fuente =
del
conocimiento directo de más fácil acceso; por lo cual se decantaron hacia la
búsqueda de fuentes documentales de este tipo, a través de plataformas
electrónicas, como: Dialnet, AJOL, RedALyC, SciELO, Latindex, Scopus, AURA,
REDIB, entre otros sit=
es;
propios de cada revista. Aunque la masa documental concretada con dicha
búsqueda, estuvo conformada por más de 71 archivos, no sería sino hasta la
discriminación documentaria, lleva=
da a
cabo por los investigadores, que finalmente fueran seleccionadas un total d=
e 43
fuentes, que abarcaron un periodo comprendido entre el año 2002 y el año 20=
21,
para llevar a cabo el análisis, confrontación y reflexión sobre los
contenidos que reposaban en estas, y que finalmente fueron señaladas en el
segmento: referencias bibliográficas.
Así pues, cabe destacar =
que
para lograr configurar la batería documental aprovecha, se llevó a cabo la =
recopilación
de archivos de interés, en las plataformas indicadas en el párrafo anterior=
; y
para poder ubicar cada una de estos, se utilizaron como criterios de búsque=
da
los siguientes: teletrabajo, telemática, TIC, gerencia estratégica, prospec=
tiva
organizacional, gestión estratégica, entre otros. Ahora bien, cada uno de l=
os
archivos seleccionados para su intervención, fue abordado mediante técnicas=
e
instrumentos científicos, propios de la investigación documental y los esta=
dos
del arte en las ciencias humanas, sociales, administrativas, ajustadas al
paradigma postpositivista. Vale acotar que, en su investigación respecto al
teletrabajo, el experto Calderón (2017), dejo claro lo siguiente: “El estado
del arte es elegido como metodología, por ser la recolección de información
detallada sobre lo que hasta ahora se ha dicho, sobre el fenómeno en cuesti=
ón y
sus condiciones a nivel empresarial, familiar y social” (p. 13).
Igualmente, resulta
verdaderamente necesario dejar claro, que, tras la culminación del momento
heurístico, tuvo lugar el momento hermenéutico, mismo donde el escenario
investigativo invitó a la reflexión profunda y posterior teorización acerca=
del
fenómeno abordado. Con respecto a ello, Arráez, Calles y Moreno (2006), exp=
licaron
lo siguiente: “La interpretación viene a identificarse con la comprensión de
todo texto cuyo sentido no sea inmediatamente evidente y constituya un
problema, acentuado, por alguna distancia histórica, psicológica,
lingüística, que se interpone entre nosotros y el documento” (p. 173). =
Finalmente, fue durante el momento hermenéutico inherente al proceso indagativo, donde cada investigad= or, tuvo la oportunidad de acercarse a contenidos de interés neurálgico, que de= ntro de los archivos seleccionados, dieron cuenta del teletrabajo como categoría= de interés científico, académico, universal; la cual más allá de todo ello, se= ha elevado como fenómeno fundamentalmente humano, social y administrativo, el = cual en su desarrollo y prolongación, reviste características integradoras desde distintas ciencias. Desde su experiencia Arráez, Calles y Moreno (2006), han dejado claro lo siguiente: “El hermeneuta es, por lo tanto, quien se dedica= a interpretar y develar el sentido de los mensajes haciendo que su comprensión sea posible, evitando todo malentendido, favoreciendo su adecuada función normativa y la hermenéutica una disciplina de la interpretación” (p. 173).<= o:p>
Fundamentación Teórica
Muchos
y de diversa índole, fueron los eventos que han encontrado lugar en la hist=
oria
contemporánea venezolana. En este extenso, se tuvo como propósito profundiz=
ar
en el teletrabajo; no como una simple cuestión procedural, sino como un
fenómeno; que ha sido reforzado por el desarrollo y consecución de los
diferentes acontecimientos suscitados en el país suramericano. Para nadie e=
s un
secreto que en los últimos 20 años y aún al día de hoy; la sociedad venezol=
ana,
se ha visto forzada a confrontar un conglomerado de escenarios perjudiciale=
s,
generados por actores políticos y sociales, opositores al Gobierno Bolivari=
ano
Venezolano, y que más allá de resultar desafiantes, bien podrían ser
calificados como siniestros, dada la manera en la que han sido forjados,
advirtiendo su representación, naturaleza, ejecución y prolongación; hacien=
do
un especial hincapié, en las múltiples formas en las que se ha perjudicado,=
a
cada uno de los venezolanos que aun hacen vida en su país y que demás está
decir, ha dado lugar a la diáspora venezolana.
A
tenor de lo anterior, conviene dejar claro que con el discurso de este exte=
nso,
se precisa exponer desde un enfoque científico, académico, epistémico,
hermenéutico, dialectico y de forma descriptiva, los diferentes eventos que=
han
encontrado lugar, en el contexto real por el que los venezolanos contemporá=
neos
transitan; lejos está la idea de asumir una postura política o de generar
alguna matriz de opinión de tal índole, ya que no es la finalidad de este
extenso, opinar sobre la realidad política venezolana, ni menos aún se aspi=
ra
con lo acá expuesto, asumir posturas políticas, pues el propósito absoluto =
del
presente artículo, es reconocer al teletrabajo como algo más que una modali=
dad
de empleo, y para lograr sustentar y sostener dicho planteamiento, resulta
válido expresar, que tal como se desarrollan y prolongan los distintos
escenarios en la Venezuela de hoy, se considera más que viable dicha propue=
sta.
Así
pues, resulta preciso exponer que, entre los eventos, referidos anteriormen=
te,
se eleva sobre cualquier otro, uno de los sucesos que, con fuerza bruta, ha
golpeado la realidad social de la Nación suramericana, mismo que ha sido re=
conocido
como La escasez de combustible en Venezuela, el cual por sí solo logró
robustecer y profundizar, la crisis multiforme por la que transitan los
venezolanos contemporáneos, que a la fecha hacen vida en su país de origen.=
Más
allá de ello, es preciso exponer, que dicho acontecimiento ha conseguido
alcances mayores a cualquier otro que se le compare y vaya que en Venezuela=
hay
muchos sucesos con que compararlo, pues con la falta de combustibles fósile=
s,
es decir algunos derivados del petróleo: gasolina de motor, gasolina de
aviación, diésel, gasoil, querosén, solventes, bases lubricantes, asfalto,
combustible pesado, parafinas, entre otros; cualquier proceso energético,
tecnológico, económico, agrícola, social, laboral, cultural, educacional y
humano se paraliza.
Igualmente, lo anterior ha logrado agravar de manera contundente y
profunda, la crisis eléctrica por la que atraviesa Venezuela desde hace var=
ios
años, y que empeoro con El apagón nacional en Venezuela, evento que tuvo lu=
gar
los primeros días del mes de marzo del año 2019 y del que a la fecha se
extienden algunas consecuencias. Así entonces, es preciso reiterar que los =
acontecimientos
descritos en el párrafo anterior, han tenido incontables trascendencias, en=
tre
las que se cuenta a la forzosa transformación del escenario laboral
contemporáneo, donde muchos venezolanos se han visto obligados, a llevar su
ejercicio profesional u ocupacional de lo presencial a lo telepresencial, a=
unado
a ello, ha logrado apreciarse que durante los últimos 6 años, el mercado
laboral se ha diversificado en múltiples formas de gestión, a las que el
comportamiento humano y organizacional se ajustó ineluctablemente.
Así
entonces, en el país suramericano la manera tradicional de ir al trabajo,
cumplir con la jornada laboral y ejercer las funciones inherentes a su carg=
o,
ha dejado de ser lo habitual, forzoso u obligatorio, pues en muchos casos, =
resulta
imposible ejecutar acciones tan simples, como las de trasladarse de un luga=
r a
otro, escenario consecuente a la escasez de gasolina y a las pocas opciones
disponibles de transporte público y colectivo, sobre todo en las regiones
centro-occidental y occidental, donde la existencia autobuses, carritos por
puesto[2],
taxis, entre otros son muy escazas; todo lo cual ha obligado a muchas
organizaciones, a implementar el uso de las tecnologías de la información y
comunicación, [a las que en adelante se hará referencia como TIC, en el
discurso del presente extenso]. Pudiera decirse q=
ue
tal fenómeno es consecuencia directa, no sólo del auge que hasta entonces h=
an
alcanzado las TIC, sino también a la precariedad con la que se debe vivir e=
n un
país, donde cada día es más difícil conseguir un medio de transporte… por
ridículo que pueda parecer.
