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Retos y desafíos del teletrabajo en una é= poca de cambio: aforismos críticos desde la abstracción del pensamiento contempo= ráneo venezolano

 

Challenges and challenge= s of teleworking in a time of change: critical aphorisms from the abstraction of contemporary Venezuelan thought

 =

Carlos Daniel Henríquez Jiménez1, * & Ramiro Aurelio Buitrago Acuña2, *=

 

1Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín

https://orcid.org/0000-0002-8668-7768

 

2Alcaldía Bolivariana del Municipio Miranda

https://orcid.org/0000-0002-8563-7662=

=  

* Autor por correspondencia: Ramiro Aurelio Buitrago Acuña, dr.buitrago86@gmail.com¸Carlos Daniel Henríqu= ez Jiménez: carlosdhenriquez@gmail.com

 

 

Recibido: 6 de septiembre de 2021

 Aceptado: 13 de octubre de 202= 1

 

Resumen

=  

Con el presente extenso, se tuvo el propó= sito de elevar algunos laudos epistémicos, relacionados con los retos y desafíos= que enfrenta el teletrabajo, generando así una nueva perspectiva sobre este, de= slastrándole de las arcaicas acepciones con las que ha sido discriminado hasta entonces.= En su elaboración se aplicó el diseño bibliográfico y método bibliográfico; la documentación fue la técnica aprovechada, donde la matriz bibliográfica y la matriz analítica de contenido, fueron los instrumentos utilizados. Se logró reconocer al teletrabajo, como un fenómeno multidimensional de interés transdisciplinario, con consecuencias plurifactoriales, contextualizado en organizaciones aliadas al sector público venezolano, frente al desafío que implica la informatización de los procesos y procedimientos que en ello encuentran lugar, aunado al reto de conservar en sus filas, al trabajador q= ue hasta entonces haya contratado, adiestrado, capacitado. Finalmente, pudo concluirse que, al interior de las organizaci= ones públicas venezolanas, se transita una realidad controvertida; por un lado, = esta aspira concretar acciones orientadas a la automatización de sus operaciones; por el otro, se propone posicionar al talento humano como su acervo de mayor valía. Así las cosas, el éxito recaerá en la arquitectura tecnológica sobre= la cual apoye su gestión del talento humano, robusteciendo la dinámica laboral= y eludiendo así el ausentismo laboral, abandono de cargos y la inminente fuga= de cerebros.

 

     Palabras clave: Teletrabajo, TIC, Gestión Pública, Talento Humano y Venezuela.

     Clasific= ación JEL: M12, M14, M19=

 

 

 

 

 

Abstract<= /o:p>

 

With the present extended, the purpose was to raise some epistemic awards, related to the challenges that teleworking faces, thus generating a= new perspective on it, de-ballasting it from the archaic meanings with which it= has been discriminated until then. In its preparation, the bibliographic design= and bibliographic method were applied; Documentation was the technique used, wh= ere the bibliographic matrix and the content analytical matrix were the instrum= ents used. Teleworking was recognized as a multidimensional phenomenon of transdisciplinary interest, with multifactorial consequences, contextualize= d in organizations allied to the Venezuelan public sector, facing the challenge = that the computerization of the processes and procedures that find place in it implies, coupled with the challenge of conserving in their ranks, the worker who until then has hired, trained, trained. Finally, it could be concluded = that within the Venezuelan public organizations, there is a controversial realit= y; On the one hand, it aims to carry out actions aimed at automating its operations; on the other, it aims to position human talent as its most valu= able asset. Thus, success will fall on the technological architecture on which it supports its management of human talent, strengthening the labor dynamics a= nd thus avoiding work absenteeism, abandonment of positions and the imminent b= rain drain.

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     Keywords: Telework, ICT, Public Management, Human Talent and Venezuela.

     JEL Classification: M12, M14, M19. <= o:p>

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Introducción

 

     En el proceso de abstracción, encuen= tra lugar el desarrollo del pensamiento complejo, el cual no se limita en la relativización, de las características o cualidades del fenómeno que se contemple o de cualquier otra cuestión que haya sido percibida por los sent= idos, procurando reconocer los nexos que, sin ser evidentes, resulten de interés empírico. Para nadie es un secreto que la contemporaneidad, es el escenario infinito donde encuentra lugar, el quiebre de los esquemas clásicos del comportamiento humano y supuestos preestablecidos, así como la mezcla de tradiciones y el ejercicio pleno de libertades, la informalidad de los proc= esos orgánicos, la apertura de todos los estamentos humanos y la abstracción artística.

     En tal sentido, resulta válido decir= que en la abstracción del pensamiento contemporáneo, se reconoce relevancia e importancia a todo aquello que sucede en el tiempo presente; sí, y con luga= r en el período histórico más cercano al momento actual, recordando que todo aqu= ello que es actual, a su vez es contemporáneo, siempre que haya sucedido con posterioridad a la Revolución Francesa en el año 1789; así pues, advirtiendo los parámetros históricos, se considera contemporáneo a cualquier evento con lugar en dicho período; mismo que se caracteriza por los constantes adelant= os tecnológicos, las transformaciones sociales, intelectuales, ideológicas, cu= lturales, políticas, la migración transcontinental, la firme divergencia entre el capitalismo y el socialismo,  el irreversible e inconmensurable intercambio intercontinental y el fenómeno reconocido como globalización, que aunado al multiculturalismo, dieron= fin a la Edad Moderna, dando paso a la Edad Contemporánea que transcurre aún al= día de hoy.

     Con base a lo antes descrito, puede = muy bien decirse que en el discurso de este artículo, se plantea la idea de abo= rdar al teletrabajo, desde la abstracción del pensamiento contemporáneo, context= ualizándole en la realidad venezolana de los últimos años, es decir un periodo que va d= el año 2015 al 2021, reconociéndole como categoría investigativa y a la vez co= mo fenómeno de interés transdisciplinario; pues no debe ignorarse, ni olvidarse que este surgió como respuesta, a una consecución de eventos económicos y políticos con lugar en los Estados Unidos de América durante el año 1973, es decir en la contemporaneidad de los últimos 50 años; y aún hasta entonces, = se advierte que continúa desarrollándose y compartiendo escenarios con otros tantos fenómenos sociales, quizás de data más reciente, pero que de igual manera y con apoyo a las tecnologías de la información y comunicación, han logrado potencialidad, robustecimiento, sostenibilidad y longevidad. <= /o:p>

     En consecuencia, puede entenderse co= mo contemporáneo, a todo evento que sucede en el presente y que pertenece al período histórico de tiempo más cercano a la actualidad, tal es el caso del teletrabajo, fenómeno que toma lugar aún entonces, como parte de una realidad convulsa, informatizada, crítica, compleja, y que por su naturalez= a multidimensional con consecuencias plurifactoriales, se contrapone per se, a todos los demás procesos que vinculados al ejercicio laboral, tuvieron lugar en otros= tiempos por los que haya transitado la humanidad. En este sentido, resulta válido a= dvertir que la contemporaneidad, suele ser descrita como un momento fructífero dond= e los avances tecnológicos están cada día más presentes, sobre todo la tecnología celular y virtual, generada en los últimos 15 años, lo cual ha permitido al orbe deconstruir los esquemas sociales clásicos.<= /o:p>

     Conforme a las ideas expuestas, en el desarrollo del presente estudio, los investigadores se decantaron por abordar al teletrabajo desde un enfoque crítico, con la aspiración de generar un constructo epistémico lo suficientemente robusto, = como para lograr elevarle de mera mod= alidad de trabajo a fenómeno de interés universal, sin dejar de reconocer e= n él su carácter contemporáneo y el impacto que gracias a las tecnologías de la información y comunicación, ha logrado con relación a los procesos de traba= jo, que hoy día se suceden al interior de las organizaciones públicas venezolan= as. Al respecto, conviene tener en cuenta los hallazgos generados algunos años atr= ás, con el trabajo investigativo de autores como Escalante, Cendrós y Urdaneta (2006), quienes han referido que: “En el Estado Zulia - Venezuela, el teletrabaj= o se ha extendido lentamente, y fundamentalmente en determinados sectores, tales como: banca, seguros, servicios públicos entre otros; siendo aprovechado en numerosas funciones: contabilidad, secretaría, gestión de los sistemas informáticos” (p. 237).

     Igualmente, es preciso reconocer que= el teletrabajo ha sido una temática estudiada tan sólo por algunos profesional= es, expertos y académicos venezolanos, motivados por el interés de generar contenidos autóctonos relativos a este, confrontados a una realidad social = plagada de dificultades y limitaciones tecnológicas, más aún en los últimos 6 años,= lo cual no ha sido mella para que los estudiosos del comportamiento humano y organizacional, profundicen en el aprovechamiento de este fenómeno tan comp= lejo como translógico. Así también, tal como en 2006 los autores referidos en el párrafo anterior, tuvieron oportunidad de completar su investigación sobre = las implicaciones legales del teletrabajo, en la región zuliana del país surame= ricano; tiempo después se llevó a cabo otra indagatoria con abordaje al mismo; cont= extualizado en la región central del Estado Venezolano, la cual, al ser finalizada le permitió a la investigadora Bolívar (2011), definir al teletrabajo de la siguiente forma:

 

El teletrabajo, reviste una manera de realizar el trabajo que omite la presencia física del trabajador en la infraestructura = de la organización, y que se ejecuta con la ayuda de medios tecnológicos y un conocimiento previo en el área telemática. Este ha sido estudiado por diver= sos especialistas en el tema, enmarcado dentro de las fórmulas laborales flexib= les, donde los conceptos básicos del horario y productividad adquieren nuevas dimensiones. (p. 18)

 

     Ahora bien, es fundamental exponer q= ue para lograr contextualizar verdaderamente al teletrabajo en la realidad comparti= da por los venezolanos, resulta irrenunciable traer a colación la crisis sociopolítica por la que atraviesa el país suramericano, misma que ha transformado el devenir diario del ciudadano común; pues aún cuando desde h= ace algún tiempo se hablaba de teletrabajo en Venezuela, no fue sino hasta los último= s 6 años que su aprovechamiento se ha ido masificando; esto sin lugar a dudas, = como consecuencia a la escasez de combustibles fósiles al interior de la repúbli= ca,  que entre el año 2015 y el 2021, ha logr= ado robustecer la crisis energética en Venezuela, lo que ha tenido efectos desfavorables en el funcionamiento de los servicios más elementales: agua potable, gas doméstico, energía eléctrica, internet, transporte público y colectivo, telefonía móvil y fija, entre otros; dicho argumento no aspira e= n lo absoluto, dramatizar los hechos que en la contemporaneidad han encontrado lugar, ni menos aún politizar el discurso del presente artículo; sino simplemente dejar claro y sin cortapisas que la complejidad del contexto esbozado, forzó a muchas organizaciones y en consecuencia a sus trabajadore= s, a optar por cumplir con sus responsabilidades y compromisos laborales desde la telepresencia.

     Del mismo modo, cabe mencionar que la situación descrita en el párrafo anterior, guarda mucha relación con el aprovechamiento masivo del teletrabajo en Venezuela, ya que cuando se dific= ulta la posibilidad de cumplir con las responsabilidades, compromisos y obligaci= ones laborales de manera presencial, no queda otra opción más que la telepresenc= ial, en ello estriba el interés de los investigadores por reiterar en el discurso del presente artículo, la referida crisis sociopolítica por la que atraviesa Venezuela hoy día y que sin lugar a dudas es el origen de la fuga de cerebr= os en el país suramericano. Es un hecho públi= co y notorio que la escasez de combustible en Venezuela, ha agravado, profu= ndizado y potencializado la crisis social en general[1], lo que como mínimo ha dificultado la movilización vehicular o automotriz de los ciudadanos venezolanos y de cualquiera que aun sin serlo, haga vida en el referido paí= s. Lo anterior se suma al hecho que, desde hace algún tiempo, estas personas ya e= staban experimentando dificultades para trasladarse de un lugar a otro, como resul= tado al desabastecimiento de repuestos o refacciones automotrices, bienes que, en los últimos 5 años, apenas algunos actores económicos han logrado producir e importar (ACNUDH, 2021).

