La importancia de establ= ecer vínculos sociales como prevención ante el deterioro cognitivo en personas mayores

Elianne Pauli Quirós1,2,3 , Diana Oviedo Céspedes*^1,2,3,4 & Gabrielle Britton^2,3,4

¹Universidad Santa María= La Antigua (USMA); ²Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT-AIP); ³Panama Aging Research Initiative – Health Disparities (PARI - HD); ⁴SNI, Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (SENACYT)

*Autor por correspondencia: doviedo@indicasat.org.pa

Recibido: 17 de marzo de 2025 =

Acepta= do: 23 de junio de 2025

Resumen

The importance of fostering social connections as a preventi= ve measure against cognitive decline in older adults

Estab= lecer vínculos sociales cercanos desempeña un papel clave en el bienestar y sal= ud de las personas mayores, reduciendo la soledad y la depresión, y contribuyend= o a la prevención del deterioro cognitivo. Sin embargo, este grupo poblacional presenta alta vulnerabilidad al aislamiento social debido a circunstancias = como la pérdida de seres queridos y las discapacidades asociadas a la edad. Dic= ho aislamiento constituye un problema prioritario de salud pública por su asociación con enfermedades crónicas y trastornos psicológicos. La evide= ncia científica demuestra que el impacto del aislamiento social sobre la mortal= idad es equiparable a factores de riesgo establecidos como el tabaquismo e hipertensión, incrementando la probabilidad de deterioro cognitivo y comprometiendo sustancialmente la calidad de vida durante la vejez. Los programas de prescripción social e intervenciones multidominio que incorpo= ran componentes de socialización han evidenciado efectividad para contrarresta= r las consecuencias adversas del aislamiento. En Panamá, se realizó el primer e= studio de intervención multidominio para la prevención del deterioro cognitivo e= n personas mayores, que incluyó intervenciones físicas, cognitivas y sociales. Se en= contraron mejoras significativas en el grupo de intervención combinada, que trabajó= en sesiones cognitivas grupales una vez a la semana por cuatro meses. Este gru= po fue el único en mostrar reducción de sintomatología depresiva y optimiza= ción de la calidad de vida, al igual que mejoras en su cognición. Aunque las oportunidades para promover la socialización en este segmento etario son limitadas, este estudio pionero en Panamá demuestra que su implementación= es viable y puede desempeñar un rol fundamental en la promoción del envejeci= miento saludable. Los beneficios derivados de estas intervenciones no solo impactan directamente a los participantes, sino que generan efectos positivos amplio= s en su entorno familiar y comunitario.

Palab= ras clave: Socialización, personas mayores, deterioro cognitivo, intervención multidominio, aislamiento social

Abstract

Building close social ties is crucial for the well-being and health of older adults,= as it helps reduce loneliness and depression, while helping prevent cognitive decline. However, this population is particularly vulnerable to social isolation due to factors such as the loss of loved ones and age-related phy= sical disabilities. Social isolation is a significant public health concern becau= se of its strong links to chronic diseases and mental health disorders. Resear= ch indicates that the impact of social isolation on mortality is as severe as other well-established risk factors like smoking and hypertension, raising = the likelihood of cognitive impairment and severely diminishing quality of life= in old age. Social prescription programs and multidomain interventions that include social engagement components have proven effective in mitigating the negative effects of isolation. In Panama, the first multidomain intervention study for the prevention of cognitive decline in older adults was conducted, including physical, cognitive, and social interventions. Significant improvements were found in the combined intervention group, which participa= ted in group cognitive sessions once a week for four months. This group was the only one to show a reduction in depressive symptoms, an improvement in qual= ity of life, and cognitive enhancement. Although opportunities to foster social= izing for this age group are limited, this pioneering study in Panama proves that such interventions are feasible and can play a role in promoting healthy ag= ing. The benefits of these interventions not only directly impact participants b= ut also generate broad positive effects on their families and communities. =

Keywo= rds: Socialization, older adults, cognitive decline, multidomain interventions, social isolation

Introducción

América Latina y el Caribe atraviesan una transformación demográfica sin precedentes, marcada por un acelerado envejecimiento poblacional (BID, 2025; OPS & CEPAL, 2023)<= /span>. Las proyecciones indican que la población de personas mayores de = 60 años crecerá exponencialmente en las próximas décadas, superando a los = grupos más jóvenes (OMS, 2024). Este cambio demográfico conlleva un aumento de enfermedades crón= icas asociadas al envejecimiento, como el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer (EA) esporádica, lo que plantea importantes desafíos para la sa= lud pública (Alzheimer’s Association, 2024).

