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Los nuevos escenarios de la cooperación Sur-Sur entre Panamá y Marru=
ecos
S.E. Gloria Young1*
1Embajadora de Panamá en Marruecos
Recibido:
09 de mayo de 2018
Aceptado:
03 de julio de 2018
______________________________________=
__________________________________________
Resumen
El presente ensayo forma parte fundamental de la investigación docto=
ral
en curso, titulada: “Marruecos y la Cooperación Sur-Sur con Centroamérica y=
el
Caribe”, el mismo muestra los comienzos de ese espacio de entendimiento ent=
re
Panamá y Marruecos llamado Cooperación Sur – Sur; cómo a través de diálogos
interculturales se manifiestan voluntades políticas que buscan develar
experiencias contando historias. Siendo parte de un trabajo que transita por
caminos no terminados, el presente ensayo más que concluir muestra como est=
e Acuerdo
sigue en el arduo trabajo de construir escenarios que buscan dar sentido a =
los
significados hallados entre ambas naciones, traducidos en encuentros políti=
cos,
sociales y culturales.
Construcción de nuevos escenarios: Inicios de un fenómeno llamado
Cooperación Sur-Sur.
El complejo mundo de las relaciones internacionales actuales, tras
enfrentar los retos impuestos por la globalización, como la falta de una
adecuada distribución de las riquezas, las exclusiones y el uso del poder
militar como vía para resolver conflictos, ha conducido a un mundo marcado =
por
nuevas relaciones de entendimiento, diálogo, respeto mutuo, consenso y
cooperación, en todas las esferas de la vida.
La economía, la seguridad y la política, no son las únicas esferas d=
onde
la cooperación internacional, encuentra espacio y entendimiento. La comunid=
ad
global también está más dispuesta a convivir armonizando sus identidades y
diferencias en pro de alcanzar caminos de paz, progreso y bienestar
compartidos, de cara al futuro y a los retos que nos amenazan como naciones=
y
como planeta.
Naciones como Marruecos y Panamá, no escapan a esa dinámica de
trasformación diplomática a partir de historias comunes, problemas, retos y
expectativas coincidentes. Ambos países comparten una mayor conciencia,
traducida en acciones constantes, programadas en los diversos campos del
quehacer humano y social. Se ha extendido en el escenario de la cooperación=
, el
tapete de los recursos y ventajas, en áreas del comercio, la logística aére=
a,
el turismo, la industria marítima, la educación, la cultura, la sostenibili=
dad
del medio ambiente (Vagni, s/f).
Hoy, se ha construido nuevos espacios en el mundo de la Cooperación
Sur-Sur. Panamá y Marruecos han despertado ese destino histórico de grandes
proporciones en la nueva diplomacia que el mundo contemporáneo necesita con
decisión y voluntad. Un destino de
urgentes transformaciones, pero ya no como meros espectadores, sino como
protagonistas, actores de primer orden con propuestas afirmativas de presen=
te y
futuro, participando activamente en el desarrollo de la región, mediante una
cooperación más humana, coordinada y eficiente.
Autores como
Colacrai (2009), afirman que lo que se pretende es precisamente la construc=
ción
de “sociedades con mayor rasgo equitativo, “cohesionadas, en franco diálogo=
con
el medio ambiente, con instituciones sólidas que garanticen una buena
gobernabilidad, además de constituir metas a lograr por los estados en el m=
arco
de sus políticas nacionales, pueden estar potenciadas por la cooperación
internacional” (p. 4).
Países como Marruecos, han visto la
Cooperación Sur-Sur, como una estrategia, en una herramienta y en un compon=
ente
fundamental de las políticas de desarrollo del país (Mohamed VI, 2016). El =
tema
y las acciones van más allá de los resultados económicos medibles, ya que
diseña y desarrolla proyectos en todos los ámbitos del desarrollo integral =
del
país, incluyendo la parte religiosa.