     Entre tanto, todo lo que hasta este momento se ha expuesto, es apenas una pálida idea de lo que diariamente deb= en confrontar los profesionales y trabajadores venezolanos, para quienes ejerc= er sus obligaciones y compromisos laborales desde la telepresencia, pudiera resultar beneficioso e incluso un alivio, ante la pesadilla que diariamente= representa procurar y conseguir algún medio de transporte, para poder llegar hasta su sitio de trabajo en el horario establecido, tal y como podían hacerlo hasta hace algún tiempo. Con respecto a esto, la misma autora venezolana, Bolívar (2011), ha señalado lo siguiente: “La idea del trabajo a distancia se consi= dera como una nueva oportunidad para las personas (…), tanto en virtud de la creciente flexibilidad de los convenios laborales como de la eliminación de= la necesidad de desplazarse para ir a trabajar” (p. 18).

     En tal sentido, continua con su planteamiento la misma Bolívar (2011), quien ha señalado lo siguiente: “La actuación de las personas, generalmente limitada a un espacio determinado y= a ha dejado de ser una barrera, se abre ahora, a través de las tecnologías digit= ales de comunicación, la intervención de espacios más globales” (p. 24). Ante una realidad social contemporánea, como la que atraviesan las organizaciones venezolanas aliadas al sector público, ha sido preciso tomar determinacione= s efectivas, que favorecieran a corto plazo la transición entre el ejercicio laboral presencial y el telepresencial. Por su parte, con el desarrollo de la investigación académica, contextualizada en el Estado Aragua, ubicado en la región central del país suramericano, la autora Bello (2016), ha expuesto q= ue: “El trabajo asalariado, ha sufrido una modificación en los últimos años, da= ndo lugar a múltiples formas de ejercicio laboral; pero no todos los países han efectuado su adecuación legal y estructural para su implementación y regula= ción” (p. 134).

     Así pues, resultó preciso tener en c= uenta otras posturas investigativas, que con relación  al teletrabajo en Venezuela, fueron expuestas desde la episteme, pro= curando más allá de concretar o reunir diversos antecedentes, enriquecer la data informativa, con la que se logró exhibir de que manera este ha sido tratado= por los científicos y expertos criollos, abordándole en la realidad venezolana,= y al mismo tiempo sirvieron de sustento y justificación al desarrollo de nuev= as iniciativas investigativas, tal como el presente artículo; que le conciban = como algo más que un simple formato de gestión operativa, modalidad de trabajo o= una cuestión procedural, al advertir las diversas y numerosas consecuencias, que este ha tenido en el comportamiento humano y organizacional, transformando = los esquemas clásicos de la gestión estratégica, administrativa, técnica y operativa con lugar en la Venezuela contemporánea. Con la completación de su indagatoria, fueron los autores Contreras y Lago (2018), quienes lograron concluir lo siguiente:

 

El teletrabajo en Venezuela es una condición lab= oral que ha sido poco abordada y cuyos resultados en el presente estudio, permit= en afirmar que los participantes poseen niveles de exposición mayoritariamente favorables para la salud, frente a otras poblaciones estudiadas en el mismo período de tiempo, lo cual puede sugerir que el teletrabajo, es una alterna= tiva recomendable a nivel de salud, adquiriendo así una mayor relevancia para el área de la salud ocupacional nacional. (p. 88).

 

     Igualmente, se debe esclarecer que, = en el discurso de este artículo, no se persigue desarrollar un conglomerado de elucubraciones injustificadas, ni menos aún una serie de apologías tendenci= osas que terminen por confundir aún más, a quienes estén interesados en entender= y comprender el comportamiento del fenómeno; abordado desde las bases concret= as que sostienen la realidad social venezolana. En pos de ello, durante el desarrollo del presente estudio, los investigadores visualizaron que, en la profundización de los contenidos, relativos a algunos retos y desafíos que afronta el teletrabajo, se podría elaborar un constructo epistémico que sirviera de sustento, para la elaboración de nuevas investigaciones, que conciban desde el inicio al teletrabajo, ya no como una simple y llana modalidad de trabajo, sino como un evento de mayor trascendencia. Pa= ra puntualizar estos aspectos, se ha tomado en cuenta la propuesta investigati= va de Ramírez, Tapia, Vega y Villagómez (2021), quienes han señalado lo siguie= nte:

 

Uno de los desafíos que dificultan el aprovechamiento del teletrabajo en Sudamérica, es la falta de regulación jurídica; tal es el caso de Venezuela, donde esto compete a las normas previstas en la legislación laboral y la figura que más se asemeja al teletrabajo es el trabajo a domicilio. (p. 669)

 

     Finalmente, conviene aclarar que este artículo fue elaborado a los fines de socializar los hallazgos logrados, tr= as la completación de un procedimiento sistematizado, donde se aprovechó un componente metodal, que, en opinión de los investigadores, resultó de gran utilidad; teniendo en cuenta la batería documental concretada y la naturale= za postpositivista del estudio en cuestión, del cual se desprende el presente extenso, donde se eleva al teletrabajo como un fenómeno de interés científico. Igualmente, se tuvo el propósito de reconocer en el teletrabajo, elementos diferentes a los referidos por otras investigaciones; para lo cual, se precisó la concatenac= ión y confrontación de contenidos, que no sólo fueron generados en Venezuela, s= ino también en otros países del continente suramericano, lo cual permitió ofrec= er laudos epistémicos propios, originales y autóctonos; dando lugar a una investigaci= ón cualitativa totalmente diferente y de carácter innovador.=

 

= Materiales y métodos

Método

 

     En la elaboración del pr= esente artículo, fue seleccionado desde un principio el método bibliográfico, mismo que consiste en la revisión sistemática del material bibliográfico relacion= ado al tema abordado; con este se logra condensar y aplicar una secuencia de técnicas y estrategias que permiten localizar, identificar y acceder a los = documentos necesarios para concretación del estudio.  En opinión de los investigadores, el mét= odo bibliográfico, fue considerado el más indicado, no sólo por el tipo de investigación de la cual el presente artículo se desprende, también, por la naturaleza de los contenidos auscultados en el momento hermenéutico, y al m= ismo tiempo, porque este congrega un conjunto de técnicas especiales, que result= an de utilidad para ubicar y aprovechar los archivos pertinentes a la indagaci= ón en cuestión.

     Igualmente, es importante reiterar que el método bibliográfico, ostenta un conglomerado de elementos técnicos específicos, que le cohesionan de forma fructífera con el diseño bibliográfico, así como con la técnica reconocida como documentación; recur= sos metodológicos que también fueron seleccionados por los investigadores, para concretar el componente metodológico de este estudio, con apoyo a su experiencia en este tipo de investigaciones. En lo que a ello respecta, Lóp= ez (2002), ha dejado claro que: “Para realizar un trabajo de investigación, es necesar= io llevar a cabo un desarrollo metódico, que permita la consecución de los obj= etivos propuestos, la formulación clara, concreta, precisa del problema y la metodología de investigación rigurosa y adecuada” (p. 167).

     Así pues, se deja claro = que en este estudio se hizo uso del método bibliográfico, teniendo en cuenta la naturaleza de la investigación documental, donde se procura obtener, seleccionar, compilar, organizar, analizar e interpretar contenidos, relacionados al fenómeno abordado de fuentes documentales, así también  el periodo contemporáneo  que fuera abarcado, por los archivos documentales seleccionados como unidades de análisis y el propósito fundamental de elevar algunos laudos epistémicos, relacionados con los retos y desafíos que aún entonces enfrenta el teletrab= ajo en Venezuela, mismo que se sostuvo en todo momento. En ese orden de ideas, = vale tener presente lo que implica el método bibliográfico, sobre el que = Barbosa y Urrea (2018), han explicado lo siguiente: “Este, consiste en indagar, recolectar, organizar, analizar e interpretar información o datos relacionados a alguna temática. Éste es conducente a la construcción de conocimientos, así mismo sistematiza de for= ma objetiva y metódica los estudios empíricos publicados sobre un determinado = tema de investigación” (p. 145).

 

Diseño

 

     Desde su experiencia, Ló= pez (2002), ha planteado lo siguiente: “Para acometer científicamente el problema metod= ológico, se debe analizar qué modelo o enfoque conceptual resulta más adecuado para afrontar eficazmente la Investigación” (p. 168). Partiendo de allí, los investigadores se decantaron por el diseño bibliográfico, como columna vertebral, para el desarrollo integral del componente metodal que enmarcó e= ste estudio; tomando en cuenta que el propósito del artículo, fue lograr generar laudos epistémicos originales e innovadores, que en la narrativa de sus aut= ores, brindasen un enfoque humanístico del teletrabajo como fenómeno, desde el pensamiento  complejo, más allá del= espectro tecnológico que le arropa, sin dejar de lado que al tratarse de una investigación documental, este diseño bibliográfico se ajusta como ningún o= tro. Al elaborar una investigación de este tipo, es fundamental tener en cuenta,= aquello que en su momento Gómez, Galeano y Jaramillo (2015), han expuesto:

 

Los textos enfocados en la comprensión, no buscan necesariamente recuperar el conocimi= ento acumulado. Sí, revisan la literatura, en ocasiones bastante extensa, pero no exponen balances o inventarios puesto que sus objetivos están enfocados en = la hermenéutica, la reflexión, la crítica y finalmente la comprensión.

 

 

 

 

 

Técnicas e Instrumentos=

 

Técnicas

 

     En este estudio, fue apl= icada la documentación como técnica investigativa, para la intervención de los escritos donde reposaban contenidos de interés, de acuerdo con el criterio = de los investigadores, a los fines de conducir una investigación apoyada en el método científico, hacia el aprovechamiento máximo de los archivos seleccionados para tal fin. Por su parte Rojas (2011), expuso que: “En particular, un documento está constituido por dos partes: el soporte documental, que es el material físico en que se presenta el documento; y, p= or otro lado, la información contenida en el documento” (p. 281); esto, a mane= ra de tener en cuenta, como estuvo conformada la data documental aprovechada, = para la elaboración del presente artículo.

     Con relación a la técnic= a de revisión documental, también llamada documentación, autores como Martín y Lafuente (2017), explicaron que: “Este proceso es conocido como búsqueda documental, revisión de antecedentes, investigación bibliográfica o documen= tal” (p. 152). Al mismo tiempo, otros autores como Rojas (2011), han expuesto lo siguiente: “La documentación, comprende una serie secuencial de procedimien= tos orientados a la aproximación al, procesamiento y recuperación de información contenida en documentos, independientemente del soporte documental en que se hallen” (p. 279). Es preciso tener en cuenta, que para el estudio de donde = emerge el presente extenso, conviene reconocer que la documentación fue la técnica aplicada por los investigadores, la cual favoreció su dinámica indagativa, = desde el inicio del procedimiento propiamente dicho, con relación a ello, Martín y Lafuente (2017), plantearon que:

 

El investigador= , a medida que avanza en su proyecto, debe ir documentando cada una de las fuen= tes de información utilizadas. Determinar la cantidad óptima de citas, el tipo = de documentos a citar o las formas de citación dentro del texto son algunos de= los aspectos más frecuentes que debe enfrentar todo investigador. (p. 153)=

 

     Entre tanto, no conviene= dejar de lado que  la técnica documental = aprovechada en este estudio, puede tener lugar en cualquier momento de la indagatoria, = excluyendo -obviamente- aquel en don= de se revelan los hallazgos finales, pues, ciertamente tanto al inicio, como en el desarr= ollo y prolongación de la investigación; los investigadores tuvieron la oportuni= dad de refrescar la batería documental en la que se apoyaron, tanto para la concertación del marco teórico, como para el entendimiento y comprensión del fenómeno auscultado. Esta, fue descrita por Rojas (2011), de la siguiente manera: “Como ejemplos de documentación pueden contarse las técnicas de lectura, aproximación al documento, la reseña, el resumen, entre otras form= as de sistematizar los contenidos, para lograr con ello la recopilación de la información” (p. 279).