Ante este panorama, la prevención y el manejo del deterioro cognitivo son fundamentales. Estudios observacionales han identificado que en América Latina el 54% de los casos de demencia están asociados a factores de riesgo prevenibles en la tercera edad como la depresión, la inactividad física y el aislamiento social, entre otros (Livingston et al., 2024; Paradela et al= ., 2024). Ante la limitada eficaci= a de los tratamientos farmacológicos para tratar el deterioro cognitivo = (Takramah & Asem, 2022), la atención se ha dirigido hacia intervenciones no farmacológicas multidominio. Estos enfoques combinan estrategias destinadas a mejorar la s= alud de las personas mayores, integrando ejercicio físico, estimulación cognit= iva, nutrición saludable y control de enfermedades crónicas, además del fortalecimiento = de vínculos sociales (Gavelin et al., 2020; Zucchella et al., 2018).

Socializar, en particular, desempeña un papel cla= ve en el bienestar y salud de las personas mayores, reduciendo la soledad y la depresión, además de contribuir a la prevención del deterioro cognitivo = (Cacioppo & Cacioppo, 2014; Lee & Jean Yeu= ng, 2019). En este artículo se abordará el papel fundamental que juega esta= blecer vínculos sociales en el aumento del bienestar subjetivo en personas mayore= s.

Envejecimiento y vínculos sociales

Los cambios asociados a la edad ocurren heterogén= eamente, sin patrón lineal, y solo ligeramente relacionados con la edad cronológic= a (Beard et al., 2016; Guerrini, 2010). Esta variabilidad respon= de a factores históricos, sociales, económicos y políticos que influyen en la= salud individual. Entre ellos, el nivel socioeconómico, el género, la educació= n y la ocupación desempeñan un papel clave en el proceso de envejecimiento (Ávila, 2018).

Consecuentemente, se ha identificado que cultivar relaciones interpresonales contribuye a un envejecimiento saludable. La OMS= ha establecido la participación social como pilar fundamental del envejecimie= nto activo (OMS, 2002, 2017), instando a los países a desarrollar políticas preventivas centra= das en este aspecto. Esta iniciativa para mejorar la calidad de vida durante el envejecimiento comprende diversas dimensiones, como fomentar el aprendizaje continuo, la participación en actividades económicas y la integración ac= tiva en la vida familiar, social y cultural, considerando las necesidades y capacid= ades individuales de cada persona mayor (OMS, 2002, 2017).

No obstante, la realidad actual de las personas mayores contrasta con los objetivos propuestos por organismos internacionales. Este es el grupo más = susceptible al aislamiento social, una situación exacerbada por la pérdida de seres queridos y las discapacidades y enfermedades asociadas a la edad (National Institute on Agi= ng, 2024; Paquet et al., 2023). El aislamiento se ha identificado como un grave problema de salud pública debido a su vínculo con enfermedades crónicas = como afecciones cardiovasculares, obesidad y cáncer (Christiansen et al., 2021; Leigh-Hunt et al., 2017; Wang et al., 2022). Asimismo, la soledad predice la aparición de depr= esión, ansiedad y estrés psicológico (Palma-Ayllón & Escarabajal-Arrieta, 2021; Santini et al., 2020), siendo su impacto en la mortalidad comparable al= de factores de riesgo tradicionales como el tabaquismo e hipertensión arterial = (Pantell et&nb= sp;al., 2013). Estas afecciones psicológicas y físicas aumentan el riesgo de deterioro cognitivo, comprometiendo la calidad de vida en la vejez.

Programas para incrementar= las relaciones sociales en personas mayores

En este sentido, estudios destacan que el apoyo so= cial y la participación comunitaria fortalecen la salud mental y física, mejor= ando la satisfacción con la vida en la vejez (Owen et al., 2022; Rejeski & Mihalko, 20= 01). Los programas para fomentar los vínculos sociales o programas de = prescripción social incluyen actividades grupales, educativas y formativas en tecnologí= a (Paquet et al., 2023). La evidencia sugiere que estos programas son eficaces para reducir= la soledad y los síntomas depresivos, además de mejorar la calidad de vida, = la sensación de pertenencia y la cognición (Hwang et al., 2019; Kamegaya et al., 20= 14).

Asimismo, la participación en actividades sociales significativas, como el voluntariado, han demostrado ser efectivos contra la soledad en personas mayores (Kim et al., 2020; Warner et al., 2024)<= /span>. Programas de intervención que emplean el voluntariado demuestran eficacia para fomentar vínculos sociales, mejorar el bienestar psicológic= o y satisfacción con la vida, a la vez que se reducen síntomas depresivos, limitaciones funcionales y enfermedades crónicas (Burr et al., 2016; Carr et al., 2018; K= im et al., 2020; Yeung et al., 2025).