La mirada transformada de Marruecos a
América Latina hace que su liderazgo sea indiscutible en el tema de la
Cooperación Sur - Sur; los proyectos con muchos países de África han sido su
punta de lanza para lograr un apoyo histórico. La posibilidad de visualizac=
ión
y en el análisis exhaustivo de la relación de Marruecos con Centroamérica y=
el
Caribe, específicamente con Panamá en el plano de la Cooperación Sur - Sur,=
es
el objetivo principal de esta investigación. El desentrañar el papel que ha jugado
Marruecos en la posible entrada de los países de Centroamérica y el Caribe,=
al
escenario que presenta la Cooperación Sur - Sur, así como la existencia
voluntad política regional para la entrada al juego propuesto, es la intenc=
ión
que recorre de manera transversal la investigación.
Es por lo anterior que la investigación que se l=
leva
a cabo pretende la
revisión exhaustiva de los hechos, recogidos en múltiples informes
internacionales, agendas de gobiernos. Bajo una perspectiva cualitativa fun=
dada
en el paradigma de investigación postmoderno, de corte
hermeneútico-histórico, el estudio busca precisamente dar cuenta del proces=
o,
actores y escenarios donde se lleva a cabo la Cooperación Sur - Sur entre
Marruecos y Panamá, apuntando tanto aciertos como limitaciones de este
encuentro entre naciones. El método mencionado permite a partir de <=
span
lang=3DES-MX style=3D'font-family:"Garamond",serif;color:windowtext'>diálog=
os,
acuerdos y alianzas, el encuentro con los protagonistas del fenómeno a
estudiar. El discurso del sujeto deliberante, los actores gubernamentales
(Panamá y Marruecos), girará en torno a la sociedad civil, al mundo privado=
, a
la violencia de género, de la cultura, del deporte, de la vida orgánica de =
sus
pueblos, el descubrimiento, la validación y la aplicación diferencian sus
contextos y permitirá construir de manera clara el entramado de significados
que envuelven la Cooperación Sur - Sur entre ambas naciones.
Todo tuvo una historia: Los sentido=
s en
el encuentro entre naciones
Las relaciones de América Latina y el mundo árabe, se remontan a un
pasado de siglos a través de la España medieval y colonizadora, a partir del
siglo XV, con lo que esto ha representado para América: las valiosas
aportaciones del rico y vasto mundo musulmán; imán y semilla de las artes, =
la
literatura, la filosofía y las ciencias.
Aportes universales, que hoy incluso constituyen fuente para
investigaciones en torno a ese encuentro maravilloso de dos mundos, en la
construcción de ese puente, específico, entre Marruecos y Panamá, más que u=
na
coincidencia, es una búsqueda y un encuentro común impulsado por una políti=
ca
moderna y estratégica de entendimiento cultural, de progreso material para
sociedades en ascenso, en lo que de común tienen y pueden ofrecer entre sí =
y al
mundo.
Vagni (s/f), afirma
que estos contactos, “que surgieron bajo el signo de la marginalidad y la
discreción, atravesaron profundas oscilaciones y alcanzan hoy un elevado ni=
vel
de complejidad y densidad” (p. 2), sostiene que han puesto a prueba su
capacidad para asumir nuevos desafíos, que implica dentro del escenario
internacional una posición articulada. Se coincide con el autor, cuando com=
enta
que al tratarse de regiones distantes en lo geográfico y, en cierta medida,
también en lo cultural, el tratamiento de aquellos ámbitos que hacen al
conocimiento mutuo entre ambos mundos se ha vuelto una cuestión esencial” (=
p.
2).
Después de una concurrencia diplomática desde Lisboa, por más de vei=
nte
años, un 18 de abril de 2014, se inauguró la embajada número 49 de Panamá, =
esta
vez, en Marruecos[1]. Este paso, importante por demás, demarc=
a el nuevo
relacionar entre ambas naciones, el árbol de cooperación mutua dio sus frut=
os luego
de atravesar un largo proceso de conversaciones y la puesta en marcha de
acciones progresivas.