 

Instrumentos

 

     Es importante tener en c= uenta que en toda investigación y sobre todo en las de corte documental, bibliográfico, y muy especialmente en los estados del arte, no se deben confundir jamás a las técnicas con los instrumentos investigativos. Aquellos interesados, en llevar a cabo labores investigativas de corte científico y académico, están exhortados a comprender que las técnicas como tal, compren= den un conjunto de procedimientos específicos, que, seguidos en toda regla, favore= cen el alcance de diversos logros, entre los que puede contarse la determinació= n de vínculos entre las variables/categorías/fenómenos con el o los sujetos de la investigación, y al mismo tiempo con el contexto donde este se desenvuelve. Básicamente hablando, las técnicas de investigación, describen= los pasos que debe cumplir el investigador, para concretar la data informativa = de la que apoyarse en el desarrollo de su estudio.

     Por otro lado, los instrumentos de investigación corresponden a los mecanismos, de los que el investigador se vale, para la recopilación o recogida de la data propiamente dicha; entre los cuales pudiera contarse a las fichas de todo tipo, el cuad= erno de notas, las notas sobre notas, los formularios, pruebas, test, escalas de opinión y listas de chequeo, la grabadora digi= tal, la cámara de vídeo e incluso la cámara fotográfica, entre otros tantos; mis= mos que serán escogidos con apoyo al tipo de investigación, en la que se procure aprovecharles y por supuesto al propósito que el interesado aspire concreta= r. Demás está decir, que el instrumento en su naturaleza y constitución, es algo tan= gible, sólido, palpable. Ahora bien, entre los instrumentos aplicados para el pres= ente estudio, puede contarse a la matriz bibliográfica, sobre la que Gómez, Gale= ano y Jaramillo (2015), han planteado lo siguiente:

 

La matriz bibliográfica comprende un instrumento diseñado en Excel, donde se inventariaron todos los textos que conformaron el universo y sobre el cual = se aplicaron los filtros de selección. También cumplió la función de reseñar l= os textos, y lo hizo de forma práctica y asequible. (p. 426)=

 

     Al mismo tiempo, en este estudio ha sido aprovechado otro instrumento, tal es el caso de la matriz de análisis de contenido, la que, desde su experiencia, Andréu (2002), ha desc= rito así: “Esta se basa en la lectura textual o visual, como instrumento de reco= gida de información, lectura que, a diferencia de la lectura común, debe realiza= rse siguiendo el método científico, es decir, debe ser, sistemática, objetiva, replicable, válida” (p. 02). Igualmente, se precisa tener en cuenta la opin= ión de Díaz (2018), quien, con relación a la matriz de análisis de contenido, ha señalado lo siguiente: “En ella la idea es desarrollar la perspectiva interpretativa de los textos, profundizando más allá de del contenido manifiesto, también al contexto y contenido latente desde donde se expresa = el mensaje” (p. 126).  Por su parte, G= ómez, Galeano y Jaramillo (2015), ha explicado que:

 

La matriz analí= tica de contenido comprende un instrumento diseñado en Excel donde se relacionar= on los textos de la muestra, escritos en vertical, con las categorías de análi= sis, escritas en horizontal. De cada texto se extrajeron todos los párrafos o fr= ases donde se desarrolló un tema relacionado con alguna de las categorías y se u= bicó en la escuadra. También contó con la bibliografía y las observaciones de ca= da texto de una forma organizada que facilitó la lectura lineal y transversal.= (p. 426)

 

Documentos revisados

 

     En la elaboración del es= tudio en cuestión, fueron seleccionados como unidades de análisis un conglomerado de artículos científicos; donde reposaron los resultados o hallazgos de divers= as investigaciones originales, que con abordaje al teletrabajo, dieron cuenta = del fenómeno como categoría de  interés científico, desde las ciencias humanas, sociales y administrativas; así pues este compendio de escritos documentales, de tipo físico y digital, conforma= ron las unidades de análisis iniciales y finales. Por su parte, Cáceres (2003),= ha expuesto lo siguiente: “En la investigación documental, las unidades de análisis corresponden a los contenidos, sobre los cuales se elaboran los análisis investigativos, hacia la consecución de los hallazgos finales. Est= os, representan el alimento informativo principal para procesar, pero ajustándo= lo a los requerimientos de quien devorará dicha información” (p. 60). En ese sentido, adquiere relevancia lo que Fernández (2002), ha explicado:

 

Desde el moment= o en que no todos los fenómenos sociales son susceptibles de ser observados en el tiempo de su ocurrencia y, dadas las dificultades actuales para su completa= y correcta transmisión por la vía oral, cobran importancia los documentos escritos por su capacidad de convertirse en registros históricos a los que = se puede acudir con relativa facilidad para la investigación de determinados aspectos de la sociedad. (p. 35)

 

     Entre tanto, autoras como Martín y Lafuente (2017), plantean lo siguiente: “La revisión bibliográfica= constituye una etapa esencial en el desarrollo de un trabajo científico y académico. Implica consultar distintas fuentes de información, catálogos, bases de dat= os, buscadores, repositorios; y recuperar documentos en distintos formatos” (p. 152). Por ello, el estudio en cuestión se considera una investigación docum= ental, pues reviste muchas de las características esenciales, de este tipo de abordajes científicos y académicos. Por su parte, Vizcaíno, Serrano, Jiméne= z y Pastor (2016), han señalado que:

 

Durante las revisiones bibliográficas se identifican, analizan y categorizan todos los artículos de acuerdo a las características de las investigaciones en las que pudieran ser aprovechados. Después, se revisan las notas preliminares y se lleva a cabo una discusión sobre los patrones que emergieron con respecto a= las temáticas de investigación, la especificidad de los conceptos con relación = al o los propósitos de la investigación. (p. 488)

 

     Así pues, en la elaborac= ión de un estudio documental como este, conviene llevar a cabo un procedimiento acucioso de búsqueda, selección y discriminación de fuentes, decantándose p= or aquellas de naturaleza original e indubitada, para con ello sustentar de fo= rma fehaciente los hallazgos que finalmente serían revelados. Con relación a el= lo, autoras como Martín y Lafuente (2017), han planteado lo siguiente: “A parti= r de esa revisión bibliográfica, el investigador va construyendo el marco teóric= o, documentando antecedentes y elaborando la bibliografía que se incluye al fi= nal de un trabajo científico o académico” (p. 153). Del mismo modo, conviene te= ner en cuenta que este tipo de revisión a fuentes bibliográficas, es aplicado de forma frecuente en investigaciones de corte documental. Respecto a lo anter= ior, Cáceres (2003), ha explicado que: “En la investigación documental, se recon= ocen como unidades de análisis, a aquéllas que son de base gramatical, es decir, propias de la comunicación verbal o escrita” (p. 61). Por su parte, autoras como Ma= rtín y Lafuente (2017), plantearon que:

 

La bibliografía de un trabajo permite, en muchos casos, obtener un estado del arte sobre un tema, razón por la cual una correcta y minucio= sa evaluación de la misma en un trabajo de investigación no sólo garantiza que= el investigador se haya documentado bien, sino que le otorga mayor rigurosidad= al trabajo. (p. 162)

 

Procedimientos

 

     Con relación al procedimiento cumplido en el tratamiento de las fuentes documentales, convi= ene tener presente desde el primer momento a Martín y Lafuente (2017), quienes = han señalado lo siguiente: “La bibliografía, si bien constituye el último ítem de un tra= bajo de investigación, se comienza a elaborar apenas se define el tema y se empi= eza a buscar documentación” (p. 153). Cabe dejar claro que en el desarrollo de = este estudio, se llevó a cabo la recopilación de archivos documentales, de tipo digital y físico, donde se logró reconocer el contenido necesario, no sólo = para la elaboración del artículo, sino también para la concertación de un constr= ucto teórico denso, que diera cuenta del fenómeno abordado,  y que igualmen= te se vincula con la investigación original de la cual se desprende, sin llega= r a la repetición de fuentes bibliográficas, para con ello generar un extenso q= ue fuese más allá, de lo ya labrado con la referida obra académica.=

     Así también, es importan= te esclarecer que durante el proceso heurístico, no se tomaron en cuenta archi= vos documentales, que abordasen al fenómeno desde un enfoque técnico e informat= izado, salvo que incorporaran una perspectiva humanista,  donde se hiciera referencia al teletrabajo desde la mirada del otro, es decir, con una perspectiva social y humana, ya que el interés de los autores del presente manuscrito, se enfocó esencialmente en reconocer que, amén del trasfondo tecnológico que permea al mismo, no puede invisibilizarse el gran impacto q= ue este fenómeno ha ejercido, sobre el talento humano en su desenvolvimiento profesional, durante más de 47 años, cuando en 1973, ante la crisis petrole= ra que en aquella época atravesaba EE.UU., Jack Nilles, pensando en alguna man= era de reducir el consumo de combustibles fósiles, consideró necesario generar alternativas de gestión resolutoria a corto plazo, que permitiesen a los trabajadores cumplir con sus compromisos y obligaciones  laborales, sin la necesidad de traslada= rse hasta el sitio de su oficina y luego de vuelta a su lugar de residencia.

     Igualmente, cabe reconocer que tal búsqueda = de documentos y posibles fuentes de información, susceptibles de ser aprovecha= das por los investigadores, se le reconoce como el momento heurístico de la investigación. Vale decir, que en dicha búsqueda no se incluyeron ponencias= de congresos, ni capítulos de libros; pues los autores de este extenso conside= raron que las fuentes del conocimiento original, estaban conformadas exclusivamen= te por artículos de revistas indizadas, ya que desde hace algún tiempo, investigando juntos, han observado que es en estos, donde se socializa el verdadero conocimiento de primera mano, como resultado o hallazgo de investigaciones formales, elaboradas con anterioridad, y que por demás, die= ron cuenta del fenómeno desde la óptica académica y científica propiamente dich= a.

     En ese orden de ideas, los autores del manuscrito tienen claro que los artículos científicos, conforman la fuente = del conocimiento directo de más fácil acceso; por lo cual se decantaron hacia la búsqueda de fuentes documentales de este tipo, a través de plataformas electrónicas, como: Dialnet, AJOL, RedALyC, SciELO, Latindex, Scopus, AURA, REDIB, entre otros sit= es; propios de cada revista. Aunque la masa documental concretada con dicha búsqueda, estuvo conformada por más de 71 archivos, no sería sino hasta la discriminación documentaria,  lleva= da a cabo por los investigadores, que finalmente fueran seleccionadas un total d= e 43 fuentes, que abarcaron un periodo comprendido entre el año 2002 y el año 20= 21, para llevar a cabo el análisis, confrontación y reflexión sobre los contenidos que reposaban en estas, y que finalmente fueron señaladas en el segmento: referencias bibliográficas.

     Así pues, cabe destacar = que para lograr configurar la batería documental aprovecha, se llevó a cabo la = recopilación de archivos de interés, en las plataformas indicadas en el párrafo anterior= ; y para poder ubicar cada una de estos, se utilizaron como criterios de búsque= da los siguientes: teletrabajo, telemática, TIC, gerencia estratégica, prospec= tiva organizacional, gestión estratégica, entre otros. Ahora bien, cada uno de l= os archivos seleccionados para su intervención, fue abordado mediante técnicas= e instrumentos científicos, propios de la investigación documental y los esta= dos del arte en las ciencias humanas, sociales, administrativas, ajustadas al paradigma postpositivista. Vale acotar que, en su investigación respecto al teletrabajo, el experto Calderón (2017), dejo claro lo siguiente: “El estado del arte es elegido como metodología, por ser la recolección de información detallada sobre lo que hasta ahora se ha dicho, sobre el fenómeno en cuesti= ón y sus condiciones a nivel empresarial, familiar y social” (p. 13).