Así
pues, ante la vertiginosa realidad de los tiempos que corren en Venezuela,
teniendo en cuenta las economías emergentes al sur del Continente Americano=
, la
crisis económica y política post pandemia por COVID-19, el incremento en los
índices de pobreza, desigualdad, miseria en la periferia mundial: México, C=
osta
Rica, Honduras, Panamá, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Belice, Venezuel=
a, Colombia,
Ecuador, Perú, Uruguay, Paraguay, Chile, Brasil, Argentina; corresponde a l=
as
organizaciones contemporáneas venezolanas aliadas al sector público, ajustar
sus planes, programas y políticas de gestión gerencial, administrativa=
y
operativa, a la complejidad social por la que transita la humanidad a nivel
global, cuestión que sin ir muy lejos, se resiente aún más en los países
tercermundistas por razones de índole diversa.
En
ese sentido, conviene tener presente que para lograr entender o aún mejor c=
omprender,
el desarrollo de todos estos procesos y la forma en la que se vinculan entr=
e sí,
dando origen al auge de las TIC y todos los fenómenos que de ello se
desprenden, [entre los que se destaca el teletrabajo], conviene tener en cu=
enta
la manera en la que los expertos definen, caracterizan y explican dicha tem=
ática;
pues el teletrabajo, como fenómeno susceptible de ser abordado en un sentido
epistemológico, comprende un cúmulo de procesos inherentes a este, como fig=
ura importante
y relevante en la cultura organizacional contemporánea. Así pues, conviene =
definirle
no solo en su sentido estricto, sino también desde distintas dimensiones, c=
ultural,
tecnológica, social, humana, antropológica e incluso estratégica, como
elementos inherentes al estudio de las ciencias del comportamiento humano y
organizacional, ciencias gerenciales, sociales, administrativas y humanas.
Conforme a lo anterior, se presentan los siguientes contenidos a saber:
Teletrabajo: fenómeno multidimensional,
transdisciplinario de consecuencias plurifactoriales
Para
poder abordar tal fenómeno, e incluso auscultarle como categoría de interés
científico, es necesario explicarle desde la episteme, con sustento a lo que
hasta entonces, han expuesto los autores. Tras su experiencia como
investigadora, Calderón (2017), ha definido al teletrabajo de la siguiente
manera: “El teletrabajo, representa una nueva forma para llevar a cabo
funciones laborales, basada en el desarrollo de actividades, sin necesidad =
de
acudir a un sitio específico u oficina, apoyándose en tecnologías de
información, tales como computadores y acceso a internet” (p. 11). Pero ell=
o,
no puede dejarse hasta allí, en un sentido estricto meramente. Con atención=
al
enfoque humanístico del presente estudio, resulta válido profundizar en el
comportamiento de dicho fenómeno, desde sus diferentes dimensiones: cultura=
l, tecnológica,
social, humana, antropológica e incluso estratégica. Al respecto, conviene =
rescatar
aquello que Castro (2020), en su oportunidad tuvo a bien señalar:
El teletrabajo es una modalidad de empleo que data de los años 70’s,
década en la que, Estados Unidos presentó la más impetuosa crisis económica=
del
país, a causa de la devaluación del petróleo, situación que exigió la reduc=
ción
de costos en las empresas, y la minimización del personal debido a la caren=
cia
de recursos económicos. (p. 3)
Ahora
bien, dejando claro que en un sentido estricto, el teletrabajo corresponde a
una modalidad o forma de ejercicio laboral a distancia, con aprovechamiento=
de
los recursos tecnológicos necesarios, también resulta fundamental tener en
cuenta, que este comprende varias dimensiones, entre estas se destaca a la
dimensión cultural, pues desde su incursión en el aparato productivo a nivel
global, se ha erigido como un formato de gestión a distancia, lo cual rompe=
con
los esquemas clásicos del ejercicio laboral intramuros. Para enriquecer esta
premisa, se ha tomado en cuenta a Rocamora (2015), quien ha explicado lo
siguiente: “Comprende una modalidad de trabajo a distancia, que está en aug=
e y que
permite trabajar como autónomo o por cuenta ajena, aplicando la actividad a
través de la tecnología, la comunicación; en mayor medida que de forma pres=
encial”
(p. 7).
Sin
embargo, conviene esclarecer que no debe confundirse al teletrabajo con la
automatización del trabajo, pues esta última comprende la sistematización
mecánica de las operaciones, que en otrora desempeñaban operarios humanos, y
que ahora en cambio son acometidas por algún robot o máquina, especialmente
diseñada y desarrollada para ejecutar tal acción, transfiriendo así la
realización de las tareas de producción, a un conjunto de herramientas
tecnológicas, tangibles e intangibles [algunas operaciones son ejecutadas p=
or robots de software[3], que operan a
través de los sistemas de información aprovechados por las organizaciones
contemporáneas, llevando a cabo tareas simples, tales como: administración =
de
recursos ofimáticos, mantenimiento a la plataforma digital, gestión informá=
tica
de los sistemas de comunicación digital, entre otros].
Así
entonces, es importante mencionar que lo anteriormente expuesto suele reduc=
ir
el costo laboral, incrementa la producción y a la vez las ganancias de las
empresas; disminuye los errores operativos, y muchas veces acrecenta la cal=
idad
de los bienes producidos. Igualmente, reduce los paros técnicos o productiv=
os,
los conflictos sindicales, el estrés laboral y favorece el clima organizaci=
onal;
por cuanto son muy pocas las personas, que comparten el espacio físico al
interior de las organizaciones que les aprovechen; ya que sólo se requiere =
de la
asesoría y colaboración de expertos o técnicos en la arquitectura tecnológi=
ca
con la que cada organización cuente, que se encarguen del cuidado y manejo =
de
los equipos y sistemas de información referidos.
Por
otro lado, es preciso dejar claro que el teletrabajo y el trabajo virtual o
digital no son la misma cuestión, pues este último comprende mayores
exigencias, tanto en los recursos tecnológicos aprovechados, como en las
habilidades tecnológicas y digitales con las que deben contar los profesion=
ales
que se dediquen a ello. Las organizaciones digitales cuentan con espacios
virtuales y tecnología de alta gama, desde donde se planifican, desarrollan=
y
ejecutan todas sus operaciones. El trabajo digital, se acomete desde el aula
virtual de forma constante, en cambio en el teletrabajo, algunas operacione=
s se
llevan a cabo con el uso de las TIC, mientras que otras pueden realizarse de
manera presencial. Otro aspecto por el que se caracteriza el trabajo digita=
l,
es que, en su ejecución, es necesario que los trabajadores digitales demues=
tren
habilidades y destrezas suficientes, como para lograr aprovechar al máximo =
la
arquitectura digital que la organización les brinde. Así las cosas, el trab=
ajo
digital, presenta una naturaleza distinta, orientada hacia la digitalizació=
n de
las acciones que correspondan a cada trabajador y no hacia el cumplimiento
máximo de horas laborales a través de las TIC.
Ahora
bien, de igual manera resulta fundamental exponer que el teletrabajo, no de=
be
confundirse con el trabajo a domicilio o trabajo remoto, puesto que este úl=
timo
solo se puede hacer desde un domicilio, a diferencia del teletrabajo; que se
puede llevar a cabo desde cualquier sitio. El trabajo remoto, se realiza de
manera diferente a la idea tradicional de la oficina. También suele ser den=
ominado
como trabajo desde casa o trabajo a distancia; en ello, el trabajador debe
ejecutar exclusivamente desde casa cualquier proyecto o tarea, cumpliendo
diariamente con sus compromisos laborales, sin la necesidad de ir a la ofic=
ina
todos los días; en cambio el teletrabajo puede realizarse bajo distintas
modalidades: desde casa o un café-restaurant, así como en otros espacios
destinados para teletrabajar.