La expectativa inicial de esta apertura estuvo enmarcada por el inte=
rés
de facilitar un comercio bilateral, el intercambio logístico aéreo y la
consolidación del Acuerdo Marco: ACUERDO DE COOPERACION ENTRE EL GOBI=
ERNO
DE LA REPUBLICA DE PANAMA Y EL GOBIERNO DEL REINO DE MARRUECOS fir=
mado
en Rabat, el 17 de abril de 2014. Partiendo de esta tangible realidad, se desarrollaron otros acuerd=
os
comerciales y logísticos en el campo aéreo.
Por otra parte, el Reino de Marruecos ya tiene embajada en Panamá de= sde el 18 de enero de 2016, Panamá por su parte cuenta con la embajada en Rabat= y el Consulado de Marina Mercante en Tánger desde el 1 de noviembre de 2016, creado con el fin de potenciar las relaciones marítimas, portuarias y logísticas, entre los dos países. <= o:p>
Tal como lo dijo en su momento, el Administrador de la Autoridad
Marítima de Panamá, Jorge Barakat[2]:
Panamá es el país de referencia para acce=
der
a los mercados de norte y sur América, y por su parte el reino de Marruecos=
, es
un sitial clave para el continente africano y europeo, por lo que ambos
comparten similitudes por ser puntos estratégicos comerciales, principalmen=
te
en cuanto a la navegación.
Panamá posee el registro de buques más grande del mundo, con
aproximadamente ocho mil naves abanderadas y proporciona la solidez de la
seguridad jurídica gubernamental, lo que le ha favorecido desde 1917. Ademá=
s de
ser el primer país en el mundo en implementar un sistema de registro de buq=
ues
internacionales a nivel público, contando con la preferencia de importantes
armadores y operadores de potencias marítimas internacionales, como China,
Japón, Singapur y Corea del Sur, entre otros.
Tomando en cuenta lo anterior, es posible afirmar que Panamá represe=
nta
un factor clave en la construcción de la Cooperación Sur – Sur, al poseer u=
na experiencia
vasta en áreas como las mencionadas. Este tipo de vínculos se hacen
indispensables en un mundo necesitado de iniciativas productivas de coopera=
ción
e intercambio que potencien el desarrollo sostenible de naciones y regiones,
sobre todo aquellas que han sido golpeadas por la pobreza y la negación al
acceso a bienes y servicios públicos que ayudarían a elevar la calidad de v=
ida
de esas poblaciones, tanto de África, Asia como en América Latina, las regi=
ones
del Sur.
De este modo, Marruecos y Panamá ensayan un modelo de dinámica de
cooperación internacional que busca perfeccionarse mediante acciones concre=
tas
en diversos campos, pero que además está abriendo puertas a nuevos escenari=
os
de la Cooperación Sur-Sur, tales como la educación, las ciencias, la
tecnología, y la cultura, entre otros intercambios. En estos nuevos escenar=
ios,
tienen cabida otros actores: los académicos, profesores universitarios,
especialistas en diversas ramas del saber, técnicos, intelectuales, escrito=
res,
artistas, músicos, y otros miembros de la sociedad civil, como los jóvenes,=
las
mujeres y grupos originarios, artesanos, ecologistas, entre otros.
Los nuevos escenarios de la Cooperación Sur – S=
ur y
la consolidación de oportunidades
Los escenarios que dan lugar y apertura a la consolidación de la
Cooperación Sur – Sur, se conciben para efectos del proyecto doctoral que
realiza actualmente la autora, como espacios, lugares de acción, que rompen=
los
modelos “tradicionales”. No solo s=
e quedan
en los sectores productivos como comercio, navegación marítima, logística y
turismo, sino que genera oportunidades en otros sectores del mundo académic=
o y
de la sociedad civil, gestando actividades de doble vía. Estas actividades
representan acciones que a su vez inciden activamente entre ambas naciones,=
en las
dinámicas internas de los países, a través de instancias democráticas y de
participación, llenas de energía y entusiasmo.