     Igualmente, resulta verdaderamente necesario dejar claro, que, tras la culminación del momento heurístico, tuvo lugar el momento hermenéutico, mismo donde el escenario investigativo invitó a la reflexión profunda y posterior teorización acerca= del fenómeno abordado. Con respecto a ello, Arráez, Calles y Moreno (2006), exp= licaron lo siguiente: “La interpretación viene a identificarse con la comprensión de todo texto cuyo sentido no sea inmediatamente evidente y constituya un problema, acentuado, por alguna distancia histórica, psicológica, lingüística, que se interpone entre nosotros y el documento” (p. 173). =

    Finalmente, fue durante el momento hermenéutico inherente al proceso indagativo, donde cada investigad= or, tuvo la oportunidad de acercarse a contenidos de interés neurálgico, que de= ntro de los archivos seleccionados, dieron cuenta del teletrabajo como categoría= de interés científico, académico, universal; la cual más allá de todo ello, se= ha elevado como fenómeno fundamentalmente humano, social y administrativo, el = cual en su desarrollo y prolongación, reviste características integradoras desde distintas ciencias. Desde su experiencia Arráez, Calles y Moreno (2006), han dejado claro lo siguiente: “El hermeneuta es, por lo tanto, quien se dedica= a interpretar y develar el sentido de los mensajes haciendo que su comprensión sea posible, evitando todo malentendido, favoreciendo su adecuada función normativa y la hermenéutica una disciplina de la interpretación” (p. 173).<= o:p>

 

Fundamentación Teórica<= /b>

 

     Muchos y de diversa índole, fueron los eventos que han encontrado lugar en la hist= oria contemporánea venezolana. En este extenso, se tuvo como propósito profundiz= ar en el teletrabajo; no como una simple cuestión procedural, sino como un fenómeno; que ha sido reforzado por el desarrollo y consecución de los diferentes acontecimientos suscitados en el país suramericano. Para nadie e= s un secreto que en los últimos 20 años y aún al día de hoy; la sociedad venezol= ana, se ha visto forzada a confrontar un conglomerado de escenarios perjudiciale= s, generados por actores políticos y sociales, opositores al Gobierno Bolivari= ano Venezolano, y que más allá de resultar desafiantes, bien podrían ser calificados como siniestros, dada la manera en la que han sido forjados, advirtiendo su representación, naturaleza, ejecución y prolongación; hacien= do un especial hincapié, en las múltiples formas en las que se ha perjudicado,= a cada uno de los venezolanos que aun hacen vida en su país y que demás está decir, ha dado lugar a la diáspora venezolana.

     A tenor de lo anterior, conviene dejar claro que con el discurso de este exte= nso, se precisa exponer desde un enfoque científico, académico, epistémico, hermenéutico, dialectico y de forma descriptiva, los diferentes eventos que= han encontrado lugar, en el contexto real por el que los venezolanos contemporá= neos transitan; lejos está la idea de asumir una postura política o de generar alguna matriz de opinión de tal índole, ya que no es la finalidad de este extenso, opinar sobre la realidad política venezolana, ni menos aún se aspi= ra con lo acá expuesto, asumir posturas políticas, pues el propósito absoluto = del presente artículo, es reconocer al teletrabajo como algo más que una modali= dad de empleo, y para lograr sustentar y sostener dicho planteamiento, resulta válido expresar, que tal como se desarrollan y prolongan los distintos escenarios en la Venezuela de hoy, se considera más que viable dicha propue= sta.

     Así pues, resulta preciso exponer que, entre los eventos, referidos anteriormen= te, se eleva sobre cualquier otro, uno de los sucesos que, con fuerza bruta, ha golpeado la realidad social de la Nación suramericana, mismo que ha sido re= conocido como La escasez de combustible en Venezuela, el cual por sí solo logró robustecer y profundizar, la crisis multiforme por la que transitan los venezolanos contemporáneos, que a la fecha hacen vida en su país de origen.= Más allá de ello, es preciso exponer, que dicho acontecimiento ha conseguido alcances mayores a cualquier otro que se le compare y vaya que en Venezuela= hay muchos sucesos con que compararlo, pues con la falta de combustibles fósile= s, es decir algunos derivados del petróleo: gasolina de motor, gasolina de aviación, diésel, gasoil, querosén, solventes, bases lubricantes, asfalto, combustible pesado, parafinas, entre otros; cualquier proceso energético, tecnológico, económico, agrícola, social, laboral, cultural, educacional y humano se paraliza.

     Igualmente, lo anterior ha logrado agravar de manera contundente y profunda, la crisis eléctrica por la que atraviesa Venezuela desde hace var= ios años, y que empeoro con El apagón nacional en Venezuela, evento que tuvo lu= gar los primeros días del mes de marzo del año 2019 y del que a la fecha se extienden algunas consecuencias. Así entonces, es preciso reiterar que los = acontecimientos descritos en el párrafo anterior, han tenido incontables trascendencias, en= tre las que se cuenta a la forzosa transformación del escenario laboral contemporáneo, donde muchos venezolanos se han visto obligados, a llevar su ejercicio profesional u ocupacional de lo presencial a lo telepresencial, a= unado a ello, ha logrado apreciarse que durante los últimos 6 años, el mercado laboral se ha diversificado en múltiples formas de gestión, a las que el comportamiento humano y organizacional se ajustó ineluctablemente.

     Así entonces, en el país suramericano la manera tradicional de ir al trabajo, cumplir con la jornada laboral y ejercer las funciones inherentes a su carg= o, ha dejado de ser lo habitual, forzoso u obligatorio, pues en muchos casos, = resulta imposible ejecutar acciones tan simples, como las de trasladarse de un luga= r a otro, escenario consecuente a la escasez de gasolina y a las pocas opciones disponibles de transporte público y colectivo, sobre todo en las regiones centro-occidental y occidental, donde la existencia autobuses, carritos por puesto[2], taxis, entre otros son muy escazas; todo lo cual ha obligado a muchas organizaciones, a implementar el uso de las tecnologías de la información y comunicación, [a las que en adelante se hará referencia como TIC, en el discurso del presente extenso]. Pudiera decirse q= ue tal fenómeno es consecuencia directa, no sólo del auge que hasta entonces h= an alcanzado las TIC, sino también a la precariedad con la que se debe vivir e= n un país, donde cada día es más difícil conseguir un medio de transporte… por ridículo que pueda parecer.

     Así pues, ante la vertiginosa realidad de los tiempos que corren en Venezuela, teniendo en cuenta las economías emergentes al sur del Continente Americano= , la crisis económica y política post pandemia por COVID-19, el incremento en los índices de pobreza, desigualdad, miseria en la periferia mundial: México, C= osta Rica, Honduras, Panamá, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Belice, Venezuel= a, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Paraguay, Chile, Brasil, Argentina; corresponde a l= as organizaciones contemporáneas venezolanas aliadas al sector público, ajustar sus planes, programas y políticas de gestión gerencial, administrativa= y operativa, a la complejidad social por la que transita la humanidad a nivel global, cuestión que sin ir muy lejos, se resiente aún más en los países tercermundistas por razones de índole diversa.

     En ese sentido, conviene tener presente que para lograr entender o aún mejor c= omprender, el desarrollo de todos estos procesos y la forma en la que se vinculan entr= e sí, dando origen al auge de las TIC y todos los fenómenos que de ello se desprenden, [entre los que se destaca el teletrabajo], conviene tener en cu= enta la manera en la que los expertos definen, caracterizan y explican dicha tem= ática; pues el teletrabajo, como fenómeno susceptible de ser abordado en un sentido epistemológico, comprende un cúmulo de procesos inherentes a este, como fig= ura importante y relevante en la cultura organizacional contemporánea. Así pues, conviene = definirle no solo en su sentido estricto, sino también desde distintas dimensiones, c= ultural, tecnológica, social, humana, antropológica e incluso estratégica, como elementos inherentes al estudio de las ciencias del comportamiento humano y organizacional, ciencias gerenciales, sociales, administrativas y humanas. Conforme a lo anterior, se presentan los siguientes contenidos a saber:

 

Teletrabajo: fenómeno multidimensional, transdisciplinario de consecuencias plurifactoriales<= /p>

 

     Para poder abordar tal fenómeno, e incluso auscultarle como categoría de interés científico, es necesario explicarle desde la episteme, con sustento a lo que hasta entonces, han expuesto los autores. Tras su experiencia como investigadora, Calderón (2017), ha definido al teletrabajo de la siguiente manera: “El teletrabajo, representa una nueva forma para llevar a cabo funciones laborales, basada en el desarrollo de actividades, sin necesidad = de acudir a un sitio específico u oficina, apoyándose en tecnologías de información, tales como computadores y acceso a internet” (p. 11). Pero ell= o, no puede dejarse hasta allí, en un sentido estricto meramente. Con atención= al enfoque humanístico del presente estudio, resulta válido profundizar en el comportamiento de dicho fenómeno, desde sus diferentes dimensiones: cultura= l, tecnológica, social, humana, antropológica e incluso estratégica. Al respecto, conviene = rescatar aquello que Castro (2020), en su oportunidad tuvo a bien señalar:

 

El teletrabajo es una modalidad de empleo que data de los años 70’s, década en la que, Estados Unidos presentó la más impetuosa crisis económica= del país, a causa de la devaluación del petróleo, situación que exigió la reduc= ción de costos en las empresas, y la minimización del personal debido a la caren= cia de recursos económicos. (p. 3)

 

     Ahora bien, dejando claro que en un sentido estricto, el teletrabajo corresponde a una modalidad o forma de ejercicio laboral a distancia, con aprovechamiento= de los recursos tecnológicos necesarios, también resulta fundamental tener en cuenta, que este comprende varias dimensiones, entre estas se destaca a la dimensión cultural, pues desde su incursión en el aparato productivo a nivel global, se ha erigido como un formato de gestión a distancia, lo cual rompe= con los esquemas clásicos del ejercicio laboral intramuros. Para enriquecer esta premisa, se ha tomado en cuenta a Rocamora (2015), quien ha explicado lo siguiente: “Comprende una modalidad de trabajo a distancia, que está en aug= e y que permite trabajar como autónomo o por cuenta ajena, aplicando la actividad a través de la tecnología, la comunicación; en mayor medida que de forma pres= encial” (p. 7).

     Sin embargo, conviene esclarecer que no debe confundirse al teletrabajo con la automatización del trabajo, pues esta última comprende la sistematización mecánica de las operaciones, que en otrora desempeñaban operarios humanos, y que ahora en cambio son acometidas por algún robot o máquina, especialmente diseñada y desarrollada para ejecutar tal acción, transfiriendo así la realización de las tareas de producción, a un conjunto de herramientas tecnológicas, tangibles e intangibles [algunas operaciones son ejecutadas p= or robots de software[3], que operan a través de los sistemas de información aprovechados por las organizaciones contemporáneas, llevando a cabo tareas simples, tales como: administración = de recursos ofimáticos, mantenimiento a la plataforma digital, gestión informá= tica de los sistemas de comunicación digital, entre otros].

     Así entonces, es importante mencionar que lo anteriormente expuesto suele reduc= ir el costo laboral, incrementa la producción y a la vez las ganancias de las empresas; disminuye los errores operativos, y muchas veces acrecenta la cal= idad de los bienes producidos. Igualmente, reduce los paros técnicos o productiv= os, los conflictos sindicales, el estrés laboral y favorece el clima organizaci= onal; por cuanto son muy pocas las personas, que comparten el espacio físico al interior de las organizaciones que les aprovechen; ya que sólo se requiere = de la asesoría y colaboración de expertos o técnicos en la arquitectura tecnológi= ca con la que cada organización cuente, que se encarguen del cuidado y manejo = de los equipos y sistemas de información referidos.

     Por otro lado, es preciso dejar claro que el teletrabajo y el trabajo virtual o digital no son la misma cuestión, pues este último comprende mayores exigencias, tanto en los recursos tecnológicos aprovechados, como en las habilidades tecnológicas y digitales con las que deben contar los profesion= ales que se dediquen a ello. Las organizaciones digitales cuentan con espacios virtuales y tecnología de alta gama, desde donde se planifican, desarrollan= y ejecutan todas sus operaciones. El trabajo digital, se acomete desde el aula virtual de forma constante, en cambio en el teletrabajo, algunas operacione= s se llevan a cabo con el uso de las TIC, mientras que otras pueden realizarse de manera presencial. Otro aspecto por el que se caracteriza el trabajo digita= l, es que, en su ejecución, es necesario que los trabajadores digitales demues= tren habilidades y destrezas suficientes, como para lograr aprovechar al máximo = la arquitectura digital que la organización les brinde. Así las cosas, el trab= ajo digital, presenta una naturaleza distinta, orientada hacia la digitalizació= n de las acciones que correspondan a cada trabajador y no hacia el cumplimiento máximo de horas laborales a través de las TIC.