Así
entonces, lo referido en los párrafos anteriores, introduce la idea de la
transformación de los patrones consuetudinarios del ejercicio profesional,
laboral, técnico, pues deja sobre la mesa la propuesta de trabajar a distancia, más aún que de u=
n modo
presencial, cuestión que en los años 40’s, 50’s, 60’s, pudo haber si=
do
inimaginable. Por ello, es necesario tener presente que, al profundizar en
fenómenos como el teletrabajo, no se puede ser conforme con una definición
pragmática, pues este comprende un conglomerado de procesos que además de
itinerantes, también suelen ser transgresores, con relación a la rutina
acostumbrada de asistir a los espacios físicos, donde y como solía trabajar=
se
tradicionalmente. Es decir, durante casi 50 años la sociedad contemporánea,=
ha
podido perfeccionar algunos procesos laborales de índole administrativa, té=
cnica
y profesional sin siquiera salir de casa, lo cual facilita un cúmulo de
actuaciones; allí, cobra interés lo expuesto por Tapasco y Giraldo (2020),
quienes indicaron que:
Con el advenimiento de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) y su protagonismo a nivel mundial, han surgido diversida=
d de
aplicaciones, que abarcan los distintos contextos de la vida humana, entre
ellas la posibilidad de realizar las actividades laborales, sin necesidad de
movilizarse a los centros de operación de las empresas, lo que se conoce co=
mo
otra forma de organización laboral denominada teletrabajo. (p. 150).
Desde su experiencia, Rengifo (2015), men=
cionó
que: “El mundo vive actualmente transformaciones debido a la globalización =
y al
avance de la sociedad del conocimiento” (p. 809); y no sólo a causa de la
globalización, la sociedad contemporánea se ha visto forzada, a deconstruir=
sus
lineamientos estructurales clásicos; pues con el advenimiento de los difere=
ntes
movimientos igualitaristas, las nuevas generaciones, han asumido un rol muc=
ho
más activo y político, en la transición hacia formas sociales integracionis=
tas,
ya que entienden que la información y el conocimiento, son los elementos que
dinamizan la realidad compartida. Por su parte Ortega (2017), ha explicado =
lo
siguiente: “El Teletrabajo configura un fenómeno complejo, que para algunos
genera un cambio cultural favorable, pues su perfeccionamiento se apoya en =
la
voluntad de las partes, quienes al momento de su adopción se deben comprome=
ter
y dar lugar una nueva dinámica de interrelación, de comunicación ágil y
efectiva” (p. 40).
Por su parte, y con res=
pecto
a las nuevas generaciones a las que se hizo referencia en el párrafo anteri=
or,
autores como Jara y Prieto (2018), explicaron lo siguiente: “Su fuente de
conocimiento es el internet, y no el libro e igualmente, cuando usan medios
interactivos tienen una alta capacidad de atención” (p. 100), el auge e imp=
acto
de las TIC, la transgresión a los modelos culturales de otrora, la defensa
acérrima de los derechos humanos, las demandas masivas que los grupos human=
os
han ejercido desde las redes sociales [a
las que en adelante se hará referencia como RRSS, en el discurso del presen=
te
extenso], increpando a los distintos Gobiernos al cumplimiento de sus
deberes para con cada Nación, entre otros tantos fenómenos de interés trans=
disciplinario, son en parte el origen de la transforma=
ción
de las formas sociales, que al día de hoy se elevan como paradigmas del nue=
vo
orden mundial. Respecto a ello, Rocamora (2015), ha expuesto que: “A lo largo de los
años, la humanidad se ha visto transformada de sociedad post-industrial a s=
ociedad
del conocimiento, donde la gran diferencia estriba en la gestión de la
información; permitiendo que aparezca el teletrabajo como otra forma de act=
ividad
laboral” (p. 5). Desde su experiencia Pernía (2017), ha dejado claro que:=
span>
En los escenarios organizacionales, la complejidad creciente de la
gerencia contemporánea ha obligado a líderes, directivos y gerentes, a busc=
ar
nuevas competencias gerenciales, para manejar la organización del Siglo XXI=
, y
así pues contar con trabajadores o colaboradores que sean a la vez expertos=
y prácticos
en su área funcional, aptos para el manejo integral de la institución. (p. =
89)
Entre
tanto, más allá del sentido estricto y la dimensión cultural que permean al
teletrabajo, como fenómeno de interés transdisciplinario, es necesario dar
cuenta de su dimensión tecnológica, informatizada, sistematizada; ya que pa=
labras
más o menos, este fenómeno logra su perfeccionamiento con apoyo a las TIC,
puesto que sin la existencia y utilización efectiva de recursos como el
internet, los dispositivo digitales y las tecnologías blandas, los trabajad=
ores
formales, adscritos a cualquier organización y/o profesionales autónomos, no
podrían apoyarse en el teletrabajo de la manera en la que lo hacen hoy en d=
ía;
es más, la forma en la que le se le aprovecha acabaría o quizás no hubiese
tenido oportunidad de surgir. De hecho, conviene resaltar que, en su prácti=
ca, se
ven favorecidos aquellos profesionales que, con alguna discapacidad física,=
les
haya resultado imposible hasta ahora, hacerse de un trabajo formal.
A
tenor de lo anterior, y con relación a la dimensión tecnológica del teletra=
bajo,
autores como Lovato y Sibaña (2013), han referido lo siguiente: “En ello se
hace uso de tecnologías de información y comunicación, para poder realizar
actividades laborales desde una casa, un centro comercial, o en cualquier s=
itio
donde puedan usarse las TIC, sin necesidad de asistir a una oficina” (p. 14=
).
Por su parte Ortega (2017), ha dejado claro que: “El teletrabajo como fenóm=
eno
multidimensional, permite que la organización brinde a sus empleados, la
oportunidad de realizar las funciones de su cargo, desde otro lugar, a
distancia, utilizando las tecnologías de la información como su principal
herramienta de trabajo” (p. 16). Lo anterior coincide con lo que Bonilla, P=
laza,
Soacha y Riaño (2014), han expuesto:
La innovación en las tecnologías de la información y las comunicacio=
nes,
TIC, ha generado que cada día el teletrabajo favorezca la transformación
laboral, económica y social a nivel nacional e internacional, convirtiéndose
así en un fenómeno de desarrollo en la organización del trabajo. (p. 38).
Así
pues, desde su experiencia Pernía (2017), ha planteado que: “Esta nueva mod=
alidad
de trabajo junto a medios telemáticos, es consecuencia directa del cambio de
gestión institucional, basado en las nuevas tecnologías de la información y=
las
comunicaciones a distancia” (p. 89). Entre tanto, el teletrabajo como fenóm=
eno multidimensional
y transdisciplinario, exhibe su dimensión social, la cual puede ser definid=
a a
través de los alcances sociales positivos, que este exhibe. Sobre todo, en =
los
últimos años, donde los grupos sociales han logrado rescatar algunos valores
morales y éticos, con reconocimiento al humanismo en el ejercicio laboral, =
y al
lugar que en la cultura popular se otorga al ser humano. Por ello, se
retrotraen los planteamientos que Rocamora (2015), se preocupó por ofrecer:=
“El
teletrabajo representa una forma efectiva de penetrar en el mercado de trab=
ajo
y favorece la contratación de personas con discapacidad, madres con hijos
recién nacidos y, en definitiva, personas con dificultad para desplazarse” =
(p.
4).
Así
entonces, conviene también destacar que sectores vulnerables como las mujer=
es solteras,
divorciadas, madres y único sostén familiar, miembros que integren la comun=
idad
LGBTTTIQ+, profesionales recién egresados de la universidad, sin mayor
experiencia laboral y que cuenten con el nivel de instrucción ofimática
suficiente, con aprovechamiento al teletrabajo, pueden ejercer sus labores
desde casa o cualquier sitio a través de las TIC; viéndose incluidos a la m=
asa
de trabajadores activos en su respectiva localidad, disminuyendo así las
oportunidades donde el bullying, mobbing o el acoso laboral y=
el
techo de cristal, fenómenos que menoscaban los derechos fundamentales que c=
omo
seres humanos detentan, se hagan presentes en sus jornadas diarias.
Por
ello, Lovato y Sibaña (2013), han referido lo siguiente: “Su aplicación en
países como España, Portugal, Inglaterra, y Estados Unidos, ha permitido
involucrar a las personas con algún tipo de discapacidad y personas sin
discapacidad a la población económicamente activa de sus respectivos países”
(p. 14). Y no es sólo cuestión u obligación, para =
los Estados
en el norte del globo terráqueo, también atañe a los países tercermundistas
reconocer en el teletrabajo, un fenómeno que bien aprovechado, podría favor=
ecer
el desarrollo personal y profesional, de quienes así lo requieran y cuenten=
con
recursos cognoscitivos para acometerlo. De acuerdo con Lopera y Echeverri
(2018), ha sido indispensable entender que:
Una de
las tareas de la sociedad y los gobiernos, es promover las capacidades huma=
nas
internas a través de instituciones sociales y su oferta de beneficios, para=
que
las personas adquieran rasgos y aptitudes en interacción con el entorno soc=
ial,
económico, familiar y político. En las organizaciones, también se debe proc=
urar
desarrollar este tipo de capacidades, usualmente llamadas competencias. (p.