Vagni (s/f), sosti=
ene
que la “diversificación de los vínculos entre América Latina y el mundo
árabe-islámico ha puesto en evidencia la generación de nuevas instancias de
acercamiento que pueden ser encuadradas en el marco de la diplomacia públic=
a y
cultural” (p. 3). El desarrollo de entramados ha sustentado este proceso co=
mplejo,
de características cada vez más densas en aspectos políticos, sociales y
culturales. Nuevos temas de la agenda, así como nuevos actores constituyen =
el
rasgo más singular de esta aproximación
Son espacios con sentido de pertenencia, identidad y empoderamiento,=
que
desarrollan ciencia y tecnología, educación y sostenibilidad ambiental, fom=
entando
el rescate de la cultura originaria, la cultura en general. Espacios no muy
ponderados por economistas y tecnócratas, pero que dan cuenta de mujeres y
hombres comunes como sus principales beneficiarios.
Escenarios donde la innovación y la creatividad son la tónica, donde=
la
investigación encuentra su sentido lógico traducido al servicio de elevar la
calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas, donde la construcción de
entornos más amables procuran el
reverdecimiento de la vida, haciendo florecer ciudades, escuelas, y hasta p=
equeñas
comunidades. Un ejemplo de lo comentado se evidencia en eventos realizados =
por
diferentes Casas de estudio como aquellos llevados a cabo en la Universidad=
Ibn Zohr de Agadir[3], donde
la academia se une con el arte, e irrumpe en la cotidianidad de la sociedad
marroquí, los estudiantes derrochan creatividad escénica en las calles y
avenidas de la ciudad, llenando a los presentes de mundos fantásticos y rea=
les
magnificados; las emociones se concentran y destellan luces; la historia de=
las
primeras civilizaciones es atrapada por el tiempo presente, para dejar las =
lecciones
que aún deben aprenderse.
<= o:p>
La cooperación internacional tradicional cubre ciertas expectativas,=
generando
respuestas a necesidades y aspiraciones básicas de ciertos sectores de la
sociedad y no de las grandes mayorías, que bien podrían necesitar carretera=
s,
puentes peatonales, hospitales, trabajo, canchas deportivas. Sí, bien es ciert lo expuesto, también =
es
cierto que la Cooperación Sur Sur también se dedica a esos espacios necesar=
ios
y a otros, como los que se han mencionado a lo largo del documento.
Sin embargo, es importante señalar que los nuevos escenarios de la C=
ooperación
Sur Sur contribuyen al conocimiento de los pueblos, sus culturas, artes,
tradiciones y costumbres, las cuales contribuyen a fortalecer las idiosincr=
asias
y “haceres”, es decir a aquello que se ha sido en el tiempo; eso que se es =
y se
quiere ser, el sentido social de la existencia de los pueblos, y la relación
armoniosa con otros y sus culturas.
Desde la cooperación específica a la que se refiere en este ensayo, =
se
contempla la noción que todo lo que ayude al conocimiento pleno propio y al
crecimiento como humanos, como seres comunicativos, pacíficos y solidarios,
respetuosos de la vida y del entorno, generará acciones que fomentará valor=
es
trascedentes que atraviesen fronteras y aproximen a los pueblos a metas com=
unes,
contemplando la de exploración de
mejores alternativas de solución a los problemas más esenciales del ser hum=
ano
y de la sociedad en general.
En el accionar de estos escenarios se busca de forma activa la
construcción de un mundo mejor, promoviendo la consolidación de democracias
sólidas cimentadas en la igualdad, la equidad, la libertad, la justicia, y =
el
respeto de todos los derechos humanos. =
span>En
el caso de Marruecos y Panamá, se ha puesto en marcha acciones en estos nue=
vos
espacios, que permitan abrir nuevos caminos de cooperación social y humana,=
en
este mundo Sur-Sur más solidario, que se intenta levantar frente a la
bipolaridad disfuncional de un norte siempre rico y un sur siempre pobre. C=
on
estas acciones, a partir de los mismos protagonistas, ser un espejo para las
otras naciones de la región, África y América Latina.