     Ahora bien, de igual manera resulta fundamental exponer que el teletrabajo, no de= be confundirse con el trabajo a domicilio o trabajo remoto, puesto que este úl= timo solo se puede hacer desde un domicilio, a diferencia del teletrabajo; que se puede llevar a cabo desde cualquier sitio. El trabajo remoto, se realiza de manera diferente a la idea tradicional de la oficina. También suele ser den= ominado como trabajo desde casa o trabajo a distancia; en ello, el trabajador debe ejecutar exclusivamente desde casa cualquier proyecto o tarea, cumpliendo diariamente con sus compromisos laborales, sin la necesidad de ir a la ofic= ina todos los días; en cambio el teletrabajo puede realizarse bajo distintas modalidades: desde casa o un café-restaurant, así como en otros espacios destinados para teletrabajar.

     Así entonces, lo referido en los párrafos anteriores, introduce la idea de la transformación de los patrones consuetudinarios del ejercicio profesional, laboral, técnico, pues deja sobre la mesa la propuesta de trabajar a distancia, más aún que de u= n modo presencial, cuestión que en los años 40’s, 50’s, 60’s, pudo haber si= do inimaginable. Por ello, es necesario tener presente que, al profundizar en fenómenos como el teletrabajo, no se puede ser conforme con una definición pragmática, pues este comprende un conglomerado de procesos que además de itinerantes, también suelen ser transgresores, con relación a la rutina acostumbrada de asistir a los espacios físicos, donde y como solía trabajar= se tradicionalmente. Es decir, durante casi 50 años la sociedad contemporánea,= ha podido perfeccionar algunos procesos laborales de índole administrativa, té= cnica y profesional sin siquiera salir de casa, lo cual facilita un cúmulo de actuaciones; allí, cobra interés lo expuesto por Tapasco y Giraldo (2020), quienes indicaron que:

 

Con el advenimiento de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y su protagonismo a nivel mundial, han surgido diversida= d de aplicaciones, que abarcan los distintos contextos de la vida humana, entre ellas la posibilidad de realizar las actividades laborales, sin necesidad de movilizarse a los centros de operación de las empresas, lo que se conoce co= mo otra forma de organización laboral denominada teletrabajo. (p. 150).

 

     Desde su experiencia, Rengifo (2015), men= cionó que: “El mundo vive actualmente transformaciones debido a la globalización = y al avance de la sociedad del conocimiento” (p. 809); y no sólo a causa de la globalización, la sociedad contemporánea se ha visto forzada, a deconstruir= sus lineamientos estructurales clásicos; pues con el advenimiento de los difere= ntes movimientos igualitaristas, las nuevas generaciones, han asumido un rol muc= ho más activo y político, en la transición hacia formas sociales integracionis= tas, ya que entienden que la información y el conocimiento, son los elementos que dinamizan la realidad compartida. Por su parte Ortega (2017), ha explicado = lo siguiente: “El Teletrabajo configura un fenómeno complejo, que para algunos genera un cambio cultural favorable, pues su perfeccionamiento se apoya en = la voluntad de las partes, quienes al momento de su adopción se deben comprome= ter y dar lugar una nueva dinámica de interrelación, de comunicación ágil y efectiva” (p. 40).

     Por su parte, y con res= pecto a las nuevas generaciones a las que se hizo referencia en el párrafo anteri= or, autores como Jara y Prieto (2018), explicaron lo siguiente: “Su fuente de conocimiento es el internet, y no el libro e igualmente, cuando usan medios interactivos tienen una alta capacidad de atención” (p. 100), el auge e imp= acto de las TIC, la transgresión a los modelos culturales de otrora, la defensa acérrima de los derechos humanos, las demandas masivas que los grupos human= os han ejercido desde las redes sociales [a las que en adelante se hará referencia como RRSS, en el discurso del presen= te extenso], increpando a los distintos Gobiernos al cumplimiento de sus deberes para con cada Nación, entre otros tantos fenómenos de interés trans= disciplinario,  son en parte el origen de la transforma= ción de las formas sociales, que al día de hoy se elevan como paradigmas del nue= vo orden mundial. Respecto a ello, Rocamora (2015), ha expuesto que: “A lo largo de los años, la humanidad se ha visto transformada de sociedad post-industrial a s= ociedad del conocimiento, donde la gran diferencia estriba en la gestión de la información; permitiendo que aparezca el teletrabajo como otra forma de act= ividad laboral” (p. 5). Desde su experiencia Pernía (2017), ha dejado claro que:

 

En los escenarios organizacionales, la complejidad creciente de la gerencia contemporánea ha obligado a líderes, directivos y gerentes, a busc= ar nuevas competencias gerenciales, para manejar la organización del Siglo XXI= , y así pues contar con trabajadores o colaboradores que sean a la vez expertos= y prácticos en su área funcional, aptos para el manejo integral de la institución. (p. = 89)

 

     Entre tanto, más allá del sentido estricto y la dimensión cultural que permean al teletrabajo, como fenómeno de interés transdisciplinario, es necesario dar cuenta de su dimensión tecnológica, informatizada, sistematizada; ya que pa= labras más o menos, este fenómeno logra su perfeccionamiento con apoyo a las TIC, puesto que sin la existencia y utilización efectiva de recursos como el internet, los dispositivo digitales y las tecnologías blandas, los trabajad= ores formales, adscritos a cualquier organización y/o profesionales autónomos, no podrían apoyarse en el teletrabajo de la manera en la que lo hacen hoy en d= ía; es más, la forma en la que le se le aprovecha acabaría o quizás no hubiese tenido oportunidad de surgir. De hecho, conviene resaltar que, en su prácti= ca, se ven favorecidos aquellos profesionales que, con alguna discapacidad física,= les haya resultado imposible hasta ahora, hacerse de un trabajo formal.

     A tenor de lo anterior, y con relación a la dimensión tecnológica del teletra= bajo, autores como Lovato y Sibaña (2013), han referido lo siguiente: “En ello se hace uso de tecnologías de información y comunicación, para poder realizar actividades laborales desde una casa, un centro comercial, o en cualquier s= itio donde puedan usarse las TIC, sin necesidad de asistir a una oficina” (p. 14= ). Por su parte Ortega (2017), ha dejado claro que: “El teletrabajo como fenóm= eno multidimensional, permite que la organización brinde a sus empleados, la oportunidad de realizar las funciones de su cargo, desde otro lugar, a distancia, utilizando las tecnologías de la información como su principal herramienta de trabajo” (p. 16). Lo anterior coincide con lo que Bonilla, P= laza, Soacha y Riaño (2014), han expuesto:

 

La innovación en las tecnologías de la información y las comunicacio= nes, TIC, ha generado que cada día el teletrabajo favorezca la transformación laboral, económica y social a nivel nacional e internacional, convirtiéndose así en un fenómeno de desarrollo en la organización del trabajo. (p. 38).

 

     Así pues, desde su experiencia Pernía (2017), ha planteado que: “Esta nueva mod= alidad de trabajo junto a medios telemáticos, es consecuencia directa del cambio de gestión institucional, basado en las nuevas tecnologías de la información y= las comunicaciones a distancia” (p. 89). Entre tanto, el teletrabajo como fenóm= eno multidimensional y transdisciplinario, exhibe su dimensión social, la cual puede ser definid= a a través de los alcances sociales positivos, que este exhibe. Sobre todo, en = los últimos años, donde los grupos sociales han logrado rescatar algunos valores morales y éticos, con reconocimiento al humanismo en el ejercicio laboral, = y al lugar que en la cultura popular se otorga al ser humano. Por ello, se retrotraen los planteamientos que Rocamora (2015), se preocupó por ofrecer:= “El teletrabajo representa una forma efectiva de penetrar en el mercado de trab= ajo y favorece la contratación de personas con discapacidad, madres con hijos recién nacidos y, en definitiva, personas con dificultad para desplazarse” = (p. 4).

     Así entonces, conviene también destacar que sectores vulnerables como las mujer= es solteras, divorciadas, madres y único sostén familiar, miembros que integren la comun= idad LGBTTTIQ+, profesionales recién egresados de la universidad, sin mayor experiencia laboral y que cuenten con el nivel de instrucción ofimática suficiente, con aprovechamiento al teletrabajo, pueden ejercer sus labores desde casa o cualquier sitio a través de las TIC; viéndose incluidos a la m= asa de trabajadores activos en su respectiva localidad, disminuyendo así las oportunidades donde el bullying, mobbing o el acoso laboral y= el techo de cristal, fenómenos que menoscaban los derechos fundamentales que c= omo seres humanos detentan, se hagan presentes en sus jornadas diarias.

     Por ello, Lovato y Sibaña (2013), han referido lo siguiente: “Su aplicación en países como España, Portugal, Inglaterra, y Estados Unidos, ha permitido involucrar a las personas con algún tipo de discapacidad y personas sin discapacidad a la población económicamente activa de sus respectivos países” (p. 14). Y no es sólo cuestión u obligación, para = los Estados en el norte del globo terráqueo, también atañe a los países tercermundistas reconocer en el teletrabajo, un fenómeno que bien aprovechado, podría favor= ecer el desarrollo personal y profesional, de quienes así lo requieran y cuenten= con recursos cognoscitivos para acometerlo. De acuerdo con Lopera y Echeverri (2018), ha sido indispensable entender que:

 

Una de las tareas de la sociedad y los gobiernos, es promover las capacidades huma= nas internas a través de instituciones sociales y su oferta de beneficios, para= que las personas adquieran rasgos y aptitudes en interacción con el entorno soc= ial, económico, familiar y político. En las organizaciones, también se debe proc= urar desarrollar este tipo de capacidades, usualmente llamadas competencias. (p. 400)

 

     Entre tanto, más allá de sólo beneficiar a los sectores desfavorecidos, en el reconocimiento del teletrabajo como fenómeno multidimensional, resulta fundamental recordar que las organizaciones, no representan sólo un lugar a donde los trabajadores acuden, para ejercer su profesión, técnica o pericia, también deben ser reconocidas como el escenario [físico o digital] donde co= laboradores y/o asociados, adquieran los conocimientos y herramientas efectivas para lo= grar evolucionar, como actores de su propio destino. Por ello, es necesario que,= al interior de los espacios físicos, así como en la arquitectura tecnológica e infraestructura organizacional: propiedad, planta y equipo, los trabajadores identifiquen escenarios y oportunidades, donde logren desarrollar aún más s= us habilidades, cualidades y destrezas.

      Con relación a la dimensión social del teletrabajo, autores como López, Pérez, Nagham y Vázquez (2014), han referido que: “Los efectos beneficiosos serían= el alto nivel de autonomía, elevada satisfacción laboral, mejor relación con el supervisor, disminución de la tasa de abandono del trabajo y del conflicto familiar, mejora el compromiso y la eficacia de los trabajadores” (p. 587).= Sin embargo, cabe aclarar que, con la narrativa expuesta por los investigadores= en el presente extenso, no se persigue hacer apología con relación al teletrab= ajo, simplemente se han exaltado los argumentos más convincentes, que, desde la = experiencia de los autores y académicos referidos, se tuvo oportunidad de contrastar y confrontar. Por su parte Martínez, Cote, Dueñas y Camacho (2017), plantearo= n lo siguiente:

 

Estas características generales, hacen del teletrabajo un fenómeno q= ue da origen a la inclusión social y al mismo tiempo, brinda los escenarios qu= e favorecen el acceso, a un trabajo digno para diferentes poblaciones, al tiempo que se permite que el trabajador obtenga varios beneficios indirectos, como una me= jor relación familiar y mayor libertad y autonomía en el manejo de su tiempo. (= p. 5)

 

     Entre tanto, cabe reconocer que en una época de cambio, donde la informatización = de los procesos organizacionales, dieron un vuelco total a la manera tradicion= al de cumplir con los compromisos laborales, resulta viable tomar en cuenta fenómenos como el teletrabajo, para encarar el escenarios donde las TIC, se= han convertido en los recursos neurálgicos de las organizaciones públicas conte= mporáneas con lugar en Venezuela, sobre todo en los últimos 2 años, cuando muchos dir= ectivos, gerentes y líderes, optaron por incorporar este tipo de herramientas, para facilitar el desarrollo logístico en general de sus procesos administrativo= s, técnicos y operativos, más aún a razón del confinamiento por cuarentena soc= ial, ante la pandemia por COVID-19, durante los años 2020 y 2021.