400)
Entre
tanto, más allá de sólo beneficiar a los sectores desfavorecidos, en el
reconocimiento del teletrabajo como fenómeno multidimensional, resulta
fundamental recordar que las organizaciones, no representan sólo un lugar a
donde los trabajadores acuden, para ejercer su profesión, técnica o pericia,
también deben ser reconocidas como el escenario [físico o digital] donde co=
laboradores
y/o asociados, adquieran los conocimientos y herramientas efectivas para lo=
grar
evolucionar, como actores de su propio destino. Por ello, es necesario que,=
al
interior de los espacios físicos, así como en la arquitectura tecnológica e
infraestructura organizacional: propiedad, planta y equipo, los trabajadores
identifiquen escenarios y oportunidades, donde logren desarrollar aún más s=
us
habilidades, cualidades y destrezas.
Con
relación a la dimensión social del teletrabajo, autores como López, Pérez,
Nagham y Vázquez (2014), han referido que: “Los efectos beneficiosos serían=
el
alto nivel de autonomía, elevada satisfacción laboral, mejor relación con el
supervisor, disminución de la tasa de abandono del trabajo y del conflicto
familiar, mejora el compromiso y la eficacia de los trabajadores” (p. 587).=
Sin
embargo, cabe aclarar que, con la narrativa expuesta por los investigadores=
en
el presente extenso, no se persigue hacer apología con relación al teletrab=
ajo,
simplemente se han exaltado los argumentos más convincentes, que, desde la =
experiencia
de los autores y académicos referidos, se tuvo oportunidad de contrastar y
confrontar. Por su parte Martínez, Cote, Dueñas y Camacho (2017), plantearo=
n lo
siguiente:
Estas características generales, hacen del teletrabajo un fenómeno q=
ue
da origen a la inclusión social y al mismo tiempo, brinda los escenarios qu=
e favorecen
el acceso, a un trabajo digno para diferentes poblaciones, al tiempo que se
permite que el trabajador obtenga varios beneficios indirectos, como una me=
jor
relación familiar y mayor libertad y autonomía en el manejo de su tiempo. (=
p.
5)
Entre
tanto, cabe reconocer que en una época de cambio, donde la informatización =
de
los procesos organizacionales, dieron un vuelco total a la manera tradicion=
al
de cumplir con los compromisos laborales, resulta viable tomar en cuenta
fenómenos como el teletrabajo, para encarar el escenarios donde las TIC, se=
han
convertido en los recursos neurálgicos de las organizaciones públicas conte=
mporáneas
con lugar en Venezuela, sobre todo en los últimos 2 años, cuando muchos dir=
ectivos,
gerentes y líderes, optaron por incorporar este tipo de herramientas, para
facilitar el desarrollo logístico en general de sus procesos administrativo=
s,
técnicos y operativos, más aún a razón del confinamiento por cuarentena soc=
ial,
ante la pandemia por COVID-19, durante los años 2020 y 2021.
Ahora
bien, con abordaje a su dimensión humana, conviene tener en cuenta aquello =
que
desde su lugar Fernández (2019), ha indicado: “El trabajo como parte
fundamental de la vida social del hombre, ha ido evolucionando de acuerdo a=
los
modos de producción de la humanidad” (p. 24); pues como proceso humano, el
trabajo, su ejecución y perfeccionamiento, se ajusta a la realidad de los
tiempos en que se lleve a cabo, con las limitaciones o proyecciones con que
cuente quien lo acometa; Pudiera incluso decirse que el trabajo es un proce=
so
flexible. Flexible como es, también se ha ajustado a la realidad informatiz=
ada,
que impera en los escenarios organizacionales contemporáneos. Respecto a el=
lo,
los autores Belalcázar, Lasso y Quiroz (2019), han referido lo siguiente: “=
El
teletrabajo es un fenómeno de alcance global y las organizaciones más
productivas e innovadoras, encontraron un aliado en la tecnología” (p. 14).=
Por
su parte Sánchez, Montenegro y Medina (2019), han señalado que: “Entre las
ventajas que brindan los avances tecnológicos, se encuentra el fortalecimie=
nto de
la comunicación en el entorno interno y externo, al facilitar el desarrollo=
de
actividades diarias, manteniendo el contacto con los clientes utilizando re=
des
informáticas” (p. 93). Lo anterior, permite reconocer que las TIC, se
convirtieron en el último bastión de las organizaciones contemporáneas, para
lograr evolucionar en tiempos de pandemia; robusteciendo, diversificando y =
potencializando
procesos humanos tan importantes y elementales como la comunicación. Desde =
su
lugar, Ortega (2017), expresó lo siguiente: “Las organizaciones están en
continuos cambios, de allí que deben innovar constantemente, en cuanto a su
estructura y gestión organizacional” (p. 7). Tras su experiencia, autores c=
omo
Castro (2020), han expuesto lo siguiente:
Las nuevas y diferentes subjetividades que pueden formarse por el
teletrabajo, se convierten en un reto para el ámbito psicológico y de las
organizaciones, por su impacto a nivel individual y de los grupos, por el
cambio de un ambiente organizacional a uno externo, de trabajo en equipo a =
un
trabajo individual, de comunicación física a digital, y de horarios fijos a
horarios flexibles y autónomos. (p. 5)
De
allí, que algunos directivos, gerentes y líderes con origen en los países d=
e la
región suramericana, tal es el caso de Venezuela, se hayan abocado a la
implementación de estrategias organizacionales, apoyadas en fenómenos como =
el
teletrabajo, logrando con ello asegurar y fortalecer el ejercicio laboral de
sus trabajadores, pues con este, no sólo se les protege del riesgo por cont=
agio
de COVID-19, al respetar el confinamiento social; sino también se aseguran =
que
estos no pierdan sus trabajos y sostengan sus ingresos, y lo que es más
importante, ratifican su dinamismo productivo o/y servuctivo, pues resulta
público y notorio el hecho de que la pandemia con ocasión al surgimiento de=
l virus
SARS-CoV-2, ha dificultado que los trabajadores logren cumplir sus jornadas
diarias, en los espacios físicos de cada organización.
Por
su parte Belalcázar, Lasso y Quiroz (2019), explicaron que: “El teletrabajo
puede ayudar a disminuir los índices de desempleo, poniendo la tecnología al
servicio de las personas y generando un acceso desde cualquier lugar sin
limitaciones de espacio ni tiempo” (p. 18). En ese orden de ideas, conviene
reconocer el lugar y la importancia que el teletrabajo ha podido concretar,=
porque
se ha elevado como un fenómeno de apertura y presencia recurrente en difere=
ntes
empresas, tanto del sector privado como público. Diariamente y con apoyo a =
este
surgen más oportunidades laborales, para los profesionales que hasta entonc=
es
han ejercido de manera autónoma; y al mismo tiempo, las organizaciones pequ=
eñas,
medianas y grandes, han incorporado a este fenómeno entre sus elementos de
gestión neurálgica. Con relación a ello, Mejía (2018), ha expuesto lo
siguiente: “El ejercicio del teletrabajo, se extiende en América Latina y l=
os
países comienzan a incorporar éste nuevo modelo de trabajo en sus economías”
(p. 6).
Sin embargo,
el teletrabajo no es para ser ejercido por cualquier persona, en al abordaj=
e de
este fenómeno desde su dimensión antropológica, pudiera exponerse que
ciertamente en algunos casos, en diversas organizaciones, según el sector al
que estas pertenezcan, no conviene aprovecharse como generador de procesos,
pues para que este se cohesiona con los esquemas organizacionales, filosófi=
cos
y de gestión gerencial, se requiere cierto compromiso y aún más que eso, co=
ntar
con el nivel de instrucción ofimática suficiente, como para aprovecharlo al
máximo, y generar así beneficios para la organización, de lo contrario todo=
el
esfuerzo se verá reducido a pérdida de tiempo, capital y oportunidades de
progreso.