De los múltiples ejemplos del accionar sobre estos escenarios, se ci=
ta
el proyecto entre la Universidad de Panamá, coordinado en su Centro Regional
Universitario de Coclé, provincia ubicada en el corazón del territorio pana=
meño
y el Laboratorio de Investigación del mundo ibero e iberoamericano de la
Universidad Hassan II de Casablanca. Se trató de una investigación de la
historia de Marruecos y de Panamá desde la voz poética de sus mujeres; poet=
as,
narradoras de historias de ambos países de la primera y última generación. =
Una
línea de investigación que promocionó a ambas naciones, en base a la riquez=
a de
su diversidad cultural, visibilizando la historia de sus pueblos desde la
construcción de las identidades hasta las manifestaciones más contemporánea=
s.
Se entabló un diálogo intercultural que posibilitó el redescubrimien=
to mutuo;
un intercambio que permitiera conocer y cimentar puntos en común desde
realidades diversas. Este diálogo de culturas vivo se posibilitó, sobre tod=
o,
por mujeres investigadoras y hombres solidarios. Una gama de actores,
construyendo nuevas habilidades, así como actitudes de apertura, confianza,
respeto y aprendizaje mutuo. Una Cooperación Sur - Sur que utilizó la histo=
ria
y la literatura como una herramienta para el desarrollo desde la diplomacia
cultural en este mundo mucho más complejo.
Se rescataron de los cajones polvorientos de la crítica literaria
tendenciosa y del estudio de la historia que oculta a los verdaderos
protagonistas, la voz de las mujeres. El libro, escrito en árabe y español,
producto de esta investigación, se ha presentado en Marruecos y Panamá, en =
más
veinte ocasiones a otros actores, en otros escenarios de la Cooperación Sur=
- Sur.
Los logros que dan cuenta de lo planteado es la ausencia de este libro en l=
os
estantes olvidados de alguna biblioteca, o en los libreros personales de los
investigadores y unos cuantos lectores. Es un libro vivo que propone una
metodología del estudio de la historia, desde la creación literaria context=
ual,
permitiendo la exposición de la producción de mujeres poetas olvidadas en la
historia, que la mayor parte de las veces, escriben los hombres. Así, ambos
pueblos conocen su historia y la del otro.
Otro proyecto innovador, aún en curso, es el de los “Diálogos entre
bordados y tejidos originarios de Panamá y Marruecos”. Desde la Cooperación Sur - Sur en escen=
arios
inimaginables, dos pueblos se acercan de manera creativa, potenciando la
cultura y el ecoturismo. Artesanas de los pueblos originarios gunas y wounan, disfrutan una estancia cultural compartiendo habilidades
con artesanas marroquíes, estudiantes de bordados tradicionales de este
territorio Alahuí; facilitando
talleres con mujeres de diversas culturas y grados académicos, compartiendo=
con
artesanos de la famosa ciudad azul de Chefchauen
y trabajando en el taller de una de las diseñadoras de moda más prestigiosa=
s de
mundo árabe, proveniente de la cultura hasaní,
Fadila El Gadi. Es un proyecto =
que
llevó a esta diseñadora a adentrarse a las montañas de la comarca Nagbe Buglé, a penetrar la selva d=
el
Darién, frontera con Colombia, y a transitar en las aguas rugientes del car=
ibe
panameño para alcanzar islas de la comarca Guna
Yala.