     Ahora bien, con abordaje a su dimensión humana, conviene tener en cuenta aquello = que desde su lugar Fernández (2019), ha indicado: “El trabajo como parte fundamental de la vida social del hombre, ha ido evolucionando de acuerdo a= los modos de producción de la humanidad” (p. 24); pues como proceso humano, el trabajo, su ejecución y perfeccionamiento, se ajusta a la realidad de los tiempos en que se lleve a cabo, con las limitaciones o proyecciones con que cuente quien lo acometa; Pudiera incluso decirse que el trabajo es un proce= so flexible. Flexible como es, también se ha ajustado a la realidad informatiz= ada, que impera en los escenarios organizacionales contemporáneos. Respecto a el= lo, los autores Belalcázar, Lasso y Quiroz (2019), han referido lo siguiente: “= El teletrabajo es un fenómeno de alcance global y las organizaciones más productivas e innovadoras, encontraron un aliado en la tecnología” (p. 14).=

     Por su parte Sánchez, Montenegro y Medina (2019), han señalado que: “Entre las ventajas que brindan los avances tecnológicos, se encuentra el fortalecimie= nto de la comunicación en el entorno interno y externo, al facilitar el desarrollo= de actividades diarias, manteniendo el contacto con los clientes utilizando re= des informáticas” (p. 93). Lo anterior, permite reconocer que las TIC, se convirtieron en el último bastión de las organizaciones contemporáneas, para lograr evolucionar en tiempos de pandemia; robusteciendo, diversificando y = potencializando procesos humanos tan importantes y elementales como la comunicación. Desde = su lugar, Ortega (2017), expresó lo siguiente: “Las organizaciones están en continuos cambios, de allí que deben innovar constantemente, en cuanto a su estructura y gestión organizacional” (p. 7). Tras su experiencia, autores c= omo Castro (2020), han expuesto lo siguiente:

 

Las nuevas y diferentes subjetividades que pueden formarse por el teletrabajo, se convierten en un reto para el ámbito psicológico y de las organizaciones, por su impacto a nivel individual y de los grupos, por el cambio de un ambiente organizacional a uno externo, de trabajo en equipo a = un trabajo individual, de comunicación física a digital, y de horarios fijos a horarios flexibles y autónomos. (p. 5)

 

     De allí, que algunos directivos, gerentes y líderes con origen en los países d= e la región suramericana, tal es el caso de Venezuela, se hayan abocado a la implementación de estrategias organizacionales, apoyadas en fenómenos como = el teletrabajo, logrando con ello asegurar y fortalecer el ejercicio laboral de sus trabajadores, pues con este, no sólo se les protege del riesgo por cont= agio de COVID-19, al respetar el confinamiento social; sino también se aseguran = que estos no pierdan sus trabajos y sostengan sus ingresos, y lo que es más importante, ratifican su dinamismo productivo o/y servuctivo, pues resulta público y notorio el hecho de que la pandemia con ocasión al surgimiento de= l virus SARS-CoV-2, ha dificultado que los trabajadores logren cumplir sus jornadas diarias, en los espacios físicos de cada organización.

     Por su parte Belalcázar, Lasso y Quiroz (2019), explicaron que: “El teletrabajo puede ayudar a disminuir los índices de desempleo, poniendo la tecnología al servicio de las personas y generando un acceso desde cualquier lugar sin limitaciones de espacio ni tiempo” (p. 18). En ese orden de ideas, conviene reconocer el lugar y la importancia que el teletrabajo ha podido concretar,= porque se ha elevado como un fenómeno de apertura y presencia recurrente en difere= ntes empresas, tanto del sector privado como público. Diariamente y con apoyo a = este surgen más oportunidades laborales, para los profesionales que hasta entonc= es han ejercido de manera autónoma; y al mismo tiempo, las organizaciones pequ= eñas, medianas y grandes, han incorporado a este fenómeno entre sus elementos de gestión neurálgica. Con relación a ello, Mejía (2018), ha expuesto lo siguiente: “El ejercicio del teletrabajo, se extiende en América Latina y l= os países comienzan a incorporar éste nuevo modelo de trabajo en sus economías” (p. 6).

     Sin embargo, el teletrabajo no es para ser ejercido por cualquier persona, en al abordaj= e de este fenómeno desde su dimensión antropológica, pudiera exponerse que ciertamente en algunos casos, en diversas organizaciones, según el sector al que estas pertenezcan, no conviene aprovecharse como generador de procesos, pues para que este se cohesiona con los esquemas organizacionales, filosófi= cos y de gestión gerencial, se requiere cierto compromiso y aún más que eso, co= ntar con el nivel de instrucción ofimática suficiente, como para aprovecharlo al máximo, y generar así beneficios para la organización, de lo contrario todo= el esfuerzo se verá reducido a pérdida de tiempo, capital y oportunidades de progreso.

     Así también, resulta importante profundizar en la dimensión antropológica del teletrabajo, al respecto autores como Calderón (2017), han afirmado lo siguiente: “Considerando que el teletrabajo conforma el ejercicio laboral a distancia, se deben tener en cuenta los perfiles sociales a quienes este aplica” (p. 39). Los autores de este extenso, plantean que el teletrabajo ostenta o integra una dimensión antropológica, al reconocer que todos los procesos relacionados a la forma en la que las personas se relacionan, la conformación de grupos humanos, la manera en la que conciben sus procesos de comunicación, interacción, intercambio, las experiencias que se desprenden = del ciberespacio y el impacto que las tecnologías de la información y comunicac= ión han ejercido sobre el comportamiento humano, pueden ser auscultados desde la antropología social, y el teletrabajo incorpora en su configuración todos e= stos procesos.

     Por ello, se considera que el teletrabajo es un fenómeno multidimensional, donde diferentes procesos, de los indicados en el párrafo anterior se suceden y en efecto esto permite a la antropología social considerarle como objeto de estudio, procurando establecer vínculos entre los mismos y los trabajadores= o teletrabajadores… mejor dicho, para comprender por qué ha tenido tanto auge= en los últimos años, y cómo, a pesar de ser un evento con origen a mediados del siglo pasado, sigue manteniéndose en boga; sobre lo cual ha tenido mucho que ver el imperio que han ejercido las TIC, sobre casi todos los escenarios do= nde las personas necesiten comunicarse para  lograr propósitos comunes.    

     Por consiguiente, resulta de gran interés visibilizar algunos de los factores, = que inciden en el reconocimiento del teletrabajo como fenómeno de gran relevanc= ia en tiempos de pandemia, teniendo en cuenta el alcance de sus prerrogativas, sobre todo a favor del teletrabajador, quien entre otras tantas cuestiones,= se ve beneficiado de la forma en la que lo destaca Pernía (2017), revelando qu= e: “Mejora la calidad de vida personal del trabajador, pues le permite ahorrar dinero y tiempo de traslado, facilita la inserción de grupos vulnerables, permite disponer de mayor tiempo para otras actividades extra laborales, re= duce o evita la excedencia y permite al hombre acompañar a la mujer durante la lactancia” (p. 90). Aunado a ello, no está de más tener en cuenta lo que de= sde su lugar Rocamora (2015), tuvo la oportunidad de indicar al respecto:<= /o:p>

 

El teletrabajo aporta importantes beneficios: Favorece la conciliaci= ón familiar y la flexibilización laboral, disminuye la contaminación del medio ambiente, reclutar mejores profesionales independientemente de donde se encuentren, abre nuevas oportunidades a las personas con discapacidad, para= su incorporación al mercado laboral, elimina las barreras geográficas y satisfacción y bienestar laboral, entre otras. (p. 5)

 

     Desde su lugar Castro (2020), ha establecido que: “Es importante para el campo de= las ciencias sociales, abordar el tema del teletrabajo desde posturas teóricas,= que den cuenta de la dinámica del teletrabajo en el campo psicológico y organiz= acional” (p. 6). Al mismo tiempo, resulta significativo destacar que la calidad de v= ida laboral no es un tema intramuros, es decir, aunque los trabajadores estén ejerciendo sus funciones y cumpliendo con las obligaciones y compromisos inherentes a su cargo desde casa o cualquier otro espacio, corresponde tene= r en cuenta otros beneficios, que vayan más allá del salario respectivo. Como expertos en gestión gerencial, Belalcázar, Lasso y Quiroz (2019), indicaron que: “Así el teletrabajador se encuentre realizando las labores desde su ho= gar, debe estar inscrito al régimen de seguridad social en pensiones, salud y riesgos profesionales” (p. 16). Belalcázar, Lasso y Quiroz (2019), han refe= rido que:

 

Las organizaciones que impulsan el teletrabajo, cambian la perspecti= va patronal, convirtiéndose en una jerarquía más horizontal y permitiendo que = se comparta el conocimiento y se fortalezca el aprendizaje entre los diferentes niveles de la empresa, favoreciendo las condiciones de la relación laboral entre empleados y empleadores. (p. 17)

 

     Ahora bien, en una época de cambio como acontece en la contemporaneidad, no sólo resulta de interés ajustarse de forma aggiornada[4]= con la realidad social itinerante, es necesario rescatar que las organizaciones desde su origen persiguen generar ingresos y beneficios, con respecto a ello Da Silva (2014), ha explicado que: “Las incertidumbres del entorno organizacional, llevan a las organizaciones a adoptar prácticas más flexibles, sean ellas estratégicas u operativas, siendo así capaces de responder rápidamente a las nuevas demandas” (p. 160). En ello, se exalta la dimensión estratégica del teletrabajo, pues en algunos casos el aprovechami= ento de este fenómeno, suele ser el origen de diferentes estrategias organizacionales que den origen a planes, programas y políticas que favorez= can los procesos orgánicos, con lugar en las organizaciones públicas contemporá= neas venezolanas, mismas en las que se ha enfocado el discurso de este extenso, a manera de contexto seleccionado. Entre tanto y a favor de quienes trabajan desde el confinamiento, el autor Ortega (2017), ha referido lo siguiente:

 

La implementación del teletrabajo, conlleva a que la organización obtenga aumento de la productividad, reducción de costos, disminución de ausentismo, lo que se traduce en beneficios económicos para la misma, especialmente para aquellas empresas de servicios, debido al mayor uso que = hacen de las tecnologías de la información. (p. 40)

 

     Igualmente, es muy cierto que no podría existir el teletrabajo, sin = que antes pueda contarse con los recursos ofimáticos suficientes, por ello es importante tener en cuenta a Durán (2015), quien ha explicado que: “Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el desarrollo del i= nternet, constituyen la expresión más significativa del cambio tecnológico contempor= áneo, siendo el teletrabajo sus paradigmas productivos y el teletrabajador su exp= onente económico y social” (p. 10). Partiendo de allí, Mejía (2018), ha señalado lo siguiente: “Los avances tecnológicos, el desarrollo e innovación en el camp= o de las telecomunicaciones, la necesidad de la sociedad contemporánea, por encontrar soluciones a diversos problemas que enfrenta en el contexto labor= al, contempla la manera de revolucionar las formas tradicionales del trabajo” (p. 6). Con referencia= a ello Rocamora (2015), sostuvo lo siguiente:

 

Dentro de las utilidades de las TIC, es posible cambiar el modelo de gestión y organización del trabajo, convirtiendo el teletrabajo como un fenómeno, que se ha potenciado con la tecnología por todas las ventajas que ofrece: reducción de costes, mayor especialización, mayor productividad, conciliación de la vida familiar, reducción del ausentismo laboral, entre o= tros tantos. (p. 4)

 

     Igualmente, corresponde reconocer que el teletrabajo reviste un trasfondo real, es decir, más allá del elemento intangible, virtual, extens= ible con apoyo a las TIC, es muy cierto que para que este se materialice, es necesario realizar una inversión mone= taria constante, no solo para cubrir gastos de infraestructura y arquitectura tec= nológica, también para que sirva de apoyo en diferentes programas de instrucción y formación sobre el manejo de recursos ofimáticos. Por ello, es importante t= ener en cuenta, aquello que, en su boletín económico de principios del año 2020, emitió el Banco de España, donde según Anghel, Cozzolino y Lacuesta (2020), dejó de manifiesto lo siguiente: “El teletrabajo requiere una cierta invers= ión en equipo informático y tecnológico, y un determinado nivel de formación por parte del trabajador” (p. 1).