Así
también, resulta importante profundizar en la dimensión antropológica del
teletrabajo, al respecto autores como Calderón (2017), han afirmado lo
siguiente: “Considerando que el teletrabajo conforma el ejercicio laboral a
distancia, se deben tener en cuenta los perfiles sociales a quienes este
aplica” (p. 39). Los autores de este extenso, plantean que el teletrabajo
ostenta o integra una dimensión antropológica, al reconocer que todos los
procesos relacionados a la forma en la que las personas se relacionan, la
conformación de grupos humanos, la manera en la que conciben sus procesos de
comunicación, interacción, intercambio, las experiencias que se desprenden =
del
ciberespacio y el impacto que las tecnologías de la información y comunicac=
ión han
ejercido sobre el comportamiento humano, pueden ser auscultados desde la
antropología social, y el teletrabajo incorpora en su configuración todos e=
stos
procesos.
Por
ello, se considera que el teletrabajo es un fenómeno multidimensional, donde
diferentes procesos, de los indicados en el párrafo anterior se suceden y en
efecto esto permite a la antropología social considerarle como objeto de
estudio, procurando establecer vínculos entre los mismos y los trabajadores=
o
teletrabajadores… mejor dicho, para comprender por qué ha tenido tanto auge=
en
los últimos años, y cómo, a pesar de ser un evento con origen a mediados del
siglo pasado, sigue manteniéndose en boga; sobre lo cual ha tenido mucho que
ver el imperio que han ejercido las TIC, sobre casi todos los escenarios do=
nde
las personas necesiten comunicarse para lograr propósitos comunes.
Por
consiguiente, resulta de gran interés visibilizar algunos de los factores, =
que
inciden en el reconocimiento del teletrabajo como fenómeno de gran relevanc=
ia
en tiempos de pandemia, teniendo en cuenta el alcance de sus prerrogativas,
sobre todo a favor del teletrabajador, quien entre otras tantas cuestiones,=
se
ve beneficiado de la forma en la que lo destaca Pernía (2017), revelando qu=
e:
“Mejora la calidad de vida personal del trabajador, pues le permite ahorrar
dinero y tiempo de traslado, facilita la inserción de grupos vulnerables,
permite disponer de mayor tiempo para otras actividades extra laborales, re=
duce
o evita la excedencia y permite al hombre acompañar a la mujer durante la
lactancia” (p. 90). Aunado a ello, no está de más tener en cuenta lo que de=
sde
su lugar Rocamora (2015), tuvo la oportunidad de indicar al respecto:
El teletrabajo aporta importantes beneficios: Favorece la conciliaci=
ón
familiar y la flexibilización laboral, disminuye la contaminación del medio
ambiente, reclutar mejores profesionales independientemente de donde se
encuentren, abre nuevas oportunidades a las personas con discapacidad, para=
su
incorporación al mercado laboral, elimina las barreras geográficas y
satisfacción y bienestar laboral, entre otras. (p. 5)
Desde
su lugar Castro (2020), ha establecido que: “Es importante para el campo de=
las
ciencias sociales, abordar el tema del teletrabajo desde posturas teóricas,=
que
den cuenta de la dinámica del teletrabajo en el campo psicológico y organiz=
acional”
(p. 6). Al mismo tiempo, resulta significativo destacar que la calidad de v=
ida
laboral no es un tema intramuros, es decir, aunque los trabajadores estén
ejerciendo sus funciones y cumpliendo con las obligaciones y compromisos
inherentes a su cargo desde casa o cualquier otro espacio, corresponde tene=
r en
cuenta otros beneficios, que vayan más allá del salario respectivo. Como
expertos en gestión gerencial, Belalcázar, Lasso y Quiroz (2019), indicaron
que: “Así el teletrabajador se encuentre realizando las labores desde su ho=
gar,
debe estar inscrito al régimen de seguridad social en pensiones, salud y
riesgos profesionales” (p. 16). Belalcázar, Lasso y Quiroz (2019), han refe=
rido
que:
Las organizaciones que impulsan el teletrabajo, cambian la perspecti=
va
patronal, convirtiéndose en una jerarquía más horizontal y permitiendo que =
se
comparta el conocimiento y se fortalezca el aprendizaje entre los diferentes
niveles de la empresa, favoreciendo las condiciones de la relación laboral
entre empleados y empleadores. (p. 17)
Ahora
bien, en una época de cambio como acontece en la contemporaneidad, no sólo
resulta de interés ajustarse de forma aggiornada[4]=
con la realidad social itinerante, es necesario rescatar que las
organizaciones desde su origen persiguen generar ingresos y beneficios, con
respecto a ello Da Silva (2014), ha explicado que: “Las incertidumbres del
entorno organizacional, llevan a las organizaciones a adoptar prácticas más
flexibles, sean ellas estratégicas u operativas, siendo así capaces de
responder rápidamente a las nuevas demandas” (p. 160). En ello, se exalta la
dimensión estratégica del teletrabajo, pues en algunos casos el aprovechami=
ento
de este fenómeno, suele ser el origen de diferentes estrategias
organizacionales que den origen a planes, programas y políticas que favorez=
can
los procesos orgánicos, con lugar en las organizaciones públicas contemporá=
neas
venezolanas, mismas en las que se ha enfocado el discurso de este extenso, a
manera de contexto seleccionado. Entre tanto y a favor de quienes trabajan
desde el confinamiento, el autor Ortega (2017), ha referido lo siguiente:
La implementación del teletrabajo, conlleva a que la organización
obtenga aumento de la productividad, reducción de costos, disminución de
ausentismo, lo que se traduce en beneficios económicos para la misma,
especialmente para aquellas empresas de servicios, debido al mayor uso que =
hacen
de las tecnologías de la información. (p. 40)
Igualmente, es muy cierto que no podría existir el teletrabajo, sin =
que
antes pueda contarse con los recursos ofimáticos suficientes, por ello es
importante tener en cuenta a Durán (2015), quien ha explicado que: “Las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el desarrollo del i=
nternet,
constituyen la expresión más significativa del cambio tecnológico contempor=
áneo,
siendo el teletrabajo sus paradigmas productivos y el teletrabajador su exp=
onente
económico y social” (p. 10). Partiendo de allí, Mejía (2018), ha señalado lo
siguiente: “Los avances tecnológicos, el desarrollo e innovación en el camp=
o de
las telecomunicaciones, la necesidad de la sociedad contemporánea, por
encontrar soluciones a diversos problemas que enfrenta en el contexto labor=
al,
contempla la manera de revolucionar las formas tradicionales del trabajo” (p. 6). Con referencia=
a
ello Rocamora (2015), sostuvo lo siguiente:
Dentro de las utilidades de las TIC, es posible cambiar el modelo de
gestión y organización del trabajo, convirtiendo el teletrabajo como un
fenómeno, que se ha potenciado con la tecnología por todas las ventajas que
ofrece: reducción de costes, mayor especialización, mayor productividad,
conciliación de la vida familiar, reducción del ausentismo laboral, entre o=
tros
tantos. (p. 4)
Igualmente, corresponde reconocer que el teletrabajo reviste un
trasfondo real, es decir, más allá del elemento intangible, virtual, extens=
ible
con apoyo a las TIC, es muy cierto que para que este se materialice, es necesario realizar una inversión mone=
taria
constante, no solo para cubrir gastos de infraestructura y arquitectura tec=
nológica,
también para que sirva de apoyo en diferentes programas de instrucción y
formación sobre el manejo de recursos ofimáticos. Por ello, es importante t=
ener
en cuenta, aquello que, en su boletín económico de principios del año 2020,
emitió el Banco de España, donde según Anghel, Cozzolino y Lacuesta (2020),
dejó de manifiesto lo siguiente: “El teletrabajo requiere una cierta invers=
ión
en equipo informático y tecnológico, y un determinado nivel de formación por
parte del trabajador” (p. 1).
Finalmente, con atención al complejo, transdisciplinar y
multidimensional fenómeno descrito, resultó interesante para los
investigadores, la idea de elaborar un manuscrito, donde tras la confrontac=
ión
y concatenación de planteamientos epistemológicos de origen diverso, se
generasen laudos epistémicos propios, con una perspectiva original, integra=
tiva
y translógica, teniendo en cuenta la realidad poliédrica, por la que atravi=
esa el
sector público en Venezuela, Nación que transita una época convulsa, crític=
a e
inestable como lo es el presente, donde los diferentes líderes, gerentes y
directivos de las organizaciones públicas, han reconocido en el teletrabajo,
una respuesta a la tribulación, generada por la absolutamente necesaria
deconstrucción de los esquemas tradicionales de gestión administrativa, téc=
nica
y operativa, con la que se intente contener el frágil mercado laboral
contemporáneo.