Un proyecto, que traspasa la visión tradicional de los ministerios de
turismo y casas de artesanía, cambiando la usual feria artesanal y por teat=
ros
expuestos vestidos de arte, cultura e historia. La pasarela intercultural c=
omo
fase final del proyecto da cuenta de la esencia central de este maravilloso=
escenario
colorido y asombroso, el diálogo propuesto por dos diseñadores de países tan
diversos, gira en torno a sus raíces, la afrodescendiente de la provincia caribeñ=
a de Colón,
y la africana, con toques saharaui.
Otro espacio que habla de las experiencias inmersas en la Cooperació=
n Sur
- Sur, es el académico, donde Panamá inaugura la primera Maestría:
"América Latina: globalización, interculturalidad y desafíos en el sig=
lo
XXI", de la Universidad Mohammed V. En ese escenario, cerca de treinta
estudiantes, se abren al estudio profundo de región centroamericana, en sus
contexto histórico, social, económico y político. De la mano de un estudioso
panameño, los participantes podrán adentrarse a la historia de Centroamérica
profunda, para generar experiencias desde perspectivas interculturales, con
diálogos conscientes, reconociendo al otro plural, diverso y diferente.
El tiempo de Agadir: Conclusiones d=
e un
proyecto no acabado
Nunca como antes en la historia de las relaciones entre Panamá y
Marruecos, con plena conciencia de ser parte y protagonistas de sus histori=
as,
y de compartir metas comunes de desarrollo y cooperación, se han generado
tantos acuerdos, convenios y acciones que apuntan al trabajo armónico de am=
bas naciones,
y el compromiso de ofrecer lo mejor de cada una para el crecimiento mutuo. =
El
compartir expreso con países hermanos de la región, se evidencia en los fru=
tos recogidos
de esta nueva experiencia de Cooperación Sur - Sur reafirmando que se recor=
re el
camino correcto, por el bien de los pueblos, la región que se habita, y el
mundo que se pretende y quiere construir con granos de arena y olas de mar.=
Los escenarios compartidos hasta ahora desde la Cooperación Sur – Sur
son múltiples, diversos, interculturales y mágicos. El convencimiento de que
los esfuerzos hechos desde la diplomacia con una visión humana y de futuro,=
es el
trabajo diario sin descanso, para el cumplimiento eficaz, responsable, étic=
o de
todas las metas propuestas que acerquen de manera indiscutible a los objeti=
vos
que las naciones reunidas en torno a la ONU se han comprometido a realizar,=
con
liderazgo, creatividad y sentido humano.
Los nuevos escenarios de la Cooperación Sur - Sur no tienen límites.
Depende del nivel de compromiso y de las capacidades de los protagonistas
involucrados en la labor de sumar actores a la causa: una nueva relación de
poder, un nuevo pacto con trato igualitario y respetuoso entre las naciones,
los pueblos y los seres humanos. En este sentido se afirma a partir de lo
expuesto: No existe la posibilidad de callar, ni ser imparciales. Tomando c=
omo
ciertas las palabras del científico inglés Hawking (1942-2018), dijo: “El
peligro radica en que nuestro poder para dañar o destruir el medio ambiente=
, o
al prójimo, aumenta a mucha mayor velocidad que nuestra sabiduría en el uso=
de
ese poder”.
La invitación que se hace a partir de las
reflexiones presentadas y del trabajo en curso es el uso sincero del poder,=
de
las energías para la cooperación pretendida entre todos en la construcción =
de
un mundo mejor, del antes soñado y ahora posible. El mundo que Marruecos y
Panamá han decidido asumir, desde las identidades compartidas; en la
construcción hermanada de ese feliz destino que los espera a la vuelta de la
esquina.
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Noticia reseñada en
https://www.prensa.com/mundo/Panama-inaugura-Marruecos-embajada-numero_0_39=
15358441.html
[2]
https://www.mire.gob.pa/index.php/en/noticias-mire/9942-
[3] http://www.uiz.ac.ma/<= o:p>
Invest. pens.
crit. (ISSN 1812-3864)
Vol. 6, No. =
2,
mayo-agosto 2018
pp. 85-92
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