     Finalmente, con atención al complejo, transdisciplinar y multidimensional fenómeno descrito, resultó interesante para los investigadores, la idea de elaborar un manuscrito, donde tras la confrontac= ión y concatenación de planteamientos epistemológicos de origen diverso, se generasen laudos epistémicos propios, con una perspectiva original, integra= tiva y translógica, teniendo en cuenta la realidad poliédrica, por la que atravi= esa el sector público en Venezuela, Nación que transita una época convulsa, crític= a e inestable como lo es el presente, donde los diferentes líderes, gerentes y directivos de las organizaciones públicas, han reconocido en el teletrabajo, una respuesta a la tribulación, generada por la absolutamente necesaria deconstrucción de los esquemas tradicionales de gestión administrativa, téc= nica y operativa, con la que se intente contener el frágil mercado laboral contemporáneo.

 

Hallazgos y Di= scusión

 

     Ante lo descrito en los párrafos anteriores, se tuvo en cuenta la necesidad de exponer al teletrabajo desde el pensamiento translógico, al no conformarse = los investigadores con las diferentes acepciones que los expertos han brindado = respecto a ello; pues luego de casi 50 años de estudios o por lo menos hasta entonce= s, las definiciones que se presentan de teletrabajo no son homogéneas. Unas lo reportan como modalidad de empleo, otras de trabajo, otras de manera procedural, y los autores del presente artículo, se han decantado por senta= r una postura diferente, al reconocerle como fenómeno multidimensional y transdisciplinario, con consecuencias plurifactoriales; más en una época de cambio como la que se transita en la contemporaneidad, acompañada por el au= ge de las TIC y el impacto generado por las nuevas herramientas digitales en el comportamiento humano y organizacional.

     Así pues, al abordar  teletrabajo, desd= e una perspectiva compleja, se aspira reconocer que más allá de las verdades de la lógica, necesarias y válidas, conviene dar lugar a la apertura del pensamie= nto, alejándose de los planteamientos estáticos, que si bien no son subestimados= , ni disminuidos en el discurso del presente extenso; se procura superarlos, dej= ando atrás lo que hasta ahora se propuso respecto al teletrabajo; pues en opinió= n de los investigadores, este se ha erigido como fenómeno de gran alcance, impactando la realidad poliédrica de los profesionales, técnicos y operativ= os venezolanos; ya que en la contemporaneidad, no sólo se trata de cumplir con la jornada laboral ordinaria, apoyándose en las nuevas herramientas digitales; también= adquiere gran relevancia e importancia, tener en cuenta la calidad de vida laboral y personal experimentada por los teletrabajadores, recordando que las organizaciones públicas en Venezuela, transitan por la era de la conciencia, donde se ha elevado al talento humano como eje dinamizador de los proceso y como el intangible de mayor valía con el que cada organización cuenta.=

     Igualmente, es preciso recordar que los profesionales, técnicos y operativos contemporáneos, lograron potencializar el desarrollo y ejecución= del teletrabajo, llevándole de mera modalidad de trabajo a proceso complejo, diversificando las formas en las que ha podido ser perfeccionado, advirtien= do que en el transcurso de casi 50 años, las herramientas tecnológicas que sir= vieron de soporte a este en un principio han evolucionado y ciertamente no son las mismas, que en 1973 fueron el apoyo a las primeras formas de teletrabajo con lugar en aquel tiempo. Así entonces, es innegable que, en los últimos años,= las TIC lograron superar las expectativas que la humanidad tuviera, generando escenarios excesivamente informatizados, donde la intervención del hombre, = se redujo a la simple programación de los sistemas de información. =

     Con base a lo anterior, resulta fundamental reconocer que, en los últimos años,= para las organizaciones aliadas al sector público venezolano, se hizo necesario contar con los recursos tecnológicos suficientes, para que cada trabajador pudiera ejecutar las labores inherentes a su cargo, de la manera más efecti= va y eficiente, satisfaciendo las necesidades de los interesados y al mismo tiem= po cumpliendo con sus obligaciones y compromisos según su escaño. De allí, que se plantee= a quienes orquesten los hilos de acción y actuación al interior de las organizaciones aliadas a la administración pública, tomar en cuenta la existencia de fenóm= enos multidimensionales, que favorezcan la ejecución de procesos inherentes a su gestión estratégica, administrativa y operativa, ajustándose a la realidad = del momento en que transite, deslastrándose de cánones procesales y procediment= ales arcaicos.

      Lo anteriormente expuesto, refiere esencialmente a lo que durante todo este extenso se ha hecho referencia: el teletrabajo; reconociendo en ello elementos a favor del desarrollo de algun= os procesos, que ejecutados desde la telepresencia, favorecerían la fluidez y = el dinamismo en la gestión administrativa y operativa que tenga lugar en diferentes oficinas, adscritas al sector público venezolano; donde muchas v= eces, como consecuencia a la convulsa realidad social compartida en dicho territo= rio, los servicios de transporte público terrestre, han sido interrumpidos por tiempo prolongado en diversas oportunidades, como consecuencia a la crisis = económica, social, política y energética por la que atraviesa la Nación Suramericana; = dando lugar a escenarios donde los trabajadores, encuentran una verdadera odisea = en el interés de cumplir su jornada laboral, ante la falta de opciones para transportarse y el limitado acceso a los hidrocarburos, como respuesta a La=  escasez de combustible en Venezuela, misma que refiere a la falta de suministro de gasolina en este país desde el año 2014.<= /span>

    =  Por ello, adquiere gran relevancia aquel= lo que desde su lugar Ortega (2017), ha expresado: “Los jefes, deben cambiar esa concepción clásica, de tener que ver al trabajador ocho horas detrás de un escritorio, cumpliendo un horario. Pues lo verdaderamente importante, es si está cumpliendo con las tareas para las cuales se le contrató” (p. 8). Igualmente, conviene recordar que ejercer= el teletrabajo, comprende un conjunto de habilidades y destrezas ofimáticas fundamentales, lo cual deja claro que no cualquier profesional, técnico u operador que integre las filas de la organización, puede calificar como candidato a teletrabajador. En ese sentido, cobra interés lo planteado por autores como Castro (2020), que ha señalado = lo siguiente:

 

La psicología de las organizaciones y las mismas empresas, tienen co= mo propósito generar estrategias, con la que se identifique la actividad y la influencia de cada uno de los trabajadores en el desempeño y consecución de objetivos organizacionales, para con esto alcanzar mucho más rápidamente el éxito organizacional. (p. 6)

 

     Entre tanto, es preciso dejar claro que no se trata de hacer apologías con relaci= ón teletrabajo, pues ciertamente como cualquier fenómeno complejo, se han ergu= ido diferentes teorías, donde se ha dado cuenta de aspectos negativos y positiv= os inherentes a este, con atención a la calidad de vida laboral y personal de = los teletrabajadores. Sin embargo, a la luz de lo antes expuesto, emerge aquello que Sánchez, Montenegro y Medina (2019), en su momento plantearon: “El aprovechamiento del teletrabajo, mantiene un carácter productivo, al encontrarse comprometido con el manejo y uso de medios virtuales de comunicación y el seguimiento a distancia de estándares de calidad” (p. 100= ). Es decir, aún a la distancia en el ejercicio de su profesión, arte u oficio, el teletrabajador debe adherirse a los principios organizacionales, que compar= ta con quienes trabaje; pues, aunque cumpla con sus compromisos laborales desde donde sea que esté, no significa que puede obrar a su propia discreción.

     Al mismo tiempo, resulta edificante exponer que en opinión de Sánchez, Montene= gro y Medina (2019), conviene entender que: “Los adelantos tecnológicos en todos los sectores, conllevan a profundos efectos en la calidad de vida de los trabajadores, su importancia implica una formación continua que beneficie la actividad laboral” (p. 96). Lo anterior se ajusta con el fenómeno abordado = en este estudio, ya que es innegable que los avances alcanzados por la tecnolo= gía, han potencializado el ejercicio laboral de forma no tradicional y en ello consiste el teletrabajo; aun  así es preciso reconocer, que para poder aprovechar de forma efectiva las herramie= ntas tecnológicas, resulta necesario que las organizaciones del sector público, = que aún no lo hayan hecho, inviertan recursos financieros, no solo en el robustecimiento de su arquitectura tecnológica, sino también en planes y programas de formación y capacitación, del talento humano que aspiren desti= nar a equipos de teletrabajadores, según la naturaleza del cargo que cada uno ocupe. Del mismo modo, para Rocamora (2015), el teletrabajo ha generado: “U= na ventaja para externalizar alguna actividad de la empresa o contratar a pers= onas de otros países. Por todo esto, es de suma importancia ser conscientes del cambio y las expectativas del futuro que este vislumbra” (p. 4).=

     Por ello, en la narrativa de los investigadores se hace referencia al teletraba= jo como un fenómeno multidimensional de interés transdisciplinario, con consecuenci= as plurifactoriales, así como también al desafío que implica la informatizació= n de los procesos y procedimientos inherentes a los organismos públicos venezola= nos, aunado al reto de conservar en sus filas, al trabajador que hasta entonces = haya contratado, adiestrado, capacitado; procurando con el aprovechamiento de una arquitectura tecnológica robusta, eludir el ausentismo laboral, el abandono= de cargos y la inminente fuga de cerebros, como consecuencia a la diáspora de profesionales altamente cualificados. Desde su experiencia Belalcázar, Lass= o y Quiroz (2019), indicaron que: “El teletrabajo en el contexto laboral, inten= ta mejorar la calidad de vida, el manejo del tiempo, contribuir positivamente = al medio ambiente gracias a la disminución en la movilidad de los empleados y = el uso de recursos” (p. 18). Para poder concretar lo anteriormente expuesto por los autores citados, es preciso tener en cuenta a Castro (2020), quien en su momento ha indicado lo siguiente:

 

En el caso del teletrabajo, dicho propósito podrá efectuarse mediant= e el conocimiento holístico en el ámbito de la psicología de las organizaciones, porque facilitará la intervención, la realización de propuestas de mejoramiento, subjetividades positivas, adherencia y/o adaptación al teletrabajo y por consiguiente el cumplimiento de las metas organizacionales que la dirigen hacia el éxito. (p. 6)

 

     Al mismo tiempo, es válido precisar que = el teletrabajo, configura un fenómeno que implica la deconstrucción de los procesos organizacionales a nivel estratégico, administrativo y operativo, esto se relaciona con su cualidad plurifactorial, lo cual puede ser recibido con ci= erto rechazo, por parte de aquellos trabajadores, que aún no se sientan cómodos = con el uso de las TIC, en el espectro laboral en su sentido estricto. Por ello, resulta interesante volver la mirada a las teorías planteadas por Cifuentes (2020), donde ha referido lo siguiente: “Quizá las relaciones sociales más privilegiadas por gobierno y empleador en el teletrabajo son las familiares= . La idea de retorno al hogar para hacerse cargo de él, se convierte en la princ= ipal idea de marketing para la aceptación del teletrabajo” (p. 14). =

Partiendo de lo descrito en los últimos párrafos, pudiera decirse que entre los factores de mayor contrariedad, que= se presenten en los escenarios laborales inherentes al sector público venezola= no, pueden contarse a aquellos profesionales, técnicos y operativos que pertenezcan a = una generación, donde los procesos orgánicos, se perfeccionaban de forma mucho = más análoga de lo que ahora se propone; es decir, aquellos que pertenezcan a la generación X, o mejor dicho, que nacieron en décadas anteriores al año 1986, origen de la generación Y, que incluso son una generación anterior  a los nacidos en la década de los 90’s: generación Z, para quienes el teletrabajo resulta de lo más natural. Al respecto, los autores Álvarez, Heredia y Romero (2019) han referido lo sigu= iente: “La Generación Z, tiene gran interés por la interacción, por comunicarse con los demás a través de plataformas virtuales; todo lo cual ha ido evoluciona= ndo e incorporándose a las necesidades vitales y virtuales de la sociedad conte= mporánea” (p. 18).

     En ese orden de ideas, = hay que tomar en cuenta a Granado (2019), quien ha señalado lo siguiente: “Este potencial digital contrasta con las generaciones anteriores, de cultura analógica, que reciben la digitalización como algo nuevo, ajeno a su cotidianidad, tanto social, como laboral, como de ocio” (p. 29), siendo así, reclama premura la ejecución de programas de formación, instrucción, nivela= ción y capacitación en el uso y aprovechamiento de las TIC con propósitos profesionales o administrativos, más aún cuando se trata de llevar la gesti= ón organizacional en oficinas aliadas al sector público. En ello, emergen con fuerza los planteamientos esbozados por los autores Henríquez y Buitrago (2= 020), quienes hasta hace unos meses expusieron que:

 

La fuerza humana de trabajo, es esencial = para que las organizaciones venezolanas e incluso a nivel mundial, logren concre= tar procesos humanos de altura y mayor alcance, procurando la progresión corpor= ativa, sí, pero también el autodesarrollo del trabajador; a los fines de atender l= os requerimientos que se desprendan de la realidad social contemporánea. (p. 4= 5)

 

Por su parte, los mismos Buitrago y Henrí= quez (2019), han sugerido también que: "Lo anterior diluiría los momentos de tensión en tal contexto, promoviendo el alcance de niveles de gestión mucho= más elevados, en lo atinente a procesos de comunicación, identificación, motivación, satisfacción laboral" (p. 87). Igualmente, es casi inneces= ario exponer que el mundo como fue concebido hasta la última década, ha experimentado diversas transformaciones, como consecuencia al auge de las T= IC, entre las que se cuentan los dispositivos digitales, ordenadores portátiles, teléfonos móviles, tabletas, consolas, la internet y la web semántica de donde se desprenden las RRSS, plataformas de información y comunicación dig= ital, así como también otros medios de comunicación digital masiva, que integran = las fuentes de la información contemporánea. Al respecto Vidal, Vega y López (2019), han referido lo siguiente: “La inmersión en nuevas formas culturale= s de comunicación, de difusión y de acceso a la información que están impulsando= las tecnologías digitales, está cambiando la sociedad de forma acelerada” (p. 1= 19).

     En la elaboración de este escrito, se tomó en cuenta cada uno de los hallazgos logrados, tras el procedimiento de búsqueda y selección de archivos, como p= arte del conglomerado de fuentes documentales, de las que se hicieran los investigadores para lograr su cometido. Se hace énfasis en ello, porque vale rescatar que todo cuanto fue concebido y expuesto en cada línea, no se desprende de meras elucubraciones, ni mucho menos vulgares opiniones parcializadas o aún peor, sesgadas; todo lo contrario, forma parte de la narrativa social contemporánea recogida y reconocida en los planteamientos finales y concretos, de autores y expertos en el área administrativa, socia= l y humana donde el teletrabajo se ha hecho presente desde hace varios años.

     Ahora bien, con este artículo no se persigue presentar un conglomerado de argumen= tos explicativos con relación al teletrabajo, como línea de investigación administrativa de forma exclusiva y excluyente, pues con ello se insistiría= en la perpetuación de discursos arcaicos, que fueron planteados por otros auto= res durante casi 50 años, cuando desde la década de los 70’s este fenómeno tuviese lugar y posterior a ello, se dieran innumerables propuestas investigativas, académicas, teóricas, estratégicas, tácticas e incluso prácticas y operativ= as, con mucho éxito por demás, haciendo la salvedad de que por parte de los inv= estigadores del presente estudio, todas y cada uno de ellas son consideradas válidas pa= ra la época en que fueron expuestas.

     Del mismo modo, se considera válido que como estudiosos de las ciencias humanas, sociales y administrativas, los investigadores del presente estudio tuviese= n la oportunidad de compartir y dignificar posturas propias, con relación al teletrabajo como fenómeno multidimensional; con mayor razón por transitar u= na época, donde la sociedad contemporánea y las organizaciones que la integran= , se han visto más que exhortadas, obligadas a voltear la mirada a esta figura, = de la que se ha tenido conocimiento exhaustivo desde hace casi 50 años, y aún = más allá de ello, resulta controvertido que hoy existan asociaciones o empresas, que quizás teniendo todas las herramientas posibles para aprovecharla, se hubiesen resistido a hacerlo, lo cual es necesario visibilizar.<= /span>

     En ese sentido, se rescata que ante lo planteado por los autores consultados y referidos en este extenso, no cabe duda que el teletrabajo reviste gran importancia y relevancia para los estudios administrativos, gerenciales, estratégicos, sociales e incluso humanos, lo cual le eleva a la categoría de fenómeno de interés transdisciplinario; por tanto y en cuanto, en ello se condensan un conglomerado de procesos con consecuencias plurifactoriales, c= uyos elementos intrínsecos y extrínsecos de alcance universal, le califican como= una figura de apoyo y resolución para atender situaciones planificadas, presupu= estadas, emergentes o sobrevenidas; lo cual se refleja en las organizaciones ali= adas al sector público venezolano, cuyas filas de personal adscrito, están confo= rmadas por trabajadores y asociados, que según lo expuesto en párrafos anteriores,= pudieran verse favorecidos en algunos de sus intereses personales, profesionales y laborales.

     Por ello, es importante reconocer que los venezolanos como ciudadanos, esperan mucho de las organizaciones públicas en su país, no sólo como administrados= o beneficiarios de los servicios prestados por estas, sino también como trabajadores, colaboradores y asociados; pues al advertir que en su ejercic= io profesional y laboral transitan en una era digital, donde cuentan con la informatización de los procesos, la telemática, la potencialización de las herramientas digitales que facilitan la comunicación, socialización, trasmi= sión e intercambio de información, datos, conocimiento; se infiere, debería resu= ltar mucho más dúctil, ejercer funciones inherentes a su cargo desde donde sea q= ue se encuentren, cuando fuera necesario o incluso resultara estratégico.=

    =  Así pues, como consecuencia a la situaci= ón crítica por la que el país suramericano transita; la sociedad venezolana es= pera de quienes lideran, gerencian y dirigen los entes y oficinas adscritas al P= oder Público, tomen las determinaciones que sean necesarias, para favorecer el desarrollo y completación de los procesos y procedimientos organizacionales= , con apoyo al teletrabajo, procurando establecer desde la administración pública= , esquemas de excelencia, ética, gratuidad, prontitud y resolución de contingencias; e= n una época dónde todo parece ocurrir mucho más rápido, negándole a su personal adscrito la oportunidad de apoltronarse, a la expectativa de un escenario m= ejor al que se reconoce en la contemporaneidad. 

     A tenor de lo anterior, puede decirse conforme a lo expuesto en el presente artículo y con apoyo a las propuestas teóricas e investigativas referidas, = que el teletrabajo por su contenido característico, elementos intrínsecos y extrínsecos configurativos, beneficios bilaterales: empleador y empleado; se eleva como fenómeno multidimensional de interés transdisciplinario, con con= secuencias plurifactoriales, generador de diversas posibilidades de gestión y atención= de las necesidades públicas, sin que esto se vea limitado al ejercicio laboral presencial, para que las organizaciones contemporáneas aliadas al sector público, cumplan su propósito fundamental: atender las demandas y solicitud= es de la ciudadanía; sin que eventos de orden externo le coarten en ello, tal = es el caso de la escasez de gasolina, a la que se hizo referencia en líneas superiores a estas.

     Finalmente, todo lo que hasta aquí se ha expuesto, avala suficientemente la propuesta q= ue reposa en el presente manuscrito; donde se procura elevar al teletrabajo de mera modalidad de trabajo a fenómeno social de gran alcance; más aún ante la imperiosa necesidad de atender con eficiencia y efectividad las demandas ciudadanas, manifestada por los líderes organizacionales del sector público, quienes deben robustecer la arquitectura tecnológica de las oficinas adscri= tas a los organismos que ellos dirigen, para con ello lograr informatizar los procesos y procedimientos inherentes a su gestión; apoyándose en la estrate= gia telemática los recursos multimodales a favor de los intereses gerenciales y= el bien común, aspirando resolver de forma exitosa, las dificultades generadas= por la crisis energética, social, económica, política que ha golpeado a los venezolanos de manera contundente y agresiva durante los últimos años.=

 

Conclusiones

 

     Con la elaboración de este artículo, se logró profundizar en la línea del pensamiento complejo, procurando descubrir o redescubrir nuevas aristas a c= erca del teletrabajo, partiendo de un enfoque diferente al que hasta este entonc= es se le había otorgado, y que de hecho se reflejó en la gran mayoría de los textos, seleccionados e intervenidos durante el procedimiento investigativo= en cuestión. Es menester destacar, que en opinión de los investigadores, cualq= uier estudio abocado a auscultar la experiencia humana, por necesidad, debe acometerse de manera transdisciplinaria; orientado así a la gestión indagat= iva multifacética; donde el pensamiento logre alcances que vayan más allá de la lógica formal o clásica, advirtiendo que la investigación científica persigue fundamentalme= nte, disolver la bruma, la incertidumbre, la contradicción; que en la contemporaneidad haya surgido, con relación a las tradiciones y esquemas hu= manos, sociales, culturales, generacionales, étnicos, raciales preestablecidos o también llamados clásicos.

     Al mismo tiempo, con la elaboración de este articulo pudo advertirse, que al abordar un fenómeno multidimensional, de interés científico transdisciplina= rio, se debe tener en cuenta que la sociedad contemporánea transita por un mundo físico, es cierto, pero que al mismo tiempo todo cuanto acontece en esa realidad poliédrica, es percibido como biológico y cultural, lo cual implic= a que para ser comprendido, el pensamiento debe superar los esquemas de la lógica formal, alcanzando así la figura del pensamiento translógico. Por ello, el = auge de las investigaciones que en su ejecución reúnen diferentes disciplinas, procurando nuevas formas de concebir y representar los fenómenos de interés científico, a los fines de lograr comprender la realidad en sus múltiples d= imensiones, tal es el caso del teletrabajo.

    =  Finalmente, con la terminación de este e= xtenso se plantea, que para comprender muchos de los fenómenos que han logrado, no sólo emerger en la contemporaneidad, sino que aun ahora se mantienen en bog= a y continúan desarrollándose, dando lugar a nuevas aristas que le diversifican= en sus formas y cánones comportamentales, debe tener lugar la ruptura espontán= ea del pensamiento, reconociendo que con el auge de las TIC y las transformaci= ones de los estamentos sociales clásicos, resulta muy difícil y quizás insosteni= ble, el equilibrio de los patrones sociales preestablecidos, generando así nuevas perspectivas, donde el pensamiento lógico dialéctico se hizo insuficiente. =

 

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[1] Conclusiones preliminares de la visita a la República Bolivariana de Venezuela de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Of= icina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. https://www.ohchr.org/SP/News= Events/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=3D26747&LangID=3DS

 

[2] Los carritos por puesto, refiere a = una modalidad de transporte público con origen en la ciudad de Maracaibo, del Estado Zulia en Venezuela, iniciada a partir del año 1920, con lugar al = boom petrolero y el posterior arribo de los automóviles al país suramericano= .

[3]= Los robots de s= oftware, comprenden una modalidad de automatización virtual o intangible y sirven de apoyo a los sistemas de información digital de las organizaciones. El softw= are robótico, es una suerte de trabajador virtual, que interactúa con diferentes aplicaciones, tal y como lo haría una persona. Así las cosas, funciona a tr= avés de una serie de comandos codificados, encargándose de ejecutar y completar diversas operaciones de forma autónoma.

[4]= Aggiornamento, es = un término italiano, que significa estar al día, actualizado, muy informado respecto a algún tema o suceso en específico. La expresión suele ser adjudi= cada al papa Juan XXIII, quien la utilizó por primera vez durante las actividades celebradas en el Concilio Vaticano II de 1959, Concilio Ecuménico convocado= por el referido pontífice romano, de nombre Ángelo Giuseppe Roncalli (1881 – 19= 63).

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Comunicación Corta

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