Hallazgos y Di=
scusión
Ante
lo descrito en los párrafos anteriores, se tuvo en cuenta la necesidad de
exponer al teletrabajo desde el pensamiento translógico, al no conformarse =
los
investigadores con las diferentes acepciones que los expertos han brindado =
respecto
a ello; pues luego de casi 50 años de estudios o por lo menos hasta entonce=
s, las
definiciones que se presentan de teletrabajo no son homogéneas. Unas lo
reportan como modalidad de empleo, otras de trabajo, otras de manera
procedural, y los autores del presente artículo, se han decantado por senta=
r una
postura diferente, al reconocerle como fenómeno multidimensional y
transdisciplinario, con consecuencias plurifactoriales; más en una época de
cambio como la que se transita en la contemporaneidad, acompañada por el au=
ge
de las TIC y el impacto generado por las nuevas herramientas digitales en el
comportamiento humano y organizacional.
Así
pues, al abordar teletrabajo, desd=
e una
perspectiva compleja, se aspira reconocer que más allá de las verdades de la
lógica, necesarias y válidas, conviene dar lugar a la apertura del pensamie=
nto,
alejándose de los planteamientos estáticos, que si bien no son subestimados=
, ni
disminuidos en el discurso del presente extenso; se procura superarlos, dej=
ando
atrás lo que hasta ahora se propuso respecto al teletrabajo; pues en opinió=
n de
los investigadores, este se ha erigido como fenómeno de gran alcance,
impactando la realidad poliédrica de los profesionales, técnicos y operativ=
os venezolanos;
ya que en la contemporaneidad, no sólo se trata de cumplir con la jornada
laboral ordinaria, apoyándose en las nuevas herramientas digitales; también=
adquiere
gran relevancia e importancia, tener en cuenta la calidad de vida laboral y
personal experimentada por los teletrabajadores, recordando que las
organizaciones públicas en Venezuela, transitan por la era de la conciencia,
donde se ha elevado al talento humano como eje dinamizador de los proceso y
como el intangible de mayor valía con el que cada organización cuenta.
Igualmente, es preciso recordar que los profesionales, técnicos y
operativos contemporáneos, lograron potencializar el desarrollo y ejecución=
del
teletrabajo, llevándole de mera modalidad de trabajo a proceso complejo,
diversificando las formas en las que ha podido ser perfeccionado, advirtien=
do
que en el transcurso de casi 50 años, las herramientas tecnológicas que sir=
vieron
de soporte a este en un principio han evolucionado y ciertamente no son las
mismas, que en 1973 fueron el apoyo a las primeras formas de teletrabajo con
lugar en aquel tiempo. Así entonces, es innegable que, en los últimos años,=
las
TIC lograron superar las expectativas que la humanidad tuviera, generando
escenarios excesivamente informatizados, donde la intervención del hombre, =
se
redujo a la simple programación de los sistemas de información.
Con
base a lo anterior, resulta fundamental reconocer que, en los últimos años,=
para
las organizaciones aliadas al sector público venezolano, se hizo necesario
contar con los recursos tecnológicos suficientes, para que cada trabajador
pudiera ejecutar las labores inherentes a su cargo, de la manera más efecti=
va y
eficiente, satisfaciendo las necesidades de los interesados y al mismo tiem=
po cumpliendo
con sus obligaciones y compromisos según su escaño. De allí, que se plantee=
a quienes
orquesten los hilos de acción y actuación al interior de las organizaciones
aliadas a la administración pública, tomar en cuenta la existencia de fenóm=
enos
multidimensionales, que favorezcan la ejecución de procesos inherentes a su
gestión estratégica, administrativa y operativa, ajustándose a la realidad =
del
momento en que transite, deslastrándose de cánones procesales y procediment=
ales
arcaicos.
Lo anteriormente expuesto, refiere
esencialmente a lo que durante todo este extenso se ha hecho referencia: el
teletrabajo; reconociendo en ello elementos a favor del desarrollo de algun=
os
procesos, que ejecutados desde la telepresencia, favorecerían la fluidez y =
el
dinamismo en la gestión administrativa y operativa que tenga lugar en
diferentes oficinas, adscritas al sector público venezolano; donde muchas v=
eces,
como consecuencia a la convulsa realidad social compartida en dicho territo=
rio,
los servicios de transporte público terrestre, han sido interrumpidos por
tiempo prolongado en diversas oportunidades, como consecuencia a la crisis =
económica,
social, política y energética por la que atraviesa la Nación Suramericana; =
dando
lugar a escenarios donde los trabajadores, encuentran una verdadera odisea =
en el
interés de cumplir su jornada laboral, ante la falta de opciones para
transportarse y el limitado acceso a los hidrocarburos, como respuesta a La=
escasez
de combustible en Venezuela, misma que refiere a la falta de suministro
de gasolina en este país desde el año 2014.
=
Por ello, adquiere gran relevancia aquel=
lo que
desde su lugar Ortega (2017), ha expresado: “Los jefes, deben cambiar esa
concepción clásica, de tener que ver al trabajador ocho horas detrás de un
escritorio, cumpliendo un horario. Pues lo verdaderamente importante, es si
está cumpliendo con las tareas para las cuales se le contrató” (p. 8). Igualmente, conviene recordar que ejercer=
el
teletrabajo, comprende un conjunto de habilidades y destrezas ofimáticas
fundamentales, lo cual deja claro que no cualquier profesional, técnico u
operador que integre las filas de la organización, puede calificar como
candidato a teletrabajador. En ese sentido,
cobra interés lo planteado por autores como Castro (2020), que ha señalado =
lo
siguiente:
La psicología de las organizaciones y las mismas empresas, tienen co=
mo
propósito generar estrategias, con la que se identifique la actividad y la
influencia de cada uno de los trabajadores en el desempeño y consecución de
objetivos organizacionales, para con esto alcanzar mucho más rápidamente el
éxito organizacional. (p. 6)
Entre
tanto, es preciso dejar claro que no se trata de hacer apologías con relaci=
ón
teletrabajo, pues ciertamente como cualquier fenómeno complejo, se han ergu=
ido
diferentes teorías, donde se ha dado cuenta de aspectos negativos y positiv=
os
inherentes a este, con atención a la calidad de vida laboral y personal de =
los
teletrabajadores. Sin embargo, a la luz de lo antes expuesto, emerge aquello
que Sánchez, Montenegro y Medina (2019), en su momento plantearon: “El
aprovechamiento del teletrabajo, mantiene un carácter productivo, al
encontrarse comprometido con el manejo y uso de medios virtuales de
comunicación y el seguimiento a distancia de estándares de calidad” (p. 100=
). Es
decir, aún a la distancia en el ejercicio de su profesión, arte u oficio, el
teletrabajador debe adherirse a los principios organizacionales, que compar=
ta
con quienes trabaje; pues, aunque cumpla con sus compromisos laborales desde
donde sea que esté, no significa que puede obrar a su propia discreción.
Al
mismo tiempo, resulta edificante exponer que en opinión de Sánchez, Montene=
gro
y Medina (2019), conviene entender que: “Los adelantos tecnológicos en todos
los sectores, conllevan a profundos efectos en la calidad de vida de los
trabajadores, su importancia implica una formación continua que beneficie la
actividad laboral” (p. 96). Lo anterior se ajusta con el fenómeno abordado =
en
este estudio, ya que es innegable que los avances alcanzados por la tecnolo=
gía,
han potencializado el ejercicio laboral de forma no tradicional y en ello
consiste el teletrabajo; aun así es
preciso reconocer, que para poder aprovechar de forma efectiva las herramie=
ntas
tecnológicas, resulta necesario que las organizaciones del sector público, =
que
aún no lo hayan hecho, inviertan recursos financieros, no solo en el
robustecimiento de su arquitectura tecnológica, sino también en planes y
programas de formación y capacitación, del talento humano que aspiren desti=
nar
a equipos de teletrabajadores, según la naturaleza del cargo que cada uno
ocupe. Del mismo modo, para Rocamora (2015), el teletrabajo ha generado: “U=
na
ventaja para externalizar alguna actividad de la empresa o contratar a pers=
onas
de otros países. Por todo esto, es de suma importancia ser conscientes del
cambio y las expectativas del futuro que este vislumbra” (p. 4).
Por
ello, en la narrativa de los investigadores se hace referencia al teletraba=
jo como
un fenómeno multidimensional de interés transdisciplinario, con consecuenci=
as
plurifactoriales, así como también al desafío que implica la informatizació=
n de
los procesos y procedimientos inherentes a los organismos públicos venezola=
nos,
aunado al reto de conservar en sus filas, al trabajador que hasta entonces =
haya
contratado, adiestrado, capacitado; procurando con el aprovechamiento de una
arquitectura tecnológica robusta, eludir el ausentismo laboral, el abandono=
de
cargos y la inminente fuga de cerebros, como consecuencia a la diáspora de
profesionales altamente cualificados. Desde su experiencia Belalcázar, Lass=
o y
Quiroz (2019), indicaron que: “El teletrabajo en el contexto laboral, inten=
ta
mejorar la calidad de vida, el manejo del tiempo, contribuir positivamente =
al
medio ambiente gracias a la disminución en la movilidad de los empleados y =
el
uso de recursos” (p. 18). Para poder concretar lo anteriormente expuesto por
los autores citados, es preciso tener en cuenta a Castro (2020), quien en su
momento ha indicado lo siguiente:
En el caso del teletrabajo, dicho propósito podrá efectuarse mediant=
e el
conocimiento holístico en el ámbito de la psicología de las organizaciones,
porque facilitará la intervención, la realización de propuestas de
mejoramiento, subjetividades positivas, adherencia y/o adaptación al
teletrabajo y por consiguiente el cumplimiento de las metas organizacionales
que la dirigen hacia el éxito. (p. 6)
Al mismo tiempo, es válido precisar que =
el teletrabajo,
configura un fenómeno que implica la deconstrucción de los procesos
organizacionales a nivel estratégico, administrativo y operativo, esto se
relaciona con su cualidad plurifactorial, lo cual puede ser recibido con ci=
erto
rechazo, por parte de aquellos trabajadores, que aún no se sientan cómodos =
con
el uso de las TIC, en el espectro laboral en su sentido estricto. Por ello,
resulta interesante volver la mirada a las teorías planteadas por Cifuentes
(2020), donde ha referido lo siguiente: “Quizá las relaciones sociales más
privilegiadas por gobierno y empleador en el teletrabajo son las familiares=
. La
idea de retorno al hogar para hacerse cargo de él, se convierte en la princ=
ipal
idea de marketing para la aceptación del teletrabajo” (p. 14).
Partiendo de lo descrito en los últimos
párrafos, pudiera decirse que entre los factores de mayor contrariedad, que=
se
presenten en los escenarios laborales inherentes al sector público venezola=
no, pueden
contarse a aquellos profesionales, técnicos y operativos que pertenezcan a =
una
generación, donde los procesos orgánicos, se perfeccionaban de forma mucho =
más
análoga de lo que ahora se propone; es decir, aquellos que pertenezcan a la
generación X, o mejor dicho, que nacieron en décadas anteriores al año 1986,
origen de la generación Y, que incluso son una generación anterior a los nacidos en la década de los 90’s:
generación Z, para quienes el teletrabajo resulta de lo más natural. Al
respecto, los autores Álvarez, Heredia y Romero (2019) han referido lo sigu=
iente:
“La Generación Z, tiene gran interés por la interacción, por comunicarse con
los demás a través de plataformas virtuales; todo lo cual ha ido evoluciona=
ndo
e incorporándose a las necesidades vitales y virtuales de la sociedad conte=
mporánea”
(p. 18).
En ese orden de ideas, =
hay
que tomar en cuenta a Granado (2019), quien ha señalado lo siguiente: “Este
potencial digital contrasta con las generaciones anteriores, de cultura
analógica, que reciben la digitalización como algo nuevo, ajeno a su
cotidianidad, tanto social, como laboral, como de ocio” (p. 29), siendo así,
reclama premura la ejecución de programas de formación, instrucción, nivela=
ción
y capacitación en el uso y aprovechamiento de las TIC con propósitos
profesionales o administrativos, más aún cuando se trata de llevar la gesti=
ón
organizacional en oficinas aliadas al sector público. En ello, emergen con
fuerza los planteamientos esbozados por los autores Henríquez y Buitrago (2=
020),
quienes hasta hace unos meses expusieron que:
La fuerza humana de trabajo, es esencial =
para
que las organizaciones venezolanas e incluso a nivel mundial, logren concre=
tar
procesos humanos de altura y mayor alcance, procurando la progresión corpor=
ativa,
sí, pero también el autodesarrollo del trabajador; a los fines de atender l=
os
requerimientos que se desprendan de la realidad social contemporánea. (p. 4=
5)
Por su parte, los mismos Buitrago y Henrí=
quez
(2019), han sugerido también que: "Lo anterior diluiría los momentos de
tensión en tal contexto, promoviendo el alcance de niveles de gestión mucho=
más
elevados, en lo atinente a procesos de comunicación, identificación,
motivación, satisfacción laboral" (p. 87). Igualmente, es casi inneces=
ario
exponer que el mundo como fue concebido hasta la última década, ha
experimentado diversas transformaciones, como consecuencia al auge de las T=
IC,
entre las que se cuentan los dispositivos digitales, ordenadores portátiles,
teléfonos móviles, tabletas, consolas, la internet y la web semántica de
donde se desprenden las RRSS, plataformas de información y comunicación dig=
ital,
así como también otros medios de comunicación digital masiva, que integran =
las
fuentes de la información contemporánea. Al respecto Vidal, Vega y López
(2019), han referido lo siguiente: “La inmersión en nuevas formas culturale=
s de
comunicación, de difusión y de acceso a la información que están impulsando=
las
tecnologías digitales, está cambiando la sociedad de forma acelerada” (p. 1=
19).
En la
elaboración de este escrito, se tomó en cuenta cada uno de los hallazgos
logrados, tras el procedimiento de búsqueda y selección de archivos, como p=
arte
del conglomerado de fuentes documentales, de las que se hicieran los
investigadores para lograr su cometido. Se hace énfasis en ello, porque vale
rescatar que todo cuanto fue concebido y expuesto en cada línea, no se
desprende de meras elucubraciones, ni mucho menos vulgares opiniones
parcializadas o aún peor, sesgadas; todo lo contrario, forma parte de la
narrativa social contemporánea recogida y reconocida en los planteamientos
finales y concretos, de autores y expertos en el área administrativa, socia=
l y
humana donde el teletrabajo se ha hecho presente desde hace varios años.
Ahora
bien, con este artículo no se persigue presentar un conglomerado de argumen=
tos
explicativos con relación al teletrabajo, como línea de investigación
administrativa de forma exclusiva y excluyente, pues con ello se insistiría=
en
la perpetuación de discursos arcaicos, que fueron planteados por otros auto=
res durante
casi 50 años, cuando desde la década de los 70’s este fenómeno tuviese
lugar y posterior a ello, se dieran innumerables propuestas investigativas,
académicas, teóricas, estratégicas, tácticas e incluso prácticas y operativ=
as,
con mucho éxito por demás, haciendo la salvedad de que por parte de los inv=
estigadores
del presente estudio, todas y cada uno de ellas son consideradas válidas pa=
ra
la época en que fueron expuestas.
Del
mismo modo, se considera válido que como estudiosos de las ciencias humanas,
sociales y administrativas, los investigadores del presente estudio tuviese=
n la
oportunidad de compartir y dignificar posturas propias, con relación al
teletrabajo como fenómeno multidimensional; con mayor razón por transitar u=
na
época, donde la sociedad contemporánea y las organizaciones que la integran=
, se
han visto más que exhortadas, obligadas a voltear la mirada a esta figura, =
de
la que se ha tenido conocimiento exhaustivo desde hace casi 50 años, y aún =
más
allá de ello, resulta controvertido que hoy existan asociaciones o empresas,
que quizás teniendo todas las herramientas posibles para aprovecharla, se
hubiesen resistido a hacerlo, lo cual es necesario visibilizar.
En
ese sentido, se rescata que ante lo planteado por los autores consultados y
referidos en este extenso, no cabe duda que el teletrabajo reviste gran
importancia y relevancia para los estudios administrativos, gerenciales,
estratégicos, sociales e incluso humanos, lo cual le eleva a la categoría de
fenómeno de interés transdisciplinario; por tanto y en cuanto, en ello se
condensan un conglomerado de procesos con consecuencias plurifactoriales, c=
uyos
elementos intrínsecos y extrínsecos de alcance universal, le califican como=
una
figura de apoyo y resolución para atender situaciones planificadas, presupu=
estadas,
emergentes o sobrevenidas; lo cual se refleja en las organizaciones ali=
adas
al sector público venezolano, cuyas filas de personal adscrito, están confo=
rmadas
por trabajadores y asociados, que según lo expuesto en párrafos anteriores,=
pudieran
verse favorecidos en algunos de sus intereses personales, profesionales y
laborales.
Por
ello, es importante reconocer que los venezolanos como ciudadanos, esperan
mucho de las organizaciones públicas en su país, no sólo como administrados=
o
beneficiarios de los servicios prestados por estas, sino también como
trabajadores, colaboradores y asociados; pues al advertir que en su ejercic=
io
profesional y laboral transitan en una era digital, donde cuentan con la
informatización de los procesos, la telemática, la potencialización de las
herramientas digitales que facilitan la comunicación, socialización, trasmi=
sión
e intercambio de información, datos, conocimiento; se infiere, debería resu=
ltar
mucho más dúctil, ejercer funciones inherentes a su cargo desde donde sea q=
ue
se encuentren, cuando fuera necesario o incluso resultara estratégico.
=
Así pues, como consecuencia a la situaci=
ón
crítica por la que el país suramericano transita; la sociedad venezolana es=
pera
de quienes lideran, gerencian y dirigen los entes y oficinas adscritas al P=
oder
Público, tomen las determinaciones que sean necesarias, para favorecer el
desarrollo y completación de los procesos y procedimientos organizacionales=
, con
apoyo al teletrabajo, procurando establecer desde la administración pública=
, esquemas
de excelencia, ética, gratuidad, prontitud y resolución de contingencias; e=
n una
época dónde todo parece ocurrir mucho más rápido, negándole a su personal
adscrito la oportunidad de apoltronarse, a la expectativa de un escenario m=
ejor
al que se reconoce en la contemporaneidad.
A
tenor de lo anterior, puede decirse conforme a lo expuesto en el presente
artículo y con apoyo a las propuestas teóricas e investigativas referidas, =
que
el teletrabajo por su contenido característico, elementos intrínsecos y
extrínsecos configurativos, beneficios bilaterales: empleador y empleado; se
eleva como fenómeno multidimensional de interés transdisciplinario, con con=
secuencias
plurifactoriales, generador de diversas posibilidades de gestión y atención=
de
las necesidades públicas, sin que esto se vea limitado al ejercicio laboral
presencial, para que las organizaciones contemporáneas aliadas al sector
público, cumplan su propósito fundamental: atender las demandas y solicitud=
es
de la ciudadanía; sin que eventos de orden externo le coarten en ello, tal =
es
el caso de la escasez de gasolina, a la que se hizo referencia en líneas
superiores a estas.
Finalmente,
todo lo que hasta aquí se ha expuesto, avala suficientemente la propuesta q=
ue
reposa en el presente manuscrito; donde se procura elevar al teletrabajo de
mera modalidad de trabajo a fenómeno social de gran alcance; más aún ante la
imperiosa necesidad de atender con eficiencia y efectividad las demandas
ciudadanas, manifestada por los líderes organizacionales del sector público,
quienes deben robustecer la arquitectura tecnológica de las oficinas adscri=
tas
a los organismos que ellos dirigen, para con ello lograr informatizar los
procesos y procedimientos inherentes a su gestión; apoyándose en la estrate=
gia
telemática los recursos multimodales a favor de los intereses gerenciales y=
el
bien común, aspirando resolver de forma exitosa, las dificultades generadas=
por
la crisis energética, social, económica, política que ha golpeado a los
venezolanos de manera contundente y agresiva durante los últimos años.
Conclusiones
Con
la elaboración de este artículo, se logró profundizar en la línea del
pensamiento complejo, procurando descubrir o redescubrir nuevas aristas a c=
erca
del teletrabajo, partiendo de un enfoque diferente al que hasta este entonc=
es
se le había otorgado, y que de hecho se reflejó en la gran mayoría de los
textos, seleccionados e intervenidos durante el procedimiento investigativo=
en
cuestión. Es menester destacar, que en opinión de los investigadores, cualq=
uier
estudio abocado a auscultar la experiencia humana, por necesidad, debe
acometerse de manera transdisciplinaria; orientado así a la gestión indagat=
iva multifacética;
donde el pensamiento logre alcances que vayan más allá de la lógica formal o
clásica, advirtiendo que la investigación científica persigue fundamentalme=
nte,
disolver la bruma, la incertidumbre, la contradicción; que en la
contemporaneidad haya surgido, con relación a las tradiciones y esquemas hu=
manos,
sociales, culturales, generacionales, étnicos, raciales preestablecidos o
también llamados clásicos.
Al
mismo tiempo, con la elaboración de este articulo pudo advertirse, que al
abordar un fenómeno multidimensional, de interés científico transdisciplina=
rio,
se debe tener en cuenta que la sociedad contemporánea transita por un mundo
físico, es cierto, pero que al mismo tiempo todo cuanto acontece en esa
realidad poliédrica, es percibido como biológico y cultural, lo cual implic=
a que
para ser comprendido, el pensamiento debe superar los esquemas de la lógica
formal, alcanzando así la figura del pensamiento translógico. Por ello, el =
auge
de las investigaciones que en su ejecución reúnen diferentes disciplinas,
procurando nuevas formas de concebir y representar los fenómenos de interés
científico, a los fines de lograr comprender la realidad en sus múltiples d=
imensiones,
tal es el caso del teletrabajo.
=
Finalmente, con la terminación de este e=
xtenso
se plantea, que para comprender muchos de los fenómenos que han logrado, no
sólo emerger en la contemporaneidad, sino que aun ahora se mantienen en bog=
a y
continúan desarrollándose, dando lugar a nuevas aristas que le diversifican=
en
sus formas y cánones comportamentales, debe tener lugar la ruptura espontán=
ea
del pensamiento, reconociendo que con el auge de las TIC y las transformaci=
ones
de los estamentos sociales clásicos, resulta muy difícil y quizás insosteni=
ble,
el equilibrio de los patrones sociales preestablecidos, generando así nuevas
perspectivas, donde el pensamiento lógico dialéctico se hizo insuficiente. =
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[1] Conclusiones
preliminares de la visita a la República Bolivariana de Venezuela de la
Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el impacto negativo de las
medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Of=
icina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. https://www.ohchr.org/SP/News=
Events/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=3D26747&LangID=3DS
[2] Los carritos por puesto, refiere a = una modalidad de transporte público con origen en la ciudad de Maracaibo, del Estado Zulia en Venezuela, iniciada a partir del año 1920, con lugar al = boom petrolero y el posterior arribo de los automóviles al país suramericano= .
[3]=
Los robots de s=
oftware,
comprenden una modalidad de automatización virtual o intangible y sirven de
apoyo a los sistemas de información digital de las organizaciones. El softw=
are
robótico, es una suerte de trabajador virtual, que interactúa con diferentes
aplicaciones, tal y como lo haría una persona. Así las cosas, funciona a tr=
avés
de una serie de comandos codificados, encargándose de ejecutar y completar
diversas operaciones de forma autónoma.
[4]=
Aggiornamento, es =
un
término italiano, que significa estar al día, actualizado, muy informado
respecto a algún tema o suceso en específico. La expresión suele ser adjudi=
cada
al papa Juan XXIII, quien la utilizó por primera vez durante las actividades
celebradas en el Concilio Vaticano II de 1959, Concilio Ecuménico convocado=
por
el referido pontífice romano, de nombre Ángelo Giuseppe Roncalli (1881 – 19=
63).
Car=
los
Daniel Henríquez Jiménez, et al. DOI: =
https://doi.org/10.37387/ipc.v10i1.277
<= o:p>
Carlos Daniel Henríquez Jiménez, et al. DOI: =
https://doi.org/10.37387/ipc.v10i1.277
<= o:p>
Invest.
Pens. Crit.(ISSN 1812-3864; eISSN 2644-4119)
Vol. 10, No. 1,
Enero – Abril 2022. pp. 64 -86
DOI: =
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Comunicación Corta
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