Adicionalmente, los programas de intervención multidominio han surgido como respuesta integral ante los desafíos del envejecimiento, mejorando la calidad de vida de las personas mayores al promover hábitos saludables y prevenir el deterioro físico y cognitivo (Owen et al., 2022; Seino et al., 2017)<= /span>. Estudios muestran que estas intervenciones en grupos pequeños (5-8 personas) favorecen la socialización y cohesión grupal, potenciando la estimulación cognitiva (Da Silveira et al., 2018; Maki et al., 2012). La evidencia sugiere que cuando la interacción social se suma a intervenciones físicas y cognitivas, se observan mejoras específicas en e= l rendimiento cognitivo, calidad de vida, capacidad funcional, autonomía, percepción sobre la capacidad intelectual= , rol social, y reducción del riesgo de demencia (Karp et al., 2006; Maffei et al., 2017; Yaffe et al., 2009). =

De manera similar, en otros estudios de intervenci= ón cognitiva se observaron mejoras significativas en las funciones emocionales= y sociales después de la realización del programa . Se han observado aumentos en la percepción sobre calidad de vida, s= alud general, bienestar emocional e interacción social, así como disminución = de dolor físico (Cassilhas et al., 2007; Lara-Díaz et a= l., 2019).

Resultados del primer estu= dio de intervención multidominio con personas mayores en Panamá

En Panamá, entre el 2022 y 2024 se realizó el pr= imer estudio de intervención multidominio en personas mayores. Se reclutaron a personas entre los 60-80 años, que fueron evaluados mediante una entrevista sociodemográfica, escalas clínicas, pruebas cognitivas y evaluación fís= ica. Los participantes fueron aleatorizados en tres grupos: 1) intervención combina= da, de tipo cognitivo y físico; 2) intervención física exclusiva; y 3) grupo co= ntrol, que recibió charlas sobre salud una vez al mes. El programa de intervenci�= �n duró cuatro meses, y al culminar el programa se realizó una post-evaluación. <= o:p>

El grupo de intervención combinada, el cual reali= zó actividades grupales más frecuentes que los otros dos grupos (entrenamiento cognitivo en grupos pequeños una vez a la semana y caminatas mensuales gru= pales), fue el único que evidenció mejoras en variables clínicas, además de las cognitivas. Se observó un increm= ento en la calidad de vida, medido por la Escala de Calidad de Vida (WHOQoL-OLD, por sus siglas en inglés). La combinación de socialización y estimulación c= ognitiva y física en un grupo pequeño parece haber potenciado los beneficios de la intervención, como se observa en estudios previos (Da Silveira et al., 2018; Maki et al., 2012).

Además, en el grupo de intervención combinada se observó una disminución de los sínto= mas depresivos, evaluados con la Escala de Depresión Geriátrica (GDS-15, por = sus siglas en inglés), coincidiendo con estudios previos (Ng et al., 2017; Zülke et al., 2024). Las mejoras podrían atribuirse a la participación sistemática y continua en actividades novedosas grupales. Estos resultados sugieren que futuras intervenciones deberían estructurarse en modalidades grupales para promover la interacción social y el bienestar emocional en adultos mayores= .

Conclus= iones

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En Centroamérica y el Caribe, las investigaciones sobre la prevención del deterioro cognitivo mediante programas de prescrip= ción social y de intervención multimodal para personas mayores son aún limitad= as, lo que subraya la necesidad de desarrollar más estudios en esta área. En particular, las oportunidades para fomentar la socialización en este grupo etario son escasas; sin embargo, este primer estudio de intervención en Pa= namá evidencia que su implementación es viable y puede desempeñar un papel cla= ve en la promoción de un envejecimiento saludable. Los beneficios de estos progr= amas impactan directamente a los participantes, y generan efectos positivos en su entorno familiar y social. Este impacto trasciende el ámbito individual, fortaleciendo el tejido comunitario y aliviando las cargas que el deterioro cognitivo impone a las familias. Así, los programas de intervención emerg= en como herramientas esenciales para la construcción de sociedades más salud= ables y conscientes.

Agradec= imientos

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Extiendo mis agradecimientos al equipo de investigadores, estudiantes y voluntarias que formaron parte de este proyec= to. Agradezco a la Dirección de Investigación por el financiamiento brindado = a este proyecto (SRUI-CPEI-ID-2022-2023-015). Por último, agradezco especialmente a las personas mayores que decidieron participar de este estudio, quienes son el verdadero motor del cambio